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Aunque tenga un nombre extraño, el melanoma se ha vuelto tristemente célebre debido al aumento del cáncer de la piel en las últimas décadas. Aquí te explicamos de qué se trata este enemigo mortal.

La melanina es el pigmento que le da el color a tu piel. Cuando el cáncer afecta sus células, se produce el melanoma, considerado como el tipo de cáncer de la piel más grave. Hay algo que probablemente mucha gente no sabe, y es que el melanoma también puede formarse en los ojos, debajo de las uñas y ocasionalmente en los órganos internos como el tracto intestinal y los genitales.  Este tipo de melanoma o cáncer de la piel es más común en personas de piel oscura.

Sin embargo, es mucho más común que el melanoma se dé en áreas que han sido expuestas al sol como la cara, los brazos, las piernas y la espalda.

También puede aparecer en las plantas de los pies o en la palma de las manos. Si bien la causa del melanoma aún es objeto de estudio, se sabe que los rayos ultravioleta (UV) que vienen del sol y también la radiación de las camas bronceadoras, incrementan el riesgo de desarrollar el melanoma.

Por eso, parece obvia la respuesta a la pregunta ¿cómo se puede prevenir el melanoma? Como con cualquier tipo de cáncer de la piel, limitando tu exposición al sol y protegiéndote de los rayos UV cuando tengas que exponerte. Usar bloqueador solar superior a 15 SPF (que se refiere al factor de protección por sus iniciales en inglés) y ropa que te resguarde del sol, es una forma de prevenir el melanoma. Recuerda que los rayos solares son más fuertes entre las 10 am y las 4 pm. Trata de evitar exponerte al sol durante esas horas.

También es ideal que estés pendiente de cualquier cambio que tengas en la piel. Esta puede ser la clave para detectar a tiempo el melanoma y poder tratarlo con éxito. Los siguientes son los síntomas del melanoma:

  • Cambios en un lunar existente. Los lunares normales por lo general son de un solo color como café o negro, con un borde que demarca claramente su separación de la piel. Usualmente son ovalados o redondos.
  • Desarrollo de un nuevo lunar o algún tipo de crecimiento en la piel que luce fuera de lo común. Debes estar atento a: lunares asimétricos, con bordes irregulares, con un color de varios tonos (que no es parejo) y que cambian con el tiempo.  Si tu lunar sangra o te produce comezón o picazón, también puede ser un síntoma de cáncer de piel.

Si observas cualquiera de estos síntomas, consulta a un dermatólogo de inmediato. Podría tratarse de un melanoma, un tipo de cáncer de la piel que puede ser muy grave, pero que si se detecta a tiempo, es altamente tratable.

 

Imagen © iStock / dnberty

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