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  • La fístula obstétrica es una abertura anormal entre la vagina y el recto o vejiga a causa de un trabajo de parto sin acceso a atención médica adecuada. Si el bebé por mucho tiempo presiona el canal de parto impidiendo la irrigación sanguínea es posible que el tejido muera generando este daño.
  • Una fístula obstétrica produce incontinencia urinaria o fecal que puede llegar a ser irreversible. La carga psicológica y física es enorme para la madre.
  • Debido a que una fístula obstétrica se produce debido a un debilitamiento del canal de parto y una falta de irrigación sanguínea de esta por un parto prolongado es necesario contar con el apoyo y seguimiento médico durante el embarazo. Especialmente si se reconocen dificultades en el canal de parto que pueden incluir inflamación por alguna enfermedad o una edad reducida de la madre.

Ana, una mujer de una comunidad rural en Guatemala, experimentó un trabajo de parto que duró tres días. Sin acceso a un hospital cercano, finalmente dio a luz, pero desarrolló heridas en su vagina, llamadas fístulas obstétricas, que le impedían contener la orina y las heces porque escapaban por su canal de parto. Esta historia es la de muchas mujeres que debido a una falta de apoyo obstétrico o una cesárea tuvieron que sufrir incluso de por vida. En este artículo exploraremos sus causas, síntomas y opciones de tratamiento, para que así podamos conocer el impacto que tiene la falta de tratamiento o una prevención adecuada.

Un padecimiento poco conocido

Cuando el trabajo de parto dura más de lo esperado es posible que se generen daños en forma de aperturas anormales entre la vagina y el recto o la vejiga.  Esta condición, llamada fístula obstétrica, ocurre cuando el bebé por un tiempo prolongado presiona el canal de parto dejándolo sin irrigación sanguínea mientras trata de nacer. Eventualmente, los tejidos sin oxígeno mueren, generan necrosis y se rompen generando esta conexión anormal que se conoce como fístula.

Operaciones ginecológicas no relacionadas con un parto, como una extirpación de estructuras genitales o histerectomía, son la principal causa de fístulas obstétricas en los países desarrollados.

En relación a la causada por el parto algunos de los factores de riesgo son:

  • Falta de atención médica durante el trabajo de parto. Especialmente en aquellos que duran muchas horas o días.
  • Edad temprana del primer parto. El Dr. Lewis Wall, del departamento de Obstétrica y ginecología de la Escuela de Medicina de Washington en Saint Luis señala que “la mayoría de las fístulas ocurren por una discrepancia entre el tamaño del bebé y el espacio disponible en la pelvis”. Lo que puede ocurrir también en las personas sobre los 40.
  • Inflamación. La enfermedad inflamatoria intestinal, daños en la pelvis, cáncer, entre otros.
  • El uso incorrecto de aparatos gineco-obstétricos durante el parto

Los efectos son devastadores

La fisura generalmente incluso cuando se cicatriza no cierra del todo. Eso se traduce en un acceso directo entre la vejiga y/o el recto con la vagina produciendo incontinencia continua, al haber filtrados de orinas y/o heces. Además, otros síntomas son:

  • Irritaciones e infecciones recurrentes: La piel vaginal constantemente en contacto con la orina y/o heces está predispuesta a verse afectada.
  • Dolor en las relaciones sexuales. Es posible que nunca pueda curarse del todo la fístula, lo que lleva problemas sexuales y en los futuros partos.
  • Depresión y aislamiento social.
  • Pérdida del bebé si no es tratado debido a la asfixia por la que puede pasar durante un trabajo de parto prolongado.

Este padecimiento es física y emocionalmente debilitante, afectando profundamente la calidad de vida de las mujeres que lo padecen. De acuerdo a las Naciones Unidas más de medio millón de mujeres viven con fístulas obstétricas en el mundo y, aunque se ha logrado reducir enormemente, todavía son muchas las personas que lo sufren en nuestro continente.

Tratamiento y recuperación

Aunque muchas veces no viene a lugar, la cesaría muchas veces salva la vida de los bebés y la madre. Si la musculatura no está preparada, es posible que la cesárea sea la mejor opción”, apunta Alejandra Sánchez, fisioterapeuta y doula especialista en ejercicios durante el embarazo y postparto. Efectivamente si los obstetras y ginecólogos reconocen la posibilidad de que ocurra una fístula será necesario agendar una cesárea.

Pero, “es posible dentro de los primeros 3 meses desde la aparición de la fístula, usando desde el inicio catéteres, realizar quirúrgicamente una reconstrucción. Pero solo 8 de cada 10 casos recuperan su función de continencia”, apunta el Dr. Lewis.

Para poder reducir el enorme efecto que significa en la sociedad y las familias esta condición que puede ser prevenible, de acuerdo a la ONU, es necesario:

  • Mejorar el acceso a la atención obstétrica. Lo que también significa visitar a los profesionales durante el embarazo y no solo acudir al término de este.
  • Educarnos de lo que puede significar una labor de parto que dure mucho tiempo y buscar ayuda médica cuanto antes.
  • Una buena nutrición puede asegurar una pronta recuperación o que la fístula sea menor.
  • Bajo ningún aspecto buscar un embarazo joven ya que las complicaciones por falta de desarrollo corporal son muchas.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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