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Muchos hombres me escriben preguntando por la enfermedad del hígado graso. Quieren saber qué es, si afecta más a los hombres y cuál es su relación con la cirrosis. Este artículo puede ayudarles a resolver algunas de sus dudas.

“Hígado graso” significa literalmente que tu hígado está acumulando grasa (ácidos grasos y triglicéridos) en sus células. El término médico es Esteatosis Hepática. Es un problema metabólico muy común, tanto en los hombres como en las mujeres, y se debe a que tu hígado no puede asimilar (procesar) las grasas correctamente y las acumula.

Las enfermedades del hígado graso se dividen en dos: las que son causadas por el consumo de bebidas alcohólicas y las que no. La cirrosis, por ejemplo, es un tipo de enfermedad del hígado graso causado en la mayoría de los casos por el exceso de alcohol, especialmente en Estados Unidos, pero algunas personas desarrollan cirrosis debido al hígado graso sin consumir alcohol.

En este artículo vamos a hablar de la Enfermedad del hígado graso no alcohólico. ¿Qué causa este problema? Aún no se sabe exactamente. Pero hay ciertas condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad:

Generalmente, la acumulación de grasa en el hígado, cuando no es excesiva, no causa problemas de salud significativos ni provoca síntomas graves. Muchas veces es un hallazgo durante un examen médico de rutina. Los síntomas, cuando se presentan, pueden incluir: cansancio, dolor en la parte superior del estómago y pérdida de peso.

El problema surge cuando la acumulación de grasa empieza a causar inflamación del hígado. O cuando se genera fibrosis (tejido de cicatrización) en los tejidos, que hace que el hígado se endurezca y no pueda funcionar bien. La enfermedad del hígado graso o Esteatohepatitis no alcohólica entonces puede ser mucho más grave, ya que con el tiempo, la acumulación de grasa en el hígado puede provocar cirrosis e insuficiencia hepática (falla en su funcionamiento).

No hay que esperarse a que cause síntomas para prestarle atención. No existen medicinas que remuevan la grasa. No existen suplementos naturales tampoco. Los estudios con vitaminas también han sido desalentadores. Hay que obtener las vitaminas de los alimentos. En este momento, fuera de remover estímulos externos tóxicos si se demuestra un pesticida, por ejemplo, en la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en un cambio en nuestro estilo de vida y alimentación y en controlar los factores a nuestro alcance para evitar complicaciones.

El tratamiento generalmente consiste en perder peso gradualmente (una a dos libras a la semana) si se está en sobrepeso. Nunca a base de vitaminas, polvos, suplementos o dietas de moda. Hay que tener mucho cuidado con todo lo que se consume que pasa por el hígado. No tomar bebidas alcohólicas. Llevar una alimentación saludable rica en frutas y vegetales y baja en grasas, especialmente grasas saturadas y azúcares refinados (los pastelitos, las golosinas, los postres). Hacer ejercicio regularmente.  Controlar la diabetes, el colesterol, los triglicéridos y la presión arterial, tomando los medicamentos que te recete tu médico, si es necesario.

Si crees que tienes problemas con tu hígado, o crees que tienes riesgo de sufrir de hígado graso, consulta con tu médico y empieza a cuidarte desde ya. El hígado es un órgano de vital importancia en tu organismo. Préstale la atención que se merece para estar sano.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Yuri Arcurs

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