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Observar el crecimiento de tu hijo es maravilloso. En cada etapa desarrolla habilidades que te sorprenderán. Puede pasarte que un día lo disfrutes al verlo dar su primer paso, y después, casi sin darte cuenta, ¡tener a su primer amigo invitado en casa jugando!

El desarrollo de los niños pasa por distintas etapas. Una vez que tu bebé haya empezado a caminar el mundo habrá cambiado para ambos.

A partir de los tres años, tu hijo ha dejado de ser un bebé para convertirse en un niño. Puede sorprenderte al comunicarte sus sentimientos o emociones. Además, a esa edad ya tiene control total de su cuerpo y se desenvuelve con absoluta libertad.

En este período prepárate, porque podrás iniciar una gran colección de sus dibujos. Ahora puede sujetar un lápiz y más vale que le pongas muchas hojas de papel cerca, si no quieres que tus paredes se conviertan en sus lienzos favoritos.

A los tres años también cobrará conciencia de su sexo.  Si es niña imitará muchas de las actividades de mamá (como ponerse el bolso al hombro). Si es chico copiará muchos gestos masculinos de papá (como abrocharse el cinturón).

Cuando tu hijo alcance los cuatro años se descubrirá independiente. Podrá asearse a sí mismo, intentará guardar su ropa y sus juguetes y es muy importante que lo apoyes y orientes en cada una de estas actividades. Recuerda que el apoyo ya forma parte de su educación.

También comienza la famosa etapa del “por qué”. No habrá detalle que se le escape y buscará respuestas a todo; es importante que no pierdas la paciencia, en ese caso verás cómo te sorprende y hasta te ayudará a reflexionar sobre asuntos que tú ya tenías olvidados. No dejes de contestarle una sola pregunta, recuerda que tú eres su mayor fuente de información para enfrentarlo al mundo y a la vida.

Tu hijo vivirá con la sensación de que ya es mayor y disfrutará mirándose a sí mismo en fotos e incluso te hará preguntas de “cuando era sólo un bebé”. Eso ocurrirá porque se asumirá como un niño y buscará ser tratado como tal. Puede ser que te desafíe para imponer su voluntad y demostrarte que ha crecido.

¡A los cinco años querrá hacer de todo! El desarrollo físico de tu hijo a esta altura le permitirá montar en bicicleta, patinar, trepar, cantar, bailar, dibujar. Además las habilidades motoras en el colegio se desarrollan mucho más: pueden recortar, dibujar, colorear e identificar muchas formas. Es una personita capaz de muchas cosas, y tal vez te de nostalgia porque ya no es el bebecito completamente dependiente de ti. Pero a su vez, será maravilloso descubrir todo lo que tu hijo es capaz de hacer y expresar. Recuerda que cada etapa tiene su encanto.

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.

Imagen © Thinkstock /SergiyN

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