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Un nuevo estudio ha detectado que los familiares de los jóvenes que sufren muerte súbita tienen más posibilidades de desarrollar problemas del corazón. Entérate de más detalles y si debes estar alerta.

A veces es posible que las personas de menos de 35 años mueran de manera repentina y aparentemente sin explicación. Es lo que se conoce como muerte súbita y hay casos conocidos de famosos que mueren por eso y hasta de deportistas que fallecen en el campo de juego o mientras se entrenan. Para que tengas una idea, según la FIFA (Federación Internacional de Asociaciones de fútbol) en los últimos cinco años solamente, 84 futbolistas han muerto en las canchas por episodios como éstos. Es por eso que los expertos recomiendan que ningún joven comience a practicar deportes sin hacerse una evaluación del corazón y que los entrenadores estén alertas y entrenados para responder ante cualquier emergencia.

El trauma que estas muertes inesperadas pueden dejar en los hogares es muy fuerte.  Pero además de un impacto emocional,  un grupo de investigadores de Dinamarca ha encontrado que los familiares de primer y segundo grado de una persona que ha sufrido una muerte súbita tienen un riesgo mucho más elevado que los demás, de padecer problemas cardiacos.

Para llegar a estos datos, que fueron publicados en la revista European Heart Journal, los científicos hicieron un seguimiento de once años, de las familias de 470 víctimas menores de 35 años que fallecieron a causa de una muerte súbita en Dinamarca entre 2000 y 2006, y compararon la información obtenida con la de familiares de víctimas jóvenes que fallecieron por otras causas.

Así comprobaron la aparición de distintos tipos de problemas de corazón: estas personas tenían tres veces más posibilidades de padecer cualquier tipo de enfermedad cardiovascular, hasta seis veces más riesgo de isquemias y 10 veces más probabilidades de sufrir cardiomiopatías (enfermedades del músculo del corazón) y arritmias ventriculares (alteraciones en el sistema de conducción eléctrico del corazón). Más aún, si los pacientes eran muy cercanos (de primer grado) y muy jóvenes, este riesgo aumentaba aún más, especialmente en el caso de los problemas musculares y las arritmias.

Todas estas enfermedades tienen tratamiento, de ahí la importancia de estos resultados, que sugieren que los familiares de las personas que hayan sufrido muerte súbita deberían hacerse controles de la salud del corazón para descartar cualquier problema que, de existir, podría ser atendido tempranamente.

La muerte súbita es diferente de un infarto o ataque al corazón, aunque este último puede provocarla. Se produce cuando el sistema eléctrico del corazón no funciona bien y de manera repentina, se vuelve irregular. Entonces, los latidos pueden ser peligrosamente rápidos o el corazón deja de latir, lo que impide que la sangre (que transporta el oxígeno) llegue al cerebro y a otros órganos.

Como la sangre no llega al cerebro, la persona pierde la consciencia en los primeros minutos. Lo que sigue si se prolonga es la muerte, a menos que se trate con urgencia. De hecho, muchas veces las personas que sufren este tipo de complicación logran sobrevivir, aunque al igual que cuando alguien sufre un accidente cerebrovascular (ACV) o un infarto, los minutos valen oro.

Los ataques al corazón, en cambio, ocurren cuando se reduce o se detiene por completo el flujo de sangre a una parte del corazón, típicamente debido la ruptura de la placa en una de las arterias coronarias (las que irrigan al corazón). O porque una o más arterias coronarias se bloquean y no permiten que llegue la sangre, que es la que proporciona el oxígeno. Esto produce la muerte de una sección del músculo cardíaco, pero esto no implica que el corazón deja de latir. Depende de qué tan extenso es el daño.

¿Quienes tienen más posibilidades de sufrir muerte súbita? Las  personas con alguna de las siguientes enfermedades del corazón:

  • Cardiomiopatía Hipertrófica: El miocardio o músculo del corazón se vuelve muy grueso, lo que dificulta el bombeo de sangre por parte del corazón. Es la causa de muerte cardiaca más común en los atletas menores de 30 años y por lo general, es difícil de detectar.
  • Anormalidades de las arterias coronarias (del corazón): algunas personas pueden nacer con las arterias coronarias mal conectadas al corazón. Esto hace que se compriman durante el ejercicio físico y no puedan proporcionarle suficiente sangre al corazón.
  • Síndrome de QT Largo: es una arritmia coronaria hereditaria que causa latidos rápidos y desordenados del corazón. Esto puede llevar al desmayo, o a la muerte súbita, debido a que los latidos son demasiado erráticos. Las personas jóvenes que padecen de este síndrome (que se puede detectar) están en mayor riesgo de morir súbitamente.

¿Cómo puedes saber si alguien está en riesgo de sufrir una muerte cardiaca súbita? Hay algunas señales que pueden ponerte en alerta. Entre ellas:

  • Los desmayos y las convulsiones sin explicación, que son un indicador de que puede haber un problema en el corazón.
  • La historia familiar de muertes súbitas.
  • Sentir fatiga o dolor en el pecho.

Si alguien de tu familia está en riesgo de padecer muerte súbita ya sea porque ha habido otros miembros en su familia o tiene alguno de los síntomas que mencioné anteriormente, es importante que tenga una evaluación y que sepa cómo actuar en caso de una emergencia. Si eres tú el o la que tiene posibilidades de sufrirla, pues entonces es importante que hables con tu médico y no dejes de hablar con quienes te rodean para que estén preparados en caso de una emergencia para que sepan como ayudarte, en caso de que lo necesites. Y como siempre, si tienes cualquier duda, no dejes de consultarla con tu médico.

Imágen © iStockphoto.com / Juan Monino

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