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La posibilidad de que los tintes para el cabello aumenten el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer se ha estado investigando desde mucho antes que tú te tiñeras el cabello por vez primera. Entonces, ¿por qué se siguen usando? Porque hasta la fecha no se han encontrado evidencias suficientes que lo confirmen. Aunque la duda aún persiste.

¿Caoba o cenizo? ¿Henna o permanente? Cuando vas a elegir un tinte para el cabello, la decisión más trascendental no es cuál tinte elegir, sino si teñirte o no teñirte, más que por una cuestión de belleza, por tu salud.

Puede ser que el título de este artículo te haya tomado por sorpresa o tal vez ya lo sabías, pero es así… desde hace aproximadamente 4 décadas (o más) se ha cuestionado que algunas de las sustancias de los tintes pueden aumentar las posibilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

¿Cuáles sustancias?

En la década de los 70, algunas investigaciones comprobaron que la sustancia 4-metoxi-m-fenilendiamina (4-MMPD) incluida en varios tintes, penetraba la piel animal y la humana. E inmediatamente encendieron la alerta pues se sospechaba que, además de ser tóxica, podría ser cancerígena.

A partir de 1980 la Administración de Drogas y Alimentos (FDA en inglés) exigió que estos tintes tuvieran una etiqueta de “Advertencia”. Sin embargo, los fabricantes apelaron la decisión alegando que los riesgos eran realmente muy bajos, así que la FDA aceptó retirar la obligación de tener las etiquetas, hasta que se terminara el estudio sobre los riesgos del cáncer relacionados con esta sustancia.

Sin embargo, la 4-MMPD no ha sido la única sustancia cuestionada. Otras sustancias contenidas en los tintes para el cabello también han sido catalogadas como posiblemente cancerígenas. Estas son: 4-cloro-m- fenilendiamina, 2,4-toluendiamina, 2-nitro-p-fenilendiamina y 4-amino-2-nitrofenol.

Y el alquitrán mineral (alquitrán de carbón o alquitrán de hulla), uno de los ingredientes principales de muchos tintes, también se considera sospechoso de aumentar los riesgos del cáncer, pues los estudios de laboratorio con animales han resultado positivos.

¿Qué dicen los estudios sobre los tintes para el cabello y el cáncer?

Hasta ahora no se han podido encontrar evidencias convincentes que comprueben que hay una relación entre los tintes para el cabello y el cáncer. Aquellos estudios que han encontrado algunos indicios, tienen resultados muy débiles o limitados como para considerar que los tintes del cabello son un riesgo para la salud pública.

En un estudio del 2005 publicado por la Revista de la Asociación Médica Americana (Journal of the American Medical Association o JAMA), que recopiló información desde 1966 (¡más de 40 años!), los investigadores concluyeron que no había suficiente evidencia que demostrara que los tintes para el cabello aumentaran los riesgos del cáncer del seno o cáncer de la vejiga.

En ese mismo estudio, sugirieron que era necesario corroborar las evidencias encontradas en 1 ó 2 estudios de la relación entre los tintes para el cabello y los cánceres hematopoyéticos (que afectan a las células sanguíneas), pero las investigaciones posteriores negaron esa hipótesis.

Y en otro estudio publicado en la Revista Americana de Epidemiología (en 2008) se analizó la hipótesis de que el tinte para el cabello podía aumentar los riesgos del cáncer de los nódulos linfáticos llamado Linfoma no Hodgkin (ve nuestro video sobre el tema), y se  encontró que los riesgos existían en las mujeres que habían empezado a usar tintes antes de 1980, antes de que empezaran a cambiar los ingredientes de los tintes para el cabello. Después de 1980, los riesgos sólo aumentaban en las mujeres que usan tintes oscuros pero en menor proporción.

En definitiva, los tintes para el cabello siguen siendo seguros hasta que no se compruebe científicamente lo contrario.

Sin embargo, sabiendo que contienen tantas sustancias químicas, y que además pueden causarte otros efectos como reacciones alérgicas, vale la pena que uses los tintes para el cabello con precaución. Por ejemplo, evita usarlos en exceso, y siempre sigue al pie de la letra las instrucciones de los empaques. Finalmente es por tu salud, y no sólo por belleza.

 

Imagen © Thinkstock / yuriyzhuravov

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