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Cada vez es más común que las mujeres se estrenen como madres entre los 30 y los 40 años. Antes, esto podía ser poco común, pues casi todas empezaban a tener hijos en la década de los veinte. Pero la vida ha cambiado y hay varios factores que influyen en la maternidad a una edad más madura. Si quieres saber cómo la edad afecta el embarazo, no dejes de leer.

Alicia celebró su cumpleaños número 40 con un regalito muy especial: su hija de un mes de nacida. Ella misma confiesa que ni en sus sueños más locos se imaginó que iba a cumplir 40 años estrenándose como mamá. Pero para ella, una periodista consagrada, la maternidad era algo que venía posponiendo por motivos laborales y emocionales: quiso lograr mucho en su carrera y además, se tardó en encontrar al amor de su vida.

Actualmente, el caso de Alicia no es raro. Muchas mujeres han optado por ser madres entre los 30 y los 40 años. Algunas lo han elegido, otras en cambio, han sido víctimas de las circunstancias. Sucede que la tasa de divorcios es más alta, y aunque algunas mujeres se hayan casado a los veinte años, para cuando tienen treinta y tantos, ya se han divorciado y están listas para otra relación seria que las lleve a ser madres.

Es entonces cuando surge la pregunta ¿puedo ser mamá después de los 35? Médicamente este número es un indicador del riesgo y las probabilidades de quedar embarazada. Sin embargo, no es un obstáculo para ser madre.

¿Qué pasa después de los 35? Si bien es posible quedar embarazada, tu cuerpo ya no es el mismo.

  • A partir de los 30 años tu fertilidad disminuye, pues tus óvulos disminuyen en cantidad y son de menor calidad. Esto sumado a que los cambios hormonales afectan la frecuencia de la ovulación y hacen que tardes más tiempo en quedar embarazada.
  • A medida que pasan los años se hace mayor la posibilidad de tener complicaciones durante el embarazo. Por ejemplo: diabetes gestacional, presión alta, etc.
  • Con la edad, también aumentan los riesgos de que el bebé tenga defectos de nacimiento o malformaciones congénitas.
  • Además, las posibilidades de que necesites cesárea aumentan.
  • También aumenta el riesgo de aborto debido a anormalidades o anomalías cromosómicas (de los cromosomas).
  • Los controles prenatales son más estrictos y puede que te sometan a exámenes para detectar posibles problemas o anormalidades.

Pero aunque esto pueda desanimarte, ¡no lo hagas! La verdad es que la fertilidad real de cada mujer depende mucho de su estado de salud en general. Así que tener 35 no significa nada si llevas un estilo de vida saludable. Por eso, me parece importante resaltar que la mayoría de los bebés nacen sanos a pesar de la edad de la madre y exceptuando las anomalías cromosómicas, muchos estudios indican que los riesgos de los defectos de nacimiento en los bebés de las madres maduras no son mayores que los de los bebés de las mamás jóvenes.

Ser madre después de los 35 años también tiene sus ventajas, pues se ha demostrado que las mujeres de esta edad son mucho más conscientes de tener un estilo de vida saludable y están en sintonía con su cuerpo. Es decir, se alimentan mejor y saben que la actividad física es indispensable para tener una vida sana.  Además, hay estudios que señalan que las mujeres mayores de 35 toleran mejor los síntomas molestos del embarazo y se sienten más seguras a la hora del parto. Esto sin contar que para ese momento de sus vidas, muchas mujeres entre los 30 y los 40 años ya saben lo que quieren, han logrado muchas metas y están listas para dedicarse enteramente a la aventura de ser madres.

Así que si tienes más de 35 y quieres tener un bebé, ¡adelante! Consulta con tu médico y nunca faltes a los controles prenatales.

Imágen © Pixabay 

 

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