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10 consejos para ponerte en movimiento

¿Tienes sobrepeso y crees que no puedes hacer ejercicio? ¿Consideras que tienes limitaciones para poner tu cuerpo en movimiento? Lo más probable es que esas sean sólo excusas. El ejercicio físico es saludable para todo tipo de personas. Incluso a ti, con esas libras o kilos de más, te ayudará a perder peso, reducir el riesgo de contraer algunas enfermedades, disminuir el estrés y mejorar tu calidad de vida en general. Descubre cómo en este artículo.

Laura se sorprendió cuando José Luis la sacó a bailar en el la fiesta que hicieron después de salir del trabajo. No se lo imaginaba de otra forma que no fuera tecleando frente a la pantalla fantásticas historias de ciencia ficción o leyendo las últimas noticias tecnológicas que se publican en el mundo. Su colega sigue haciendo todo eso, pero hace unos meses decidió comenzar a tomar clases de Zumba: “fui para darle el gusto a alguien que me insistía mucho. La primera clase fue un desastre, hacía todo al revés y siempre estaba a destiempo, la segunda fue mejor y poco a poco empecé a notar que podía dominar los movimientos de mi cuerpo”, recuerda José Luis y sonríe: “Ahora, cuando alguien nuevo se suma al grupo, me veo al espejo en aquel primer día y me sigo sorprendiendo de cuánto he avanzado”.

Luego de unos meses ejercitando, José Luis no sólo le da respiro a su teclado sino también a su cuerpo: recuperó movilidad, perdió más de 20 kilos (44 libras), ganó buen humor y sumó a sus clases de gimnasia 1 hora de caminata diaria. Y este es sólo el comienzo. Está feliz con los cambios que nota en su cuerpo y pretende seguir perdiendo kilos o libras acompañando la gimnasia con una alimentación más sana – claro – y, sobre todo, adoptando nuevos hábitos, que al final mejoran su autoestima y potencian su creatividad.

¿Y tú creías que con tus kilos de más no podías ejercitarte? ¿Acaso hay un límite para el ejercicio y el entretenimiento? En general no. Una vez conocí a una profesora de tango que era obesa y realmente “le sacaba brillo al piso”. El baile es otra alternativa sumamente divertida para quienes quieren combatir al sedentarismo. ¡Anímate! Busca ropa cómoda, elige qué y dónde y ponte en movimiento. Otras alternativas para ejercitarte pueden ser actividades acuáticas, como natación, bicicleta fija y yoga o ejercicios de estiramiento, sin olvidar tareas cotidianas como subir y bajar escaleras, limpiar la casa, ocuparse del jardín, lavar el auto y todas aquellas que impliquen poner el cuerpo en movimiento.

Recuerda que debes empezar siempre realizando movimientos lentos, hasta que los músculos entren en calor, y que la idea no es hacer todo de golpe sino que el ejercicio debe ser gradual.

Poco a poco irás notando los beneficios de la actividad física, que no sólo te ayuda a quemar calorías y a perder peso sino que además reduce el riesgo de sufrir enfermedades y ataques cardíacos, hipertensión (presión alta) y diabetes tipo 2. Paralelamente, la actividad física mejora tu fuerza, músculos, huesos y coordinación (como le ha ocurrido a José Luis), y de ese modo eleva tu calidad de vida facilitando todas tus tareas cotidianas, como subir un piso por las escaleras, atarte los cordones de los zapatos e incluso dormir mejor. Y si todo esto todavía no te convence, recuerda que el ejercicio también tiene beneficios psicológicos; por ejemplo, te ayuda a elevar la autoestima, mejora el humor y combate el stress.

Ahora que estás considerando la posibilidad de ejercitarte, aquí tienes 10 consejos para que no abandones la idea:

1.  Confía en ti mismo y ten en cuenta que cada pequeño paso se suma para obtener grandes resultados con el tiempo.

2.  Proponte alcanzar objetivos que sean posibles, no ideales. Por ejemplo, puedes comenzar ejercitándote de 5 a 10 minutos algunas veces por semana y luego ir agregando actividades a medida que vayas concretando ese propósito.

3.  Puedes ejercitarte en todo momento, moviendo tus pies mientras esperas que el microondas termine de calentar la comida, reemplazando el ascensor por las escaleras, durante los descansos en la oficina, etc.

4.  Si puedes, utiliza un cuenta-pasos durante el día para corroborar la cantidad de pasos que das y proponte incrementarlos un poco más cada día.

5.  Programa pequeños descansos de 10 a 15 minutos durante el día, para hacer alguna actividad física.

6.  No te exijas demasiado, el ejercicio debe sentirse cómodo. Y si tienes alguna limitación de salud, lo mejor es consultar con tu médico antes de comenzar una rutina de ejercicios.

7.  No te desanimes si no te gusta la actividad que elegiste. Prueba distintas alternativas para ejercitarte, hasta que encuentres la que más te divierta.

8.  Si lo prefieres, escucha música de tu agrado, puede ser estimulante a la hora de ejercitarte.

9.  Trata de buscar a alguien que comparta el ejercicio contigo, siempre es más divertido cuando lo haces con amigos.

10.  Por último, lleva un diario y anota tu progreso. ¡Te sorprenderá cuando veas los resultados!

Ahora sí, ponte en movimiento y no te desanimes si no puedes realizar algún ejercicio en particular. Sigue probando y enorgullécete de cada logro, por pequeño que sea. Haz un compromiso contigo mismo para mantener y en lo posible incrementar tu nivel de actividad, aunque sean unos pocos minutos por día. Convierte al ejercicio en una rutina diaria y no te olvides de divertirte.

¡Recuerda! El sobrepeso no es una excusa para no moverte.

 

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2010.

Imagen © iStock / mnantes

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