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Si tus niños sienten picazón en la piel, hormigueo en los labios, dolor estomacal o diarrea luego de comer maní (cacahuete o cacahuate), es posible que sufran de alergia a estas ricas semillas de origen suramericano. Para combatirla, un grupo de investigadores ha probado un tratamiento que podría lograr eliminar estas reacciones de una manera segura y efectiva. Aquí te contamos más detalles sobre este tipo de alergia y los nuevos esfuerzos para eliminarla.

A Tomasito siempre le ha encantado el maní en cualquiera de sus formas: como fruto seco, en mantequilla y en cualquier postre que lo contenga. Desde hace unos meses, empezó a tener reacciones alérgicas cada vez más severas cuando lo come. Por instrucciones de su alergista, su mamá se ha encargado de desterrar al cacahuete de su dieta, pero a él se le hace agua la boca nada más de imaginárselo.  ¿Cuándo puedo comerlo, mamá?, le pregunta a cada rato.

Para que los niños como Tomasito puedan seguir disfrutando las ventajas del maní (o el cacahuete), que es delicioso y muy nutritivo, los investigadores continúan buscando la forma de eliminar las reacciones alérgicas que pueden producir no sólo éste sino otros alimentos y hasta materiales con los que estamos en contacto directo en la vida diaria.

Así, en busca de soluciones, un grupo de investigadores del Centro Médico Universitario de Duke y del Hospital General de Massachusetts encontró un nuevo método que podría ayudar a disminuir la alergia al cacahuate o maní.

¿Cómo? Administrando pequeñas cantidades de extracto de maní debajo de la lengua de la persona alérgica, de manera controlada y durante un período de tiempo determinado. Usando este método, los investigadores encontraron que la resistencia a la proteína de estas semillas aumentó, lo cual permitiría tolerar al maní cuando, por ejemplo, el niño lo consume por error.

Una alergia es una reacción del sistema de defensas del organismo ante sustancias comunes, que en general no le provocan problemas a la mayoría de las personas. Así, por ejemplo, algunos niños pueden tener sarpullidos (erupciones), picazón, estornudos y hasta ataques de asma producidos por alergias al polen, el polvo, el pelo de los animales, las picaduras de insectos o algún alimento.

En general, las reacciones alérgicas a los alimentos se producen a los pocos minutos de haberlos ingerido. Solo en raras ocasiones aparecen luego de algunas horas. Sus síntomas pueden ser desde leves hasta graves e incluyen secreciones nasales, picazón de la piel, erupción o ronchas, hormigueo en la lengua o los labios, opresión en la garganta, voz ronca, silbidos con la respiración, tos, náuseas, vómitos, dolor estomacal y/o diarrea.

A veces, las reacciones del cuerpo frente a las comidas no son alergias provocadas por el sistema de defensas, sino que se trata de algo denominado “intolerancia alimenticia”, que en general no es grave. Las reacciones alérgicas a los alimentos, en cambio, sí pueden causar complicaciones graves, que hasta pueden provocar la muerte.

El cacahuate o maní, junto con los frutos secos, la leche y el huevo, es uno de los principales alimentos que puede ocasionar reacciones alérgicas en los niños. Por eso se continúan buscando soluciones para evitar o combatir esta alergia.

Por el momento, todavía no existe un tratamiento efectivo contra la alergia al maní, y si bien los investigadores aclaran que se necesitan más investigaciones al respecto, también destacan que estos nuevos hallazgos son prometedores, ya que brindan nuevos datos para elaborar tratamientos seguros y efectivos contra estas reacciones no deseadas.

Si tú o tu hijo son alérgicos, como Tomasito, al maní o a otro alimento, hay algunas medidas que debes seguir:

  1. Evita a toda costa consumir el alimento al que eres alérgica/o. En el caso de tu hijo, ni siquiera los compres o lo traigas a casa para que no lo ingiera por accidente.
  2. Si el niño va a la escuela, informa a la maestra y a la administración del colegio sobre las alergias del niño y cómo tratarlas.
  3. Lee cuidadosamente las etiquetas de los productos para comprobar que el niño o tú pueden consumirlos de forma segura.
  4. Si comen en un restaurante, infórmate sobre los ingredientes de los platillos.
  5. Lleva contigo los medicamentos del niño, y en particular un antihistamínico por si se presenta una reacción alérgica inesperada. Especialmente durante los viajes, aunque no exclusivamente. Pregúntale al doctor si es necesario que lleves contigo epinefrina, una inyección que se administra de forma subcutánea en casos severos de alergia (ya sea para ti o tu hijo).
  6. Si al niño o a ti les empieza a faltar el aire o se les dificulta respirar después de comer un alimento, llama inmediatamente a emergencia.  Si tienes la inyección de epinefrina, úsala hasta que llegue ayuda profesional o puedas trasladarte a un centro médico.

Ten presente que lo más importante es la prevención. Mientras tanto, ten confianza. La ciencia médica sigue avanzando para tratar de descubrir como prevenir este tipo de alergias y para que así no tengas que renunciar al delicioso maní.

Imagen © iStockphoto.com / Chris Fertnig

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