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El cáncer no siempre es doloroso. Pero cuando se siente, puede limitar bastante tu vida y agotar las fuerzas que tanto necesitas para combatir esta enfermedad.  Afortunadamente, actualmente puedes hacer mucho para controlar y reducir ese dolor del cáncer. En Vida y Salud te damos algunos consejos para que empieces a buscar alivio.

Es lógico que cuando tienes dolor, te entristezcas, te enojes, y que sientas que se te acaban las fuerzas. Pero no debes dejarte vencer ni aceptar el dolor como algo que no se puede cambiar, pues no es así. De acuerdo con la Asociación Americana del Cáncer, casi cualquier dolor causado por los diferentes tipos de cáncer se puede aliviar o controlar.

No te quedes callado

Si sientes dolor, dilo, pues nadie más que tú lo siente y sabe qué tan fuerte es. El oncólogo (el especialista en cáncer) es la persona que más te puede ayudar a encontrar un tratamiento adecuado para el dolor del cáncer. Para que él o ella, el controlar tu dolor es parte de tu tratamiento contra el cáncer, así que no temas en pedir ayuda. Pero, recuerda que entre más temprano hables tu médico, mejor, pues es más fácil identificar sus causas y tratarlo. Algunas veces, por ejemplo, el dolor puede ser un efecto secundario del tratamiento que te están haciendo para combatir el cáncer. O puede ser una señal de alerta de otro problema.

Haz un plan para controlar el dolor del cáncer

Tu médico necesitará evaluarte cuidadosamente para poder definir cuál será el tratamiento que más te conviene, teniendo en cuenta tu tipo de cáncer, el tipo de dolor, que no afecte el tratamiento contra el cáncer y que te cause la menor cantidad posible de efectos secundarios. Y es muy probable que deban diseñar todo un plan que incluya probar varios tratamiento hasta encontrar el que te funcione mejor a ti, esto incluirá algunas visitas para evaluar el proceso. Déjate guiar por tu médico y no te desesperes, pues aunque es posible controlar el dolor del cáncer (si te aparece), a veces, el resultado no sucede de la noche a la mañana.

Identifica el tipo de dolor

El dolor que sientes (si lo tuvieras) depende del tipo de cáncer que tienes, el estado en el que se encuentra y tu nivel de tolerancia hacia el dolor. Pero en términos generales existen tres tipos de dolor:

  • Agudo: cuando tienes un dolor que dura poco y que está relacionado con una causa específica como una lesión interna o un problema específico en algún órgano
  • Crónico: cuando el dolor es persistente y dura bastante tiempo, ya sea ligero o fuerte
  • Repentino: es como una ráfaga de dolor repentina que puede irrumpir incluso cuando estás en medio de tu tratamiento para el dolor y hacerte sufrir hasta por una hora seguida; algunas personas con dolor crónico, sienten también este tipo de dolor de vez en cuando

El tratamiento que recibas dependerá siempre del tipo de dolor del cáncer que tengas:

Analgésicos

Los analgésicos son medicamentos que se han diseñado especialmente para calmar el dolor y son los que se usan con más frecuencia. En algunos casos, tu oncólogo te recetará medicamentos de efecto duradero, especialmente cuando tu dolor es crónico, los cuales debes tomar según un horario para así mantener el dolor bajo control. Y cuando tienes dolores repentinos frecuentemente, es posible que te receten medicamentos de acción rápida pero de corta duración, llamados también “medicinas de rescate”.

Dentro de los analgésicos puedes encontrar opciones de venta libre para el dolor ligero como el acetaminofen (Tylenol), la aspirina y el  ibuprofeno (Motrin o Advil). Y tu oncólogo te puede recetar  opiáceos como la morfina para el dolor severo, y otras medicinas que no son analgésicos (diseñados para el dolor) pero que ayudan a controlar el dolor del cáncer, como los antidepresivos, los esteroides y los antiepilépticos, entre otros.

Procedimientos médicos

En algunos casos, tu doctor puede recomendarte: radiaciones para el dolor del cáncer o para reducir el tamaño del tumor; quimioterapia que aunque no cure el cáncer reduce su tamaño y eso disminuye el dolor; inyecciones con sustancias radioactivas que van al hueso y matan el tumor allí; inyecciones en los nervios o alrededor de la espina dorsal para bloquear el dolor (la inyección epidural en la columna es un ejemplo); neurocirugía para cortar los nervios que transmiten el dolor; entre otros.

Tratamientos alternativos para el dolor del cáncer

Cuando sientes dolor del cáncer, tu cuerpo se tensiona, te angustias y tu ansiedad aumenta, y eso sólo hace que el dolor aumente o que se sienta más. La meditación, acupuntura, técnicas de relajación, hipnosis, bio-retroalimentación, estimulación eléctrica nerviosa trans-cutánea, la terapia psicológica y los grupos de apoyo, pueden ser excelentes complementos para tu tratamiento al ayudarte a estar más tranquilo(a) y al enseñarte a manejar el dolor y tu enfermedad.

Y como éstas, hay muchas opciones más para ayudarte a encontrar algún tipo de alivio. La ciencia está permanentemente investigando no sólo posibles curas para el cáncer, sino también mejores formas de sobrellevar esta enfermedad.

Además, el sentir dolor no es tu obligación, al contrario, es tu derecho recibir tratamiento para aliviarlo. Pídelo, búscalo. Si es necesario, hay especialistas en dolor que también pueden ayudar.

 

Publicación original: 2010

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / tunart

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