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Es lo que indica un estudio, que contradice la norma previamente establecida de dos limpiezas profesionales anuales como mínimo. La reducción, sin embargo, no es recomendable en todos los casos. Entérate aquí  de las razones, en qué consiste una buena limpieza dental, y si podrías ser de los que necesitan más de una al año…

Aunque te cepilles los dientes y uses el hilo dental a diario, si quieres conservar tu dentadura en buenas condiciones, es imprescindible que visites al dentista regularmente para una limpieza profesional.

Generalmente, se había recomendado una limpieza profesional, en la consulta del dentista, cada seis meses. Pero el profesor William Giannobile, profesor de odontología e ingeniería biomédica de la Universidad de Michigan y autor del estudio, dice que por más de 50 años se han recomendado dos limpiezas dentales anuales sin pruebas que avalen esa afirmación.

El estudio en cuestión, publicado en línea en la revista Journal of Dental Research, mostró que una limpieza al año es probablemente suficiente para los pacientes, siempre que no tengan factores de riesgo.

Sin embargo, si tienen uno o más factores de riesgo, sí deben ir al dentista para una limpieza al menos dos veces al año y tal vez más.

En el estudio se revisaron los datos de más de 5,100 personas adultas que fueron al dentista regularmente durante 16 años seguidos, sin antecedentes de enfermedades en las encías (gingivitis o periodontitis). Estas personas se hacían una o dos limpiezas al año.

Los investigadores examinaron la relación de los participantes entre la frecuencia de las limpiezas dentales y la pérdida de dientes a largo plazo. Observaron también tres factores claves de riesgo en las enfermedades de las encías: el hábito de fumar, la diabetes y la genética.

Las personas con uno o más factores de riesgo se beneficiaron significativamente de dos limpiezas al año. Las que tenía dos o tres factores de riesgos podrían necesitar más de dos limpiezas al año. Pero las personas sin ningún factor de riesgo parecían tener suficiente con una limpieza al año.

¿En qué consiste una limpieza profesional?

Por medio de estas limpiezas, que se llevan a cabo en el consultorio del dentista, se remueve la placa bacteriana (una película blanca que se pega a los dientes) y el sarro o cálculo dental, que no se eliminan con las limpiezas caseras. Si dejas que estas sustancias se acumulen en tus dientes, creas las condiciones para que la bacteria se desarrolle hasta las encías. El resultado es la pérdida de dientes a largo plazo.

Con la limpieza profesional también se eliminan o se atenúan las manchas en los dientes.

El dentista remueve la placa y los depósitos de sarro en los dientes “raspándolos” con instrumentos manuales, o usando instrumentos ultrasónicos, que los “arrancan” por medio de la vibración. Una vez que los dientes están bien limpios, se pulen y quedan muy lisos y con un acabado brillante. El último paso de la limpieza es el tratamiento de fluoruro.

El propósito de limpiar y pulir los dientes es dejar la superficie de los dientes súper limpia y lisa, para que la bacteria no pueda pegarse a ella. Si te la haces con la frecuencia necesaria según tus condiciones bucales, podrás mantener tu dentadura en condiciones óptimas con el cuidado regular que le das en casa entre una y otra limpieza.

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Imagen © iStock / Lucky Business

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