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  • Se ha constatado que la práctica de la terapia musical contribuye a la estabilización de variables fisiológicas fundamentales, tales como la frecuencia cardíaca y respiratoria, en neonatos.
  • El uso de la música también es una herramienta potente para la rehabilitación, la estimulación precoz y la potenciación del neurodesarrollo en los más pequeños.
  • El profesional musicoterapeuta no solo se limita a realizar una actuación musical, ya que también intenta favorecer la comunicación y el conocimiento y fortalecer el vínculo entre los miembros de la unidad familiar y su bebé.

La música es inherente al ser humano y fuente de placer y expresión en muchos sentidos. Puede tener un efecto tan directo sobre nuestro estado de ánimo que una persona puede pasar de la tristeza a la alegría casi de forma instantánea. Pero además puede ayudar a mejorar nuestro bienestar, tener efectos positivos sobre nuestro estado físico y mejorar aspectos como la percepción del dolor, además de la fatiga y la ansiedad. Así, este instrumento de nuestro placer ha demostrado además su utilidad terapéutica.

En ámbitos como el de la salud puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes, humanizando el entorno sanitario y haciendo más amable su experiencia en los hospitales. De hecho, el uso consciente y manipulación de la melodía, del ritmo o de la armonía con objetivos terapéuticos es de lo que se ocupa la musicoterapia, una especialidad profesional fundamentada científicamente, con un cuerpo de metodología e investigación que avalan su práctica clínica.

Beneficios para recién nacidos y sus familias

La práctica de la musicoterapia, que tuvo sus raíces a principios del siglo pasado en Estados Unidos, ha experimentado un notable crecimiento y expansión a lo largo del tiempo. Esta forma de terapia ha trascendido fronteras, ganando reconocimiento y respaldo de sociedades científicas a nivel global.

En particular, las investigaciones llevadas a cabo en el campo de la Neonatología han arrojado luz sobre los impactantes beneficios que la musicoterapia puede ofrecer. Se ha evidenciado que esta práctica contribuye a la estabilización de variables fisiológicas cruciales, como la frecuencia cardíaca y respiratoria, en neonatos. Además, se ha observado que la aplicación de la musicoterapia proporciona una excelente sensación de contención y relajación tanto para los bebés como para sus familias, creando un ambiente más humano y compasivo en entornos médicos.

La relevancia de la musicoterapia se intensifica especialmente en el caso de pacientes neonatos, quienes, debido a prematuridad o enfermedades, enfrentan hospitalizaciones prolongadas y son sometidos a tratamientos médicos que, en ocasiones, pueden resultar agresivos. Estos pequeños pacientes, a menudo conectados a diversos dispositivos médicos, experimentan una mejora en su bienestar emocional y físico gracias a la integración de la musicoterapia en su atención médica.

“Son numerosos los estudios que avalan que la música tiene efectos beneficiosos. Desde el punto de vista de las neurociencias está claro su potencial para estimular todas las áreas del cerebro: las motoras, las de la personalidad, las que tienen que ver con el procesamiento de las emociones y del lenguaje… Es una herramienta potente para la rehabilitación, la estimulación precoz y la potenciación del neurodesarrollo”, apunta el Dr. Pablo González, pediatra y director de la Unidad de Musicoterapia del Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona, en España. El Dr. González además tiene una trayectoria como músico profesional, formado en canto y piano en el Liceu de Barcelona y en el Royal Welsch College de Cardiff, y con posterior experiencia como tenor de ópera.

La importancia de integrar a las familias

La filosofía de la musicoterapia también va en la línea de la evolución que ha vivido la neonatología en los últimos años, apostando por unidades cada vez más abiertas y por incorporar a las madres y padres como agentes activos de los cuidados de los recién nacidos, para la mejora de los pronósticos. “Todas las intervenciones que se centran en modificar el entorno y humanizarlo son positivas”, remarca el Dr. González antes de avanzar que de todo ello no solo beneficia al bebé, sino también su propia familia.

El profesional musicoterapeuta no solo se limita a realizar una actuación musical. “Intentamos favorecer la comunicación y el conocimiento y fortalecer el vínculo entre los miembros de la unidad familiar y su bebé. Queremos crear un clima que les permita interactuar, que puedan olvidar que están en un hospital, rodeados de máquinas y alarmas, y fomentar que están en un espacio seguro donde interaccionar y conocerse más”, recalca.

Por su parte, Mercè Redorta, musicoterapeuta, añade que la intervención a menudo ayuda a los progenitores a aliviar el choque emocional de ver al hijo ingresado y el sentimiento de culpa y de peligro constante que muchos sienten. “Algunos cantan o se emocionan, se miran o miran al bebé cómo reacciona ante un estímulo, olvidando durante un rato la angustia de los días que están viviendo”, subraya. De hecho, una parte del proyecto de investigación de la Unidad se enfoca a comprobar si la terapia mejora los niveles de ansiedad y estrés de los padres en relación con el ingreso y hospitalización del bebé: hasta ahora ya se estudian una veintena de casos, de un total de más de cincuenta intervenciones realizadas.

Por Miguel Ramudo
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Imagen: ©Shutterstock / Marina Demidiuk

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