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Es comprensible que no puedas concentrarte y que tu rendimiento escolar se vea afectado si tus compañeros o compañeras en el colegio te acosan o te molestan. Si estás en esta situación, debes saber que está en tus manos resolver la situación: hay muchas cosas que puedes hacer y no necesitas estar solo(a) en este proceso. Esta es una llamada de aviso para ti y para tus padres: pide ayuda y busca una solución segura.

¡Ánimo! Las cosas pueden y van a mejorar. El soportar las burlas de tus compañeros o de otros chicos del colegio es muy difícil y puede ser doloroso. Hasta es posible que debas tolerar amenazas que pueden asustarte y hacer que llores una tarde completa o que pases la noche en vela angustiado y pensando en qué puedes hacer para evitarlos.

Si te está pasando algo así, entonces eres víctima de acosos e intimidaciones que pueden afectar no sólo tu estado de ánimo sino también tus calificaciones y incluso, el desarrollo de tu personalidad.

Un estudio reciente desarrollado por unos investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, ha encontrado que los adolescentes de secundaria que sufren acoso por parte de sus compañeros tienen retrocesos en sus calificaciones, en especial cuando se trata de los alumnos de origen afroamericano o latino, que son discriminados.

Para llegar a estos resultados, los investigadores compararon los índices académicos de 9.590 estudiantes de 580 secundarias de ese país, a los que se les preguntó si habían experimentado acoso en el décimo curso (primero de preparatoria). Así descubrieron que, comparado con quienes no fueron acosados, los niños acosados experimentaron un descenso de 0.049 puntos en su índice académico entre el noveno y el doceavo curso.

Además, según este estudio que fue presentado en la reunión anual de la Asociación Americana de Sociología (American Sociological Association), el efecto del acoso fue más notorio entre los estudiantes afroamericanos e hispanos con alto rendimiento. Por ejemplo, los estudiantes afroamericanos que tenían un índice académico de 3,5 en el noveno curso y fueron acosados en el décimo tuvieron un descenso de 0,3 puntos para el doceavo. El descenso fue de 0,5 puntos para los estudiantes hispanos que tenían un índice académico de 3,5 y que fueron acosados en el décimo curso.

Esta es una de las razones por las cuales debes estar alerta y tener el coraje de enfrentar situaciones difíciles o riesgosas, de las cuales muchas veces no podrás salir sin ayuda, ya sea de otro compañero y especialmente de los adultos como tus padres, tus profesores y los directores de tu colegio.

Recuerda que puedes ser acosado o intimidado de diferentes maneras, tanto en el mundo físico como a través de las redes sociales, donde fácilmente puedes quedar expuesto ante el resto de tus compañeros.

A veces, incluso, la intimidación puede confundirse con camaradería y en realidad no es más que presión. Por ejemplo, si tu grupo de amigos te insiste que hagas algo que no quieres hacer o se burlan de ti porque no le encuentras la gracia a algo que para ellos puede ser signo de poder en el colegio, como molestar a otro compañero tímido que acaba de ingresar al curso.

Recuerda que los verdaderos amigos comparten tus emociones contigo, sean buenas o malas, y te aceptan tal cual eres, no intentan imponerte sus gustos ni sus modos. Si estas sufriendo acosos e intimidaciones, o si tienes dudas al respecto, necesitas hablar con algún adulto al respecto, sobre todo si crees que puede haber lesiones o agresiones físicas.

En este último caso, si estás siendo intimidado de manera que la situación pueda volverse violenta físicamente, evita estar solo, rodéate de gente y únete a algún grupo que camine de regreso a sus casas al terminar las clases, o mantente cerca de amigos o compañeros de clase durante los momentos en que la intimidación suele ocurrir.

Otras cosas que puedes hacer para combatir la intimidación psicológica o verbal son:

  • Ignora al intimidador y aléjate. Esto no es de cobardes, por el contrario, a veces es más difícil mantener la calma que perder la paciencia y enfadarte, y los intimidadores se entusiasman al ver las reacciones de sus víctimas. Si lo ignoras, tarde o temprano se cansará de tratar de fastidiarte.
  • Camina con la cabeza en alto y bien erguido. Esto le hace saber al intimidador que no eres vulnerable.
  • No te enfades y, si puedes, prueba con el humor. El intimidador espera que te enojes y quiere controlar tus emociones, pero si reacciones de otra manera puedes sorprenderlo. Luego, resuelve tu enfado de otras maneras, por ejemplo haciendo ejercicio o escribiendo (y asegúrate de romper todas las notas que escribas cuando estás enfadado).
  • No uses la fuerza física. Así solamente estás demostrándole tu enfado y no sabes cuál será su reacción. Por el contrario, puedes defenderte de otras maneras, como tomando el control de la situación al alejarte o al ser firme en lo que haces.

Es difícil salir y evadir el acoso, pero no imposible. ¡No te desanimes! Si no puedes solo contra tus agresores, busca ayuda de otros compañeros y de los adultos. Confía la situación a tus padres, a tus profesores, al consejero de la escuela o al director de tu secundaria. Es muy importante que le informes a los adultos si sufres amenazas de muerte o cualquier otro tipo de agresión, y si sabes que alguien en tu colegio porta una arma de cualquier tipo que sea, inmediatamente déjales saber en el colegio. Eso no te convierte en “soplón”, al contrario, es posible que estés salvando una vida y puede ser la tuya o la de otro compañero del colegio. Apóyate en tu familia y en tus verdaderos amigos, aquéllos que te aceptan tal cual eres, los que te apoyan en las buenas y en las malas y los que te ayudan a ser y a sentirte mejor cada día.

Imágen © iStockphoto.com /omgimages

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