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Cuando los niños entran en la preadolescencia, empiezan a notar cambios en sus cuerpos que llevan a la incertidumbre, las preguntas y las inquietudes. Al tratar de navegar esta nueva etapa, surgen preguntas como “¿Qué está pasando con mi cuerpo?” o “Mamá, ¿por qué huelo mal?” Todos nos hicimos esas pregunta en el momento en el que el mundo dejó de tratarnos como niños, pero todavía no estaba dispuesto a tratarnos como adultos.

Cuando los niños pasan a la etapa de transición de la pubertad, debemos reconocer el impacto que los cambios físicos y emocionales pueden tener sobre ellos. Durante esta etapa, las hormonas están tratando de llevar el cuerpo hasta la edad adulta y nos volvemos más conscientes de nuestra apariencia, con la esperanza de ser más atractivos para las posibles parejas. Aunque los niños experimentan estos cambios a diferentes edades, lo más importante es reconocer cuando le están pasando a tu hijo en particular y estar preparada para ayudar a guiarlo a través de ellos. Una de las primeras reacciones físicas que podríamos notar es la sudoración excesiva y un nuevo olor. Y, de repente, su hijo está haciendo la primera de las muchas preguntas que rodean los momentos y etapas del crecimiento: “Mamá, ¿por qué huelo mal?”

Esta es una pregunta que me hacen los pacientes en todo el país. Tengo una práctica pública en la cual tengo la oportunidad de asesorar a las mamás a través de artículos en revistas, entrevistas en la radio y televisión y aquí, en VidaySalud.com. Y, además, tengo una práctica médica privada en Los Ángeles. Mis pacientes son de todo tipo, tanto celebridades como amas de casa. Pero todos tienen algo en común: se preocupan por la impresión que les causan a los demás. Y el olor a sudor ¡sin duda puede causar una impresión! Así que es importante para las mamás saber cómo hablar con sus preadolescentes sobre esta nueva preocupación, con el objetivo de ayudarlos a entender y navegar por esta nueva etapa de la vida.

Hablemos un poco sobre el sudor y veamos unos consejos para ayudar a hablar con tus preadolescentes y poder responder a la pregunta, “¿Por qué huelo mal?”

La ciencia del sudor

La sudoración es una reacción importante que nos permite mantener una temperatura corporal constante,  enfriándonos cuando es necesario. Cuando tenemos calor y sudamos, el sudor se evapora, dándole a nuestra piel una sensación de enfriamiento. Sin embargo, no sólo sudamos cuando tenemos calor. También se suda cuando está uno nervioso o alborotado – dos estados muy comunes durante la adolescencia. Las emociones fuertes también afectan a nuestras glándulas sudoríparas (del sudor). Debido a los cambios que ocurren durante la pubertad, más de 3 millones de estas glándulas se activan en nuestros cuerpos, en particular en las axilas y en los genitales. El olor se crea cuando el sudor entra en contacto con las bacterias en la piel.

Hablemos del sudor

Lo bueno es que hay cosas que puedes hacer para eliminar los olores, evitar los momentos difíciles y no poner en riesgo romances potenciales. Y es en ése momento cuando una buena comunicación entre madres e hijos pueden convertir a mamá en héroe y ayudar a la autoestima de su hijo. Piensa en cómo te sentías cuando tenías su edad. Tal vez quieras compartir un recuerdo gracioso acerca de ti misma o de un compañero del colegio. Inicia la conversación y dale a tu hija la oportunidad de reaccionar. O, si ya has notado un nuevo olor en su ropa, o un cambio en su comportamiento, busca una manera optimista de hablarle de algunas cosas nuevas que tal vez quiera hacer ahora que su cuerpo está entrando en edad adulta. Puedes utilizar el humor o abordar el tópico utilizando la oportunidad presentada por otros temas – como algún flechazo juvenil que haya sufrido o las actividades de su clase de gimnasia. No hay una manera correcta y una incorrecta de hacerlo. Utiliza el estilo con el que te sientas más cómoda.

Como detener el olor

En cuanto al olor a sudor, puedes recomendarle que haga lo que les recomiendo a mis pacientes o a las adolescentes o las madres que me llaman a mi programa de radio:

  • Usar un desodorante o un antitranspirante. Los desodorantes cubren el olor y los antitranspirantes ayudan a detener la recolección de las bacterias en las glándulas sudoríparas para que no sudes tanto.
  • Tomar una ducha diaria, utilizando un jabón antibacteriano.
  • Cuando sea posible, usar ropa de algodón y lavarla antes de usarla de nuevo.

Todos sudamos

No te sientas incómoda al tener esta conversación. Estás hablando de algo natural. El comienzo del olor a sudor es una especie de rito de pasaje. Es parte del proceso de volverse adulto. Tal vez te pueda ayudar el saber que un nuevo estudio realizado por KRC Research entre más de 1.200 adolescentes y el mismo número de madres, demostró que:

  • Tres de cada cuatro preadolescentes (74%) utilizan un desodorante actualmente. El 85% de ellos opinan que el desodorante los hace sentirse más seguros (50%) o más adultos (35%)
  • El uso del desodorante sube después de los 9 años de edad, pero más de la mitad de los niños de 8 y 9 años de edad ya usan desodorante
  • Casi la mitad de los niños comenzaron a usar desodorante porque ellos mismos querían hacerlo, mientras que 1 de cada 3 de los demás comenzó a usarlo debido a que su mamá o su papá “lo obligó”

Por último, puedes recordarles a tus hijos que, aunque puedan sentir vergüenza, la sudoración excesiva durante la adolescencia es absolutamente normal. El mantenerse limpio y el uso de los desodorantes, de ser necesario, son la clave para asegurarse que los olores se mantengan bajo control y que no afecten a su autoestima. Si tu o tu hijo o hija todavía tiene alguna duda, o si tu hijo todavía padece de sudoración excesiva, podría ser conveniente hablar con su médico. ¡No hay absolutamente ninguna razón por la cual tu o tu hijo(a) tengan que sufrir por el olor a sudor!

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Imagen: ©Shutterstock / Krakenimages.com

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