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Si tienes diabetes y estás entrando en la menopausia, es probable que necesites asumir algunos cuidados adicionales. Entérate de los cambios que vienen y prepárate para enfrentarlos. En Vida y Salud te decimos cómo.

La diabetes y la menopausia son dos condiciones exigentes, pues provocan muchos cambios en tu cuerpo y exigen cuidados especiales. Si ya hace tiempo que te diagnosticaron la diabetes, seguramente estás bastante acostumbrada a la rutina del cuidado de la diabetes: revisar el nivel de azúcar en tu sangre, seguir una dieta cuidadosa, hacer ejercicio regularmente, asistir con frecuencia a las visitas médicas, tomar medicinas y/o inyectarte insulina, cuidarte los pies, etc.

Pero ahora con la menopausia, algunas cosas pueden cambiar y otras se tendrán que intensificar. En primer lugar, los cambios hormonales que vienen con la menopausia –especialmente la disminución en la producción de los estrógenos- te pueden causar cambios en el nivel de azúcar en tu sangre. Además, si a eso le sumamos la edad y la reducción en la actividad física, es probable que empieces a aumentar de peso, lo cual podría aumentar tu requerimiento de insulina o de medicina oral  (tomada) para la diabetes. Finalmente, ésta reducción de estrógenos (la hormona femenina) hace que la mucosa vaginal se adelgace y que aumente el riesgo de infecciones en esa área, especialmente por hongos, una situación incómoda para las mujeres que tienen diabetes porque las pueden presentar con mayor frecuencia si su diabetes no está bien controlada.

Por otro lado, tanto con la diabetes como con la menopausia, el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular aumenta, y algunos estudios han encontrado que la combinación de ambas condiciones puede potenciar aún más ese riesgo.

Pero no te angusties, porque el hecho de que la situación sea exigente, no quiere decir que no la puedes manejar. ¡Claro que puedes! Sigue estos consejos básicos para que empieces a prepararte desde ya.

Habla con tu médico. Lo primero que debes hacer es hablar con tu médico y contarle que estás entrando en la menopausia. Como los niveles de azúcar en tu sangre van a variar, ya sea que aumenten o que disminuyan, es probable que él o ella necesite revisar el tratamiento que te está dando y cambiar las dosis. Además, asegúrate cuando te ordene tu examen de colesterol, triglicéridos, colesterol bueno (HDL) y malo (LDL), que el medicamento que tomas tiene todos los niveles bajo control.

Revisa tu sangre frecuentemente. Necesitas revisar el nivel de azúcar en tu sangre con más frecuencia durante el día (si has visto variaciones), y probablemente durante la noche. Con la locura de los cambios hormonales, los niveles se vuelven impredecibles y no debes dejar que te tomen ventaja. También puedes llevar un registro para que tu médico vea los cambios y así pueda tomar mejores decisiones sobre tu tratamiento.

Vida saludable. El llevar una dieta sana y el hacer ejercicio, no sólo son la clave para controlar la diabetes siempre, sino que también te ayudan a evitar un posible aumento de peso con la menopausia que pueda afectar tus niveles de azúcar en la sangre. Además, te ayudan a controlar el colesterol y así no poner en riesgo tu corazón.

Que la menopausia no complique tu diabetes. Ya lo sabes, soldado advertido… sabe cómo cuidarse.

Imagen © Thinkstock / Photodisc

Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.

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