¡Estás apunto de vivir una de las experiencias más increíbles de la vida: el nacimiento de tu bebé! Aunque el parto es un momento lleno de emoción, es natural que a veces las cosas no salgan como lo pudiste haber soñado. A veces, el bebé necesita un poquito de ayuda para llegar al mundo, y es ahí donde entran las técnicas médicas de la asistencia al parto. Quizá pienses inmediatamente en la cesárea, pero existen otras opciones para un parto vaginal, como el uso de fórceps y ventosas. Debido a que estas técnicas muchas veces son malentendidas, queremos contarte sobre sus beneficios, riesgos y cuándo es adecuarlo utilizarlas. ¡Así empezarás el parto más tranquila y preparada!
El parto vaginal en muchas ocasiones requiere de ayuda extra, ya sea porque no hay contracciones, no son muy fuertes o porque tu bebé no se está moviendo adecuadamente a través del canal de parto. Aunque puede sonar un poco preocupante, los profesionales de la salud están entrenados en estas situaciones. Ellos usan medicamentos para inducir contracciones, o recurren a instrumentos diseñados para ‘guiar’ al bebé hacia la salida. Estos procedimientos son seguros cuando se realizan correctamente y más comunes de lo que crees: 1 de cada 8 partos lo puede necesitar.
Quizá te suenen, son unas grandes pinzas o cucharas que sostienen la cabeza del bebé suavemente mientras lo van guiando en la última etapa del canal del parto. Como si fueran unas largas manos. Son usados principalmente cuando:
Los fórceps son una valiosa herramienta, pero debe ser manejadas por un profesional experimentado. Aunque es poco común, el fórceps puede ocasionar complicaciones a la madre como lesiones vaginales, incontinencia urinaria temporal o sangrado
Otro instrumento que ha ganado popularidad es la ventosa. Consiste en una copa suave que se coloca en la cabeza del bebé, que, con un poco de succión, va ayudando al bebé a que se mueva a través del canal de parto. Puede ser útil en:
Al ser una ventosa, es usual que el bebé tenga pequeñas marcas temporales, que en general desaparecen rápidamente y no representan un problema a largo plazo.
La mayoría, si no todos, de los profesionales de la salud coinciden en que, para el bienestar del bebé, salvo complicaciones, el parto vaginal es preferible a la cesárea (en estos artículos puedes profundizar). Optar por el parto asistido en lugar de una cesárea de emergencia tiene varios beneficios como evitar una cirugía mayor y acelerar el proceso del parto. Esto puede ser importante para aquellas madres que deseen una recuperación rápida y menos invasiva. Aunque, al final la prioridad está en la salud y seguridad de la madre y el bebé.
Es natural tener preocupaciones sobre el parto asistido. Tales como:
Para sentirse más preparada y tranquila ante la posibilidad de un parto asistido recuerda tener una conversación fluida con el médico y pedirle en todo momento que te señale que opciones existen. Recuerda que cada parto es distinto y puede cambiar rápidamente. Además mantente siempre estar informada, así tendrás la confianza necesaria. Y finalmente recuerda que, al final, los profesionales están capacitados y siempre querrán lo mejor para el bebé.
Por Carlos Diego Ibáñez
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