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  • El retraso en el diagnóstico, que puede llegar a los ocho años, sigue siendo uno de los principales retos a afrontar
  • La ausencia de avances científicos significativos para su tratamiento hace que muchas mujeres convivan con un dolor que puede ser incapacitante
  • Se estima que entre un 30 y un 40% de las mujeres con endometriosis pueden tener dificultades para quedarse embarazadas

La endometriosis es una enfermedad crónica, benigna, inflamatoria y dependiente de estrógenos que se produce cuando el tejido del endometrio o revestimiento del útero, se implanta en otras partes del organismo. De acuerdo con las cifras de la Asociación Mundial de Endometriosis, 176 millones de mujeres en todo el mundo la padecen y puede afectar a más del 11 % de las mujeres estadounidenses de entre 15 y 44 años, siendo es especialmente común entre mujeres de entre 30 y 40 años.

Sin embargo, y a pesar de esta alta incidencia, con cifras similares a patologías como la diabetes o la migraña, en los últimos años apenas se han producido avances científicos significativos para su tratamiento. A esto se debe sumar también un importante retraso en su diagnóstico. “Este retraso sigue siendo un gran reto todavía. Aunque cada vez se habla más de ella, aún persiste la idea, tanto en pacientes como en algún médico, de que el dolor de regla es algo normal”, explica la Dra. Alicia Gutiérrez Alaguero, ginecóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, España, quien añade que el diagnóstico puede llegar a demorarse hasta ocho años.

En esto influye, sin duda, que muchas veces se trivializan los síntomas de esta enfermedad, siendo quizás el más común de todos el dolor durante la regla. Se trata de un síntoma que suele presentarse muy pronto, por lo que el retraso en el diagnóstico está justificado y tiene muchas veces más que ver con el tabú a hablar todavía de la menstruación y lo que la rodea en nuestra sociedad.

Mejoras en los últimos años, pero pocas

A pesar de esto, lo cierto es que en los últimos años se ha mejorado la comunicación respecto a la endometriosis. “Desde el punto de vista clínico, cada vez hay más congresos y cursos específicos para la formación de especialistas que pretenden mejorar la asistencia a estos pacientes. Aun así, tenemos que seguir avanzando en la información y la formación para que deje ser una enfermedad silenciosa”, explica la ginecóloga.

Sin embargo, estos avances todavía no son suficientes según muchos expertos. La falta de interés en el estudio de esta enfermedad ha hecho que hoy en día no se cuente con avances especialmente significativos en cuanto a su tratamiento y quienes padecen esta enfermedad pueden llegar a padecer: 

  • Fuertes cólicos menstruales que no mejoran con analgésicos.
  • Intensos dolores pélvicos.
  • Fuertes e incómodas molestias al tener relaciones sexuales.
  • Dolor y pinchazos en el vientre al orinar o defecar.
  • Vómitos.
  • Desmayos.

Dificultad del embarazo

La endometriosis es una enfermedad que suele ser más común en las mujeres de entre 30 y 40 años, una edad en la que muchas de ellas están planteándose todavía tener hijos ¿Puede llegar a afectar esta patología al embarazo? La respuesta es que sí, ya que se estima que entre el 30 y el 40 % de las mujeres con esta enfermedad puede tener dificultades para la concepción. 

Es una enfermedad que puede alterar la fertilidad por varios motivos: 

  • Se produce una inflamación dentro del abdomen que impide la unión entre el óvulo y el espermatozoide. 
  • Las adherencias (el tejido endometrial) pélvicas obstruyen o impiden el movimiento normal de las trompas. 
  • Impide la ovulación y la fabricación de estrógeno y progesterona. 

Además, al tratarse de una enfermedad es crónica, puede empeorar con el tiempo al ir destruyendo cada vez más tejido ovárico hasta que sea casi imposible el embarazo. 

¿Existen tratamientos?

Aunque no se haya producido grandes avances en el desarrollo de nuevos tratamientos, lo cierto es que sí que existen diferentes alternativas y es muy importante tener en cuenta las características de cada mujer antes de tomar una decisión. “Es muy importante entender lo que la paciente quiere y lo que necesita. Hay que hablar con ella sobre su sintomatología, sus deseos de ser madre o sus miedos a utilizar según que tratamientos. Debemos realizar un plan personalizado para toda la vida fértil de la paciente, ya que estamos hablando de una enfermedad crónica que la acompañara durante todo este tiempo y la sintomatología y las prioridades puede cambiar”, explica la Dra. Gutiérrez.

De esta forma, en la actualidad existen estos dos tipos de tratamientos:

  • Tratamientos hormonales, que abordan el origen de la enfermedad, al actuar sobre los receptores hormonales del tejido endometrial que aparece fuera de su lugar habitual y que es el que genera la reacción inflamatoria.
  • Tratamientos antiinflamatorios y analgésicos en diferentes escalas, pudiendo llegar a recurrir a técnicas más intervencionistas de alivio, como infiltraciones o bloqueos nerviosos.

Cuando ninguno de estos tratamientos resulta eficaz, existe un último recurso que es la cirugía. “Hay que hacer un buen estudio prequirúrgico de la paciente, identificar todas las localizaciones de la enfermedad y planificar muy bien la intervención”, comenta la ginecóloga, que incide en que estas operaciones son delicadas.

Dieta y endometriosis

Cuando hablamos de dieta para calmar o disminuir los síntomas de la endometriosis hay que advertir a la paciente de que, aunque la gran mayoría de las mujeres aseguran que sus molestias y dolores mejoran con una dieta antiinflamatoria y antioxidante, también es cierto que aún no hay evidencia científica que lo vincule. 

La relación entre la alimentación y la endometriosis ha sido ampliamente estudiada, pero al hacer estudios por alimentos o nutrientes aislados se han producido conclusiones dispares y algunas contradicciones. “Siempre que sea dentro de una estrategia multidisciplinar para tratar la enfermedad, y que no se deje de lado el tratamiento médico que recete el ginecólogo, la dieta, así como la actividad física adaptada a cada persona y una vida sin estrés ni contaminantes, siempre se recomiendan”, añade la Dra. Alicia Gutiérrez.

 

Por Miguel Ramudo
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