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Es increíble la rapidez y eficiencia con las que el teléfono celular mantiene a los chicos en contacto inmediato y directo con toda su red de amigos. Pero a la vez, los distrae de sus obligaciones escolares y les roba tiempo hasta del descanso. Es vital encontrar el equilibrio para que el desempeño escolar no se afecte.  

El móvil ha llegado a ser parte de la vida diaria de una manera tan profunda, que incluso es difícil pensar cómo viviríamos sin él. No sólo es la comunicación perfecta y a toda hora, además, si eres estudiante, puede convertirse en una herramienta de estudio debido a todas las aplicaciones y beneficios que proporciona. Sin embargo, los teléfonos celulares se han convertido en un arma de doble filo, ya que estudios recientes indican que pueden distraerte y robarte tiempo de tus responsabilidades escolares.

Como muestra, veamos los resultados de un estudio cuyos resultados aparecerán en una edición de febrero en la publicación Computers in Human Behavior.  Unos investigadores de la Universidad Estatal de Kent, en Ohio, Estados Unidos, encuestaron a más de 500 estudiantes universitarios para analizar el uso del teléfono celular en varias de sus funciones. Los resultados indicaron que los jóvenes pasaban un promedio de 279 minutos, es decir casi 5 horas diarias, usando su celular.  Además, enviaban aproximadamente 77 mensajes de texto al día.

Excluyendo escuchar música, los investigadores monitorearon el uso que los estudiantes daban no sólo al teléfono en sí, sino a otras de sus funciones: mensajes de texto, comunicaciones de voz, correos electrónicos, enviar y compartir fotos, uso de juegos, redes sociales, ver videos, navegar por el internet, así como otros usos impulsados por las aplicaciones y los programas (software).

Como parte del estudio, los participantes  permitieron que los investigadores tuvieran acceso a sus calificaciones escolares, a la vez que respondieron a cuestionarios relacionados con su satisfacción por la vida y el nivel de felicidad que sentían.

El pasar muchas horas en el móvil no sólo repercutió negativamente en el rendimiento escolar de los participantes, sino que además, el exceso de tiempo en el teléfono celular y en sus diferentes funciones, no contribuyeron a un sentido de bienestar entre sus usuarios. Por el contrario, los autores del estudio señalaron que para algunos usuarios de teléfonos móviles, esa especie de “obligación percibida” de permanecer conectados constantemente a las redes sociales a través de los teléfonos celulares, puede provocarles ansiedad.

Cómo desprenderte del celular

Esa tendencia a depender constantemente del celular, no solamente se ha dado entre los estudiantes. Una personas a cualquier edad puede desarrollar hábitos que no son saludables relacionados al celular. Si estás en ese grupo, o conoces a alguien que no se despega de su teléfono celular, te sugiero que pongas en práctica las siguientes recomendaciones (o que las compartas con alguien que lo necesite), son muy sencillas:

  • Identifica los motivos. ¿Qué te hace estar usando el celular tanto? ¿Estás aburrido(a)? ¿Te sientes solo(a)? ¿Estás ansioso(a)? Si así es, ¿por qué no buscas otra forma de calmar esos sentimientos? Practica algún deporte o has ejercicio, sal a dar una buena caminata, alquila una película, fomenta el hábito de la lectura… ¡En fin! Sobran actividades que pueden alejarte del celular.
  • Contrólate. ¿Realmente tienes que contestar el teléfono cada vez que entra una llamada o un mensaje? Si estás en clase, por ejemplo, ¿por qué no lo pones en tu maletín en vez de sobre tu escritorio para evitar que te distraiga?
  • Ponte metas. En vez de revisar tu celular constantemente, procura verlo cada quince minutos primero, después cada treinta, cada cuarenta minutos… Limitar su uso, te dejará más tiempo para darle prioridad a cada cosa en su momento.
  • Limita los escenarios. Establece “zonas rojas” es decir, áreas en las que definitivamente no tendrás el celular contigo: la mesa del comedor, tu cama,  mientras caminas, el vehículo, el cuarto de baño… Evita sobre todo conversar, enviar o recibir mensajes de texto mientras conduces. Toda tu atención debe estar concentrada en el volante y en la carretera o autopista para evitar un accidente.  Como peatón también debes usar la prudencia: si cruzas la calle mientras conversas, a duras penas podrás prestar atención a un vehículo en movimiento o a cualquier obstáculo en la acera.

Recuerdaqueel teléfono celular es muy conveniente y tiene muchas ventajas, pero si limitas su uso, sobre todo a la hora de entrar a clases o cuando vas a estudiar más tarde, ya que si lo abusas, puede tener consecuencias negativas no sólo en tus estudios.  Llévalo a la medida necesaria y te proporcionará más beneficios.

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Imagen: ©Shutterstock / carballo

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