De los hombres esperamos valentía. Hay tantos precedentes en la historia de la humanidad o incluso, personajes de la literatura y la mitología que demuestran su carácter fuerte y guerrero, que de ellos no se espera otra cosa. Pero además de guerreros, también se espera de ellos que sean sensibles: el papel masculino se cruza hoy con el femenino en casa, y es bien visto que expresen sus sentimientos y emociones. Nada más conmovedor que un hombre expresivo, que dejó atrás el machismo anticuado de “los hombres no lloran”. Sin embargo, tal vez por esa carga ancestral que les ha dictado que no pueden mostrar debilidad, muchos hombres se acobardan cuando se trata de cuidar de su salud. Las mujeres estamos acostumbradas a que tenemos que visitar al ginecólogo desde que somos adolescentes, mientras que los hombres no tienen que someterse a exámenes de sus “partes nobles” hasta la adultez cuando son conscientes de que existe la próstata y de que el cáncer de próstata es el más común en los hombres (1 de cada 6 hombres en Estados Unidos puede padecerlo).
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La próstata es la glándula encargada de producir el líquido seminal que alimenta y transporta a los espermatozoides. Está ubicada debajo de la vejiga y rodea a la uretra (el tubo que saca a la orina de la vejiga). La próstata tiende a aumentar de tamaño en la mayoría de los hombres cuando están en sus cuarentas. Este crecimiento puede presionar la uretra y causar dificultad para orinar. Si es tu caso, debes consultar con tu médico o incluso, si te hace sentir mejor, cuéntale a tu pareja para recibir apoyo. Podría ser un crecimiento benigno de la próstata que no tiene que ver con el cáncer (menos del 5% de los casos de cáncer presentan este síntoma inicial). El urólogo te dará un tratamiento. Hay muchos. Lo importante es que no esperes a tener a tener síntomas para visitar a un médico, es mejor empezar con la prevención. Por ejemplo, puedes empezar por cortar el consumo de carnes rojas y de grasa en general. Y además, puedes sacar tu instinto de héroe, olvidarte de las historias de horror que has escuchado acerca del examen de próstata, y mejor, hacer uso de tu valentía ancestral y comprobarlo por ti mismo. Tarde o temprano tendrás que hacerlo y mejor temprano que tarde. A partir de los 50 años es recomendable que vayas una vez al año, sólo toma unos cuantos minutos y vale la pena. El cáncer de próstata es mucho más grave que eso, y eso lo sabes por sentido común.
Mantente alerta ante síntomas indicadores tempranos de problemas como: dificultad para orinar; que el chorro pare de repente y empiece de nuevo mientras orinas; y si notas que la fuerza del chorro de orina es notablemente menor. Orinar con frecuencia es también un signo de alerta, ya sea porque tienes una infección urinaria, agrandamiento benigno de la próstata o cáncer. La sangre en la orina también es un síntoma importante.
Esto va para las mujeres: si tu padre o esposo es de los “valientes” que no dicen nada sobre su salud, presta atención a si se levanta varias veces durante la noche para ir al baño o va mucho durante el día. Tal vez sea buena la ayuda femenina para señalarle esto e invitarlo a visitar al médico. Que lo hagan por nosotras, puede ser una buena razón de valentía. Que lo hagan porque se quieren a sí mismos y valoran su salud, es la razón más importante.
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Este artículo de la Dra. Aliza fue publicado originalmente en People en Español.
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