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  • El ayuno intermitente consiste en extender los periodos donde no se come nada y alimentarnos de manera normal en pequeñas ventanas de tiempo.
  • Se han vistos beneficios físicos en personas que lo practican, especialmente en los que sufren de trastornos metabólicos y diabetes tipo 2. 
  • Siempre debe hablar con un profesional de la salud antes de decidir por el estilo de vida.
  • Algunos de los efectos adversos se asocian con una mala planificación de los periodos de ayuno
  • Extender demasiado el ayuno puede causar daños corporales por consumir menos de los nutrientes necesarios.

El ayuno intermitente, que consiste en realizar largos periodos de ayuno entre cada comida, ha ganado mucha popularidad en los últimos años como una forma de hacer dieta. Los defensores argumentan que se basa en tradiciones antiguas y que cuenta con el apoyo de muchos científicos y profesionales de la salud. En este artículo buscaremos mostrar los beneficios y efectos adversos de esta dieta, para que puedas valorar si encaja en tus objetivos nutricionales, siempre con el apoyo de un profesional de la salud.

¿Qué es?

El concepto detrás del ayuno intermitente, como la palabra lo indica, es ir intercalando momentos donde no se come nada (ayuno), con otros donde se puede comer, sin restringir las calorías, por un par de horas. Un ejemplo, es el método 16/8, donde se deja de comer por 16 horas, que pueden incluir las horas de dormir, con una ventana de 8 horas donde sí se puede comer. Otro caso puede ser comer normal un día y el otro estar completamente en ayuno, o solo ayunar 2 días por semana. Todo esto para que se active el ‘modo sobrevivencia’ o ‘modo ayuno’, donde se producen cambios metabólicos.

Hay personas en redes sociales que apoyan ayunos extremos como pasar muchos días, o semanas, sin comer, lo cual puede poner en riesgo su salud, salvo que por alguna razón médica sea necesario.

Beneficios del ayuno intermitente

  • Mantenimiento del peso corporal: Dado que en los periodos de ayuno no hay consumo de alimentos (hay versiones donde se consume algunos líquidos nutritivos), el cuerpo comienza a utilizar las grasas corporales como fuente de energía. Por lo que en casos de trastornos metabólicos puede que sea una buena opción.
  • Reduce la resistencia a la insulina: El ayuno intermitente en pacientes controlados por médicos y con riesgo de tener diabetes tipo 2, reduce la resistencia a la insulina y un mejor control del azúcar en la sangre.
  • Reparación celular y limpieza de desechos celulares: Se plantea que, durante el ayuno prolongado, las células comienzan a eliminar células y estructuras celulares dañadas; lo que supone regenerar tejidos y lograr que estén más sanos.
  • Reduce la inflamación: Potencialmente podría reducir la inflamación crónica como la que se presenta en algunos cáncer, problemas al corazón o en la obesidad. Además, que se ha visto un descenso en la presión sanguínea de algunas personas.
  • Conveniencia: Al compararla con otras dietas que requieren contar calorías o restringir alimentos, puede que sea más simple seguirlo dentro de la rutina diaria si solo hay que contabilizar el ayuno. Aunque como mencionamos en un artículo anterior, las dietas no reemplazan a mejorar el estilo de vida completo.

Efectos adversos

Quizá puede parecer que los beneficios son bastante atractivos, pero debe recordar que estos mismos efectos, se consiguen teniendo una dieta equilibrada, realizando ejercicio físico y teniendo una vida con menos estrés (con apoyo de profesionales de la salud mental). Además de lo anterior se han reportado algunos efectos negativos en la alimentación con ayuno intermitente:

  • Déficit nutricional: Si bien podemos adaptar nuestras horas de comer con el ayuno, nuestra agenda no necesariamente se adaptará. Esto puede desalinear los requerimiento nutricionales de las células; además puede que se haga difícil lograr cumplir con los mínimos de vitaminas, minerales e incluso de biomoléculas como las proteínas. Siendo más evidente si no se planifica con un profesional.
  • Hambre y malestar: En el caso de muchas personas, largas jornadas sin comer pueden ser muy complejo psicológica y físicamente, especialmente en los periodos de adaptación. Individuos que tienen ciertas condiciones médicas, así como trastornos de la conducta alimenticia quizá deberían buscar otras alternativas.
  • Impacto en los niveles de energía: Algunas personas pueden sufrir de descompensaciones, llamadas ‘bajas de azúcar’, especialmente al iniciar el ayuno intermitente. Si unes esta práctica alimenticia con ejercicio, debes cuidar muy bien no consumir niveles bajos de carbohidratos. 

Además de lo anterior, el ayuno intermitente no puede realizarse en personas que aún están en crecimiento, mujeres embarazadas o que amamantan, o toman algunos medicamentos.

¿Es para ti?

Recuerda que no debes alterar tu estilo de vida y alimentación si no es con el apoyo de un profesional médico. Especialmente si vas a cambiar mucho el ritmo de ejercicio o la forma de comer.

El ayuno intermitente pareciera una interesante estrategia alimenticia para aquellos que quieran administrar mejor su grasa corporal (especialmente aquellos que con patrones de alimentación estándar no logran mantener un nivel sano), reeducar al metabolismo, o incluso mejorar la reparación celular. Pero es importante recordar que hay muchos riesgos involucrados. En todas los cambios de estilo de vida, es clave adaptar el consumo de acuerdo a las necesidades personales, algo que solo se puede realizar con un profesional.

Por Carlos Diego Ibáñez
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