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Cada año, 55 mil personas mueren por esta enfermedad. En el día de la rabia, que se conmemora hoy 28 de septiembre, VidaySalud.com se suma a la campaña para evitar su transmisión a través de los animales, ya sean salvajes, de granja, el ganado o hasta las mismas mascotas. Es importante que sepas qué hacer en caso de que te contagies por una mordida o un rasguño de un animal enfermo.

Parece increíble, pero diariamente una persona muere de rabia cada 10 minutos.  Esa es la cifra que ha calculado la Alianza para el Control de la Rabia y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Sin embargo, esta enfermedad podría evitarse y la gran cantidad de víctimas que anualmente fallecen, unas 55 mil, podría ser mucho menor.

Para combatirla, el 28 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Rabia y en todo el mundo se desarrollan actividades para evitar que esta enfermedad se siga expandiendo. En VidaySalud.com nos sumamos a esta iniciativa y te contamos más detalles sobre esta condición, para que puedas disfrutar de tus mascotas y del contacto con los animales sin peligro.

La rabia es una enfermedad provocada por un virus que afecta el cerebro y el sistema nervioso, que se transmite de los animales a las personas. Cualquier mamífero puede tener rabia (no así las aves, peces, reptiles o anfibios). Pueden ser animales salvajes (como mapaches, zorrillos, murciélagos y zorros), animales de granja, ganado y también las mascotas.

Tu perro o ese gato que tanto quieres y cuidas, pueden contraer rabia al pelearse con algún otro animal en la calle o incluso al ser mordidos por murciélagos sin que te des cuenta. El contagio se produce a través de la saliva infectada que penetra al cuerpo del animal sano a través de una mordedura o un corte en la piel. Los conejos, ardillas, ratas, ratones y las mascotas pequeñas como cobayas (conejillos de Indias, cuyes) y hamsters rara vez contraen rabia.

Los perros, gatos y hurones infectados con rabia pueden presentar una variedad de síntomas, como ansiedad, agresión, babeo excesivo, dificultad para tragar, tambaleo y convulsiones. Además, los perros, gatos, caballos, ganado, ovejas y cabras que padecen de rabia pueden desarrollar depresión, pueden mutilarse (herirse) a sí mismos y demostrar sensibilidad a la luz. Por su parte, los animales salvajes rabiosos pueden tener un comportamiento atípico. Por ejemplo, un animal que normalmente es activo durante la noche se puede ver caminando desorientado durante las horas del día.

Si un animal enfermo muerde a una persona, ésta también puede contagiarse.  ¿Cuáles son los síntomas? La enfermedad se manifiesta, inicialmente, con fiebre, dolor de cabeza y fatiga durante varios días. También se puede sentir un hormigueo o picazón en la zona de la herida, y luego las personas pueden desarrollar ansiedad, confusión, insomnio, delirios, alucinaciones y parálisis…

Una vez que los síntomas clínicos comienzan, la enfermedad suele desarrollarse tan rápido que llega a ser mortal en apenas una semana. En general, las personas mueren por insuficiencia respiratoria en menos de 10 días. Y la mayoría de las muertes por rabia se producen en los niños.

Por eso es importante, en lo posible, actuar inmediatamente luego de recibir una mordida de un animal que pueda estar infectado. Si esto te ocurre, no te angusties pero tampoco te descuides. Limpia bien la herida con agua y jabón, durante 10 minutos por lo menos. Trata de obtener  información sobre el perro o el animal que te ha atacado (raza, color, tamaño, nombre del dueño, donde vive el perro, donde estaba el perro cuando te mordió y todo lo que puedas) y acude a algún centro de salud para que puedan atenderte. Seguramente te aplicarán una serie de vacunas para prevenir la enfermedad.

¿Qué se puede hacer para evitar la rabia?

  • Regla vital y esencial: vacuna a tus mascotas al menos una vez por año y sigue las indicaciones del veterinario, de acuerdo al tipo de animal que tengas y a sus hábitos.
  • No permitas que tu mascota ande suelta sin tu vigilancia.
  • No te acerques a animales desconocidos. Los animales con rabia pueden ser agresivos y feroces o estar cansados y débiles.
  • Ten cuidado al acariciar a un perro ajeno. Si el dueño está presente, consúltale si le gusta o no el contacto con extraños. Si no, sé precavido(a), aunque el animal se muestre amistoso.
  • Si un perro que anda suelto se acerca, quédate quieto(a) e inmóvil hasta que se aleje. Si gritas o corres el perro posiblemente se excite y te siga, y es poco probable que tú puedas desplazarte más rápido que él.
  • Nunca molestes a un perro cuando está comiendo, durmiendo o con sus cachorritos. Tampoco acaricies a un animal mientras está en un automóvil, detrás de una cerca o amarrado, aun si es un perro conocido, ya que estos animales protegen a las cosas y entornos que consideran suyos.
  • Nunca dejes a los bebes ni a los niños pequeños solos con un perro, ni siquiera con la mascota de la familia.
  • No dejes desperdicios o el alimento de tus mascotas en el patio, ya que puede atraer a animales salvajes o perdidos.
  • Los animales salvajes nunca deben tenerse como mascotas. No solamente puede ser ilegal sino que también una amenaza potencial de rabia para los dueños y para otras personas.
  • Mantén tu distancia al observar a los animales salvajes, aún cuando se muestren amigables. Un animal con rabia puede actuar mansamente.
  • Si ves que un animal salvaje actúa de forma extraña, repórtalo a las autoridades de Sanidad o Control de los Animales de la ciudad en que vives.
  • Si trabajas en una ocupación de alto riesgo o viajas a países con una tasa elevada de rabia, vacúnate.

Por otro lado, si tu mascota ha mordido a alguna persona, aconséjale que acuda al médico inmediatamente.  Reporta lo sucedido al departamento de salud local.

Si tu mascota es un perro, un gato o un hurón, probablemente te pedirán que encierres al animal y lo observes cuidadosamente durante 10 días. Después del período de observación recomendado, vacuna a tu mascota contra la rabia, si es que no tiene sus vacunas al día.

No dejes que se pierda ni lo regales, ya que deberá estar disponible para que las autoridades de salud pública lo observen. Y no lo sacrifiques ni dejes que lo sacrifiquen, a menos que las autoridades de salud pública así lo indiquen.

La naturaleza y los animales son parte de nuestra vida y pueden darnos muchas satisfacciones, pero hay que tener siempre mucho cuidado con las enfermedades que podamos contraer por estar en contacto con ellos, hay que tomar las medidas necesarias para evitarlas y para poder convivir todos felizmente.

Imágen © iStockphoto.com / jamesbenet

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