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iStock_000021110559XSmall_DandamanwaschEs normal que durante la adolescencia, todas las hormonas del cuerpo se despierten y las glándulas sudoríparas se vuelvan más activas. Eso explica que sudes más y que tu olor sea fuerte y pueda causarte vergüenza. Aquí te cuento qué puedes hacer para que combatas el olor corporal tan común en la pubertad.

Luis va todos los días al gimnasio porque a sus 17 años, le encanta estar activo y en forma. Pero desde hace unos días no ha querido regresar porque los administradores del gimnasio le dijeron que habían recibido quejas porque su olor corporal es muy fuerte y debe hacer algo al respecto. Luis se muere de la vergüenza, pero al mismo tiempo piensa que sudar es normal, especialmente en un gimnasio. De todas maneras, está muy acomplejado con su olor a sudor y no sabe qué hacer al respecto.

Para tranquilizar a Luis y a todos los adolescentes, en especial a los varones, que se sienten avergonzados por su olor corporal, tengo que decirles que el sudar no es malo y que además, el olor es normal. Recuerda que el sudar es producto del mecanismo de enfriamiento que tiene el cuerpo para refrescarse cuando hace mucho calor: ya sea en el verano, cuando haces ejercicio o cuando tienes fiebre.

Durante la adolescencia o la pubertad, el sudor es algo muy frecuente. Ya sea cuando haces ejercicio, si tienes calor o simplemente si estás nervioso(a) porque tienes que hablar delante de toda tu clase o quieres sacar a bailar a la chica que te gusta.

Esto sucede porque las glándulas sudoríparas se activan en especial en las axilas, los genitales, las manos y los pies. No es coincidencia que sea, precisamente de esas áreas de donde emane el olor que puede avergonzarte, y que no hayas encontrado un desodorante apropiado o que incluso tus zapatos apesten.

Además de la activación de las glándulas sudoríparas, los cambios hormonales que se presentan en la adolescencia causan que el sudor tome un olor fuerte. En realidad, el sudor por sí mismo carece de olor. La razón por la que huele es que entra en contacto con bacterias que se encuentran en la piel, las cuales encuentran el terreno perfecto en el sudor para crecer y multiplicarse. Aunque suene desagradable, ¡ésa es la razón!

Por supuesto, no todas las personas tienen el mismo olor corporal porque éste tiene mucho que ver con lo que comes, si tienes alguna enfermedad, si tomas medicamentos, y otros aspectos de tu estilo de vida.

De cualquier modo, ¡no te desanimes! No eres el único o la única adolescente que está pasando por esto. Tampoco es algo que durará toda la vida. Y lo mejor de todo, es que puedes tomar medidas para evitar que tu olor corporal te avergüence ante los demás:

  • Báñate todos los días, incluso si tienes que hacerlo más de una vez.
  • Sécate bien las axilas, los pies, las manos y el área genital.
  • Usa un antitranspirante, que a diferencia del desodorante, no sólo enmascara el olor, sino que literalmente reduce el sudor. Te aconsejo que lo uses de noche cuando te vas a dormir y no estás sudando. Si lo usas cuando te bañas y sales para empezar a sudar, el mismo sudor eliminará su efecto porque no ha tenido tiempo de actuar.
  • Usa desodorante para ayudar a disimular el olor de las axilas. Para los pies, usa talcos desodorantes que ayudan a mantenerlos secos y a evitar la propagación de las bacterias, que al estar en contacto con el sudor, producen el mal olor.
  • Puedes frotarte las partes que sudan más con una tela con una solución preparada con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada): 1 cucharadita de peróxido por una taza de agua. Esto ayuda a matar las bacterias.
  • Presta atención a tu dieta. Si comes ajos, cebollas y curry que huelen fuerte, puedes oler fuerte tu también.
  • Elige ropa de materiales que te mantengan fresco. El algodón y las fibras naturales son ideales. Cámbiate de ropa y lávala para que no acumule mal olor.
  • No dejes la ropa sudada en el casillero y no te la vuelvas a poner sin lavar. Siempre comienza tu sesión de ejercicio con ropa limpia.
  • Lleva un equipo de limpieza siempre contigo: desodorante, talcos, pañitos húmedos para limpiar tus axilas y algún cambio de ropa si es que vas a estar fuera de la casa por varias horas.
  • Si aún así sudas excesivamente y el olor es persistente, consulta con tu médico. El o ella te podría recetar algo más fuerte para combatirlo o puede averiguar si el exceso de sudor se debe a alguna otra causa médica a la que hay que prestarle atención.

De cualquier manera, recuerda que la adolescencia trae cambios por los que todos hemos pasado y no te aflijas si tu sudor huele mal. Ya sabes que puedes tomar medidas para combatirlo y para sentirte más fresco(a).

Imagen © iStockphoto.com / Andrew Helwich

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