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Las estatinas son unos de los medicamentos que más se usan para tratar el colesterol alto, pero su consumo se ha vinculado con un leve aumento en las posibilidades de desarrollar diabetes. Un estudio detectó que algunas estatinas pueden aumentar esto más que otras. Sin embargo, los beneficios de las estatinas siguen siendo mayores que sus riesgos. Sigue leyendo para estar bien informado y habla con tu doctor sobre la selección de estatina que más te conviene.

El colesterol es una sustancia grasa que el cuerpo produce naturalmente y que cumple varias funciones vitales, como crear las paredes que rodean a las células. El colesterol no se disuelve en la sangre, tiene que ser transportado en la sangre por lipoproteínas. Hay dos tipos principales de lipoproteínas: las lipoproteína de baja densidad (LDL por sus siglas en inglés), que se conoce como el colesterol “malo”, y las lipoproteínas de alta densidad (HDL por sus siglas en inglés), al que llamamos colesterol “bueno”. El nivel se puede determinar con un examen de sangre.

Cuando los niveles del colesterol total están altos, y especialmente el colesterol de baja densidad (el LDL), aumenta el riesgo de desarrollar una condición que se conoce como aterosclerosis, que es la acumulación de grasa (lo que se llama placa) en las paredes internas de las arterias, que puede hacer que estas se estrechen o se bloqueen y que disminuyan o detengan el flujo de sangre a los órganos vitales, en especial el corazón (enfermedad coronaria, que puede causar un ataque cardíaco) y al cerebro (lo que puede producir un accidente cerebrovascular, derrame cerebral o apoplejía).

Para mantener los niveles del colesterol a raya, además de llevar una dieta baja en grasas saturadas y en grasas trans acompañada de ejercicios, el médico podría indicarte que tomes alguna medicina. Entre las más conocidas se encuentran las denominadas estatinas, cuya función principal es reducir el colesterol malo (LDL). Entre ellas, por ejemplo, se encuentran la atorvastatina (Lipitor), la fluvastatina (Lescol), la lovastatina (Mevacor), la pravastatina (Pravachol), la rosuvastatina (Crestor) y la simvastatina (Zocor).

Sin embargo, estas medicinas que son tan efectivas para reducir el colesterol han mostrado algunos efectos no deseados. En particular, su uso ha sido vinculado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes, tanto que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ordenó que se pusiera una etiqueta con la advertencia en el envase.

Una investigación publicada en la revista especializada BMJ corrobora esta hipótesis. Según este hallazgo ciertas estatinas podrían aumentar las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2; el riesgo fue mayor entre los pacientes que tomaban atorvastatina (Lipitor), rosuvastatina (Crestor) y simvastatina (Zocor).

De todos modos, los investigadores aclaran que éste no es motivo para que las personas dejen de tomar estatinas. Es más aún, los expertos de distintas organizaciones y de varios países coinciden en que las ventajas de tomar estos medicamentos siguen siendo mayores que los riesgos.

Incluso, los especialistas de la FDA advierten que “el valor de las estatinas en la prevención de la enfermedad cardíaca está claramente establecido”, pero lo que indican los datos que surgen de este tipo de investigaciones es que “puede ser necesario evaluar los niveles del azúcar en la sangre, luego de comenzar un tratamiento con estatinas”.

¿Tienes colesterol alto y te han recetado estatinas? Antes de tirar las píldoras a la basura, recuerda que los beneficios de estas medicinas siguen siendo mayores que sus riesgos. Pero con esta información, si tienes dudas acerca de la estatina que tomas, consulta con tu médico para que te asesore de acuerdo a tu caso en particular.

 

Imagen © iStock / GYI NSEA

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