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  • El cáncer de colon y recto (colorrectal) es el tercero en importancia en cuanto a número de afectados. El estilo de vida y la alimentación parecen ser la causa de su aumento.
  • La progresión de la enfermedad es muy lenta y sin muchos síntomas al inicio.
  • Ejercicio diario de mínimo 30 minutos junto a una dieta equilibrada es la principal forma de reducir los riesgos de padecerlo.
  • La colonoscopía junto a exámenes de biomarcadores en las deposiciones son la forma principal para monitorizar la presencia de algún tumor. La detección temprana permite la supervivencia de 9 de cada 10 afectados.

El cáncer colorrectal, es el tercero más común en el mundo. Afecta al intestino grueso (colon) y el recto, secciones finales del sistema digestivo. Es común en las personas a partir de los 50 años, ya que es un padecimiento de desarrollo muy lento. Se asocia con un estilo de vida y una alimentación poco balanceadas y muchas veces sus síntomas iniciales tienden a ser confundidos con otros problemas como el colon irritable. A propósito del día del cáncer colorrectal presentamos dos artículos donde hablaremos de este padecimiento. Primero sobre qué es y cómo evoluciona y, en el segundo, de qué esperar antes y durante el examen de rutina para detectar este cáncer: la colonoscopía.

Hasta hace unas décadas era muy raro el cáncer colorrectal, pero actualmente es el tercero en número de afectados en el planeta. Latinoamérica y Estados Unidos no son la excepción, el 10% de todos los cáncer en hombres y mujeres corresponden al colon y recto; solo detrás del del de mama o el de próstata, según el sexo, con un 15%, y del de pulmón, con un 11%. 

Este aumento en la incidencia está ligado, de acuerdo al Dr. William Grady del centro de investigación del cáncer Fred Hutchinson de Seattle, con “una población que está envejeciendo con hábitos de alimentación desfavorables y con un aumento de los factores de riesgo como fumar, la falta de ejercicio y la obesidad”.

El estilo de vida hace la diferencia

Si bien no se conoce la causa específica del cáncer colorrectal, en general se aumentan los riesgos de padecerlos si:

  • Se tiene historia familiar de cáncer o pólipos de colon (pequeñas acumulaciones de células, en general inofensivas y asintomáticas, que se forman en el revestimiento interno del colon). 
  • Se padece de alguna enfermedad inflamatoria del colon, como el mal de Crohn o la colitis ulcerosa. En general, los mismos exámenes preventivos permiten reconocer el cáncer antes de tiempo.
  • Se consume alcohol (2 a 3 unidades diarias) y tabaco. Ambos aumentan en un 20% el riesgo de cáncer.
  • No se sigue una alimentación saludable. Específicamente si se suma un consumo sobre los 100 g diarios de carnes rojas y/o procesadas. Aunque, si se tienen altos niveles de calcio y vitamina D, acompañado de una dieta que incluya alimentos altos en fibra, fruta y verdura fresca, esto contribuye a reducir el riesgo de cáncer. 
  • Se tiene una vida sedentaria. Es por eso que practicar 30 minutos de ejercicio diario reduce el riesgo de padecer cáncer de colon. Incluso se habla que 4 de cada 10 casos se pueden prevenir con esta medida.

Un largo proceso

El cáncer colorrectal puede demorar entre 10 a 15 años para aparecer como tal y, mientras tanto, la mayor parte del tiempo no hay ningún síntoma. Por eso es clave realizarse exámenes de rutina preventivos. En este caso es la colonoscopía la prueba que puede observar las etapas iniciales de este tumor, reduciendo el riesgo de avance de la enfermedad y muerte.

La colonoscopía, de la que te hablaremos en el próximo artículo, se trata del uso de un delgado tubo flexible que se introduce por el ano para poder acceder fácil y sin dificultades a observar todas las cavidades del colon mediante una micro cámara. Actualmente cuenta también con pequeñas herramientas para extraer muestras de tejido (biopsias). “La colonoscopía es la única técnica de diagnóstico que además puede tener un efecto terapéutico; es posible retirar células cancerígenas reduciendo el efecto y muerte por la enfermedad”, señala la Dra. Ann Zauber del Instituto nacional del cáncer.

Normalmente se recomienda realizarse una colonoscopía cada 10 años a partir de los 50. Entre cada examen es posible recurrir a la búsqueda de biomarcadores que se obtienen principalmente mediante el análisis de las deposiciones. Es importante señalar que no reemplaza la colonoscopía, sino es una herramienta complementaria que permite que esta prueba se pueda realizar con una mayor distancia temporal.

Síntomas muy generales 

Los síntomas de este cáncer pueden pasar desapercibidos o se pueden confundir con el colon irritable, lo que retrasa la primera visita al doctor y aún más si no se realizan los exámenes de rutina preventivos.

  • Sangre en las deposiciones. Esta pérdida de sangre puede llevar a anemia, cansancio, e incluso bajar de peso.
  • Cambios en los hábitos intestinales. Al tener afectadas las funciones del colon, muchas veces los movimientos intestinales pueden ser más lentos (estreñimiento), o también más rápidos (diarrea). Lo que puede tener un efecto también en la absorción del hierro, otra razón de la presencia de anemia.
  • Dolor abdominal e incluso nauseas o vómitos

Tratamientos y esperanza de cura

De acuerdo a la sociedad americana del cáncer, aquellas personas a quienes se les ha detectado un cáncer localizado únicamente en el colon, a los 5 años tienen un 90% de posibilidades de seguir vivos. Lo que vuelve a mostrar la importancia de la detección temprana, especialmente mediante colonoscopías y exámenes de rutina.

Dentro de los tratamientos últimamente en el campo del cáncer se han realizado muchos avances (que puedes revisar en nuestro artículo). En particular, en el caso del cáncer colorrectal podemos destacar dos:

  • Operaciones menos invasivas. Si se tiene un buen control del cáncer, e idealmente se encuentra localizado, se pueden realizar operaciones llamadas laparoscópicas.
  • Tratamientos químicos personalizados. Un gran avance en la farmacología personalizada es el uso de los llamados organoides. Consiste en extraer del paciente (por ejemplo, desde una biopsia) células cancerígenas que se multiplican en el laboratorio emulando al tumor. De esa manera se puede saber qué tratamientos serán los mejores sin perder tiempo. 

No te pierdas nuestro próximo artículo en el que te explicaremos cómo se realiza una colonoscopía y te daremos tips para prepararte y no sufrir en el intento.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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