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iStock_000001561085XSmall_HogogoLas personas albinas, de piel muy pálida y cabello muy claro, casi blanco, sufren de una condición hereditaria que afecta la manera que el cuerpo produce y distribuye la melanina, un pigmento que varía del amarillo parduzco al café o negro, y que en los humanos sirve, principalmente, para protegernos de las radiaciones solares.  Lo que muchos no saben es que la falta de melanina afecta además el desarrollo y el funcionamiento de los ojos. Aquí te damos más detalles.

Cuando vas a la playa o a la piscina (o alberca) y tu piel se broncea, lo hace gracias a la melanina, un pigmento producido en las células cutáneas (de la piel) llamadas melanocitos. Quizás te sientas orgullosa(o) de tu bronceado, pero la melanina no oscurece tu piel por cuestiones estéticas, sino para protegerla de los rayos ultravioletas del sol.  A la melanina también le debes tu color particular de piel, de cabello y hasta de los ojos.  No todas las personas producen melanina en la misma proporción ni con la misma eficiencia.  Debido a una mutación genética que se transmite de los padres a los hijos, conocida como albinismo, se afecta el proceso de la producción y de la distribución de la melanina. Por ese motivo, muchas personas tienen poca o ninguna pigmentación (o color) en la piel, el cabello y en los ojos.

Hay dos categorías de albinismo y ambas pueden causar problemas en la visión.  El más obvio es el albinismo oculocutáneo (AOC)  que provoca que las personas tengan menos pigmentación en los ojos, la piel y el cabello. El albinismo ocular, por su parte, afecta principalmente, los ojos, sin que necesariamente la piel y el cabello muestren señales de falta de pigmentación. En muchos casos, los problemas visuales son la primera señal de ese tipo de albinismo, y por esa razón, hay que estar informado.

¿Cómo afecta a los ojos el albinismo ocular?

Un área de la retina, llamada fóvea, que es la que da agudeza visual, (es decir, la que permite ver los objetos con precisión y claridad), no se desarrolla bien durante el embarazo cuando falta la melanina. El albinismo ocular también afecta a los nervios que van de la parte trasera del ojo hasta el cerebro, haciendo que no sigan la ruta correcta. ¿Qué pasa entonces con la visión? Pues que pueden presentarse los problemas o deficiencias siguientes:

  • Se reduce la agudeza visual (la capacidad de percibir, detectar o identificar objetos con unas condiciones buenas de iluminación). Una agudeza visual reducida produce problemas en la escuela (los niños pueden tener dificultades para leer el pizarrón) y puede impedirles hasta participar en los deportes u otras actividades físicas.  A los adultos, por su parte, los incapacita para conducir con seguridad.
  • Provoca un movimiento irregular y rápido de los ojos de lado a lado, lo que se conoce como Nistagmus.
  • Estrabismo, una falta de control de los músculos de los ojos (los ojos se cruzan o se mueven sin control).
  • Los ojos son más sensibles al resplandor y a las luces muy intensas.
  • Problemas de la visión o ceguera funcional.

¿Y cómo se trata?

El albinismo ocular, al ser una condición genética no tiene tratamiento en sí, pero los defectos que ocasiona si pueden tener mejoría. Y cuanto antes se atiendan, mejor, para incrementar la calidad de vida de la persona, especialmente si se trata de un niño, puesto que la falta de visión y el estrabismo, pueden causar problemas de aprendizaje y una autoestima baja.

Estas son algunas de las soluciones más exitosas:

  • Cirugía: en el caso del estrabismo puede ser de gran ayuda. Aunque no pueda corregir completamente la coordinación de los ojos, sí puede aumentar el campo de visión de los ojos cruzados, además de mejorar la imagen y la apariencia, lo que eleva la autoestima de la persona.
  • Uso de lentes o gafas (espejuelos), de acuerdo a la deficiencia de agudeza visual. En casos muy agudos, los lentes o gafas con telescopios montados pueden aumentar la visión de cerca y de lejos, tanto para los niños como para los adultos.
  • Uso de lentes de contacto: éstos pueden ofrecer corrección adicional a la escasez de visión que no se puede lograr con las gafas regulares.
  • Ajustes en el medio ambiente: uso de lupas en el hogar o en el colegio o mejoras en la iluminación, sentarse más cerca del pizarrón, entre otras.

Si existen grupos de apoyo en la comunidad, el paciente con albinismo puede encontrar en ellos gran alivio a sus frustraciones, ya que se sentirá menos aislado y puede compartir sus experiencias con otros que se encuentra en condiciones similares.

Los maestros y los cuidadores del niño también pueden contribuir a la mejoría, haciendo que el niño disfrute de un entorno seguro, bien iluminado, en el que no se sienta aislado ni menospreciado por su condición.  El oftalmólogo o el pediatra pueden brindarle más información y ayuda, en cualquier lugar o país donde vivan.  La herencia genética no puede cambiarse pero sí la manera en la que enfrentamos sus consecuencias.  El albinismo ocular no es la excepción.  Si ocurre en tu familia, ya sabes cómo afecta a la persona y lo que puedes hacer.

Imagen © iStockphoto.com / Hogogo

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