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¿Sabías que los hispanos tienen más posibilidades de sufrir una apoplejía? Sin embargo, la mayoría no sabe reconocer los signos y los síntomas de esta condición que es una emergencia. Para que puedas estar prevenido, aquí te contamos qué es la apoplejía, cómo reconocerla y qué hacer en caso de que algún familiar o amigo tenga este problema.

Cuando Ana se quedó muda, Pablo la miró entre sorprendido y desorientado, inmediatamente se dio cuenta de que algo no andaba bien: el rostro de su compañera se transformó, uno de sus parpados se cerró solo y sus labios se cayeron de ese lado de la cara, que no se movían junto con la otra mitad. ¡Qué horror! ¿Qué debes hacer en esa situación? Pablo no lo dudó, lo más rápido que pudo ya estaba llamando al número de emergencias para conseguir ayuda profesional.

Lo que le ocurrió a Ana se conoce como apoplejía, accidente cerebrovascular, ACV, derrame cerebral, hemorragia cerebral o trombosis cerebral. Esto ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre y oxígeno al cerebro se revienta o se obstruye (se tapa) por una placa o un coágulo de sangre. Esta es una situación de emergencia en la que cada minuto cuenta, ya que si el oxígeno no llega hasta el cerebro, ¡pueden destruirse hasta 1,9 millones de células por minuto!

Existen dos tipos de accidentes vasculares cerebrales. El más común es el llamado ataque cerebral isquémico, causado por un coágulo sanguíneo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. El otro es llamado ataque cerebral hemorrágico y se produce por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra dentro del cerebro. Por su parte, los “mini-derrames cerebrales” o ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando la circulación de la sangre al cerebro se interrumpe brevemente. En todos los casos se trata de una emergencia, incluso si los síntomas desaparecen.

¿Pero cuáles son los síntomas? En general, estas señales se dan de manera repentina, de un momento a otro y sin motivo aparente:

  • Adormecimiento o debilidad en un lado de la cara o caída facial.
  • Adormecimiento o debilidad en un brazo o una pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión y dificultad para hablar o entender.
  • Dificultad para ver con uno o ambos ojos.
  • Dificultad para caminar, mareo o pérdida de equilibrio o de la coordinación.
  • Dolor de cabeza severo y repentino sin causa conocida

Además de estos síntomas, que pueden producirse en las personas de ambos sexos, las mujeres pueden tener otros síntomas particulares de apoplejía, que también se producen de manera repentina. Entre ellos:

  • Dolor en la cara o en las extremidades.
  • Náuseas.
  • Debilidad general.
  • Dolor de pecho.
  • Falta de aire o dificultad para respirar.
  • Palpitaciones.

En caso de que tú o alguien que conozcas comience a presentar estos síntomas, puedes practicar la denominada prueba H-B-C-H que propone la Organización Nacional de la Apoplejía (National Stroke Association), que consiste en:

  • Habla: Pídele a la persona que repita una oración sencilla. Si no puede hacerlo hay un problema.
  • Brazo: Pídele a la persona que levante ambos brazos. Si se le cae uno de los brazos hay un problema.
  • Cara: Pídele a la persona que sonría. Si se cae un lado de la cara hay un problema.
  • ¡Hora de actuar! Si la persona muestra cualquiera de estos síntomas, necesita recibir atención médica de inmediato para limitar los efectos de la apoplejía. Entre más rápido se le atienda, las posibilidades de recuperarse serán mayores.

Tú también puedes salvar vidas. ¿Sabías que, según la Asociación Americana de Médicos de Emergencia, las apoplejías son la cuarta causa de muerte entre los hispanos y, en particular, son responsables de una de cada cuatro muertes entre los hombres hispanos y una de cada tres muertes entre las mujeres hispanas? Difunde esta información para que tus amigos y familiares también puedan reconocer estos signos y actúen de inmediato en caso de emergencia.

Imagen © iStockphoto.com / Sergey Ozerov

 

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