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Un estudio reciente sugiere que el comer más frutos secos, principalmente las nueces, podría reducir el riesgo de muerte para las personas con un mayor riesgo de enfermedades del corazón.

Se han estudiado muchas variedades de frutos secos por sus beneficios potenciales para la salud. Se ha demostrado que los ácidos grasos esenciales contenidos en las nueces protegen contra la enfermedad del corazón. Tienen un alto contenido en grasas insaturadas y proteínas y no contienen colesterol. Se ha recomendado la almendra dulce como un tratamiento para muchas condiciones. Existen algunas investigaciones que apoyan el uso de almendras enteras dulces como agentes para reducir el colesterol, aunque no está claro qué dosis puede ser segura y efectiva.

En un estudio reciente, los investigadores en un país mediterráneo analizaron la asociación entre el consumo de frutos secos y la muerte en las personas con alto riesgo de enfermedad cardiaca. Los participantes del estudio, 7.216 hombres y mujeres de 55 a 80 años de edad, sin enfermedad cardíaca, fueron asignados al azar o a una dieta mediterránea suplementada con frutos secos, una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva, o una dieta de control baja en grasas. Aunque los participantes del estudio no tenían enfermedad cardiaca al inicio del estudio, estaban en alto riesgo debido a antecedentes familiares, la presencia de diabetes u otros factores de riesgo. El consumo de frutos secos fue evaluado por dietistas y se recogieron datos sobre la mortalidad a través de los historiales médicos. Para efectos del estudio, se consideraron como una porción 28 gramos de frutos secos, como almendras, nueces de Brasil, anacardos o marañones, avellanas, nueces de macadamia, cacahuetes o cacahuates (maní), piñones, pistachos o pistaches y nueces (de nogal).

A lo largo de los 4,8 años (en promedio) de seguimiento, se registraron 323 muertes en total: de ellas, 81 relacionadas con la enfermedad del corazón y 130 relacionadas con el cáncer. Los investigadores descubrieron que los participantes que consumían más de tres porciones de nueces por semana tenían un riesgo de muerte por cualquier causa 39 por ciento menor en comparación con aquellos que comían pocos o ningunos frutos secos. Además, aquellos que consumían tres o más porciones semanales de nueces (de nogal) tenían un riesgo de muerte por cualquier causa 45 por ciento menor. También se asoció el comer tres o más porciones de frutos secos por semana se con reducciones significativas en la mortalidad por enfermedades del corazón. Las personas asignadas a la dieta mediterránea suplementada con nueces tuvieron el menor riesgo de muerte por cualquier causa en comparación con los otros grupos.

Los autores concluyeron que el aumento en el consumo de frutos secos, en especial de las nueces (de nogal), podría reducir significativamente el riesgo de muerte para las personas con alto riesgo de enfermedades del corazón. Se justifica investigación adicional en esta área para confirmar estos resultados.

 

Imagen © iStockphoto.com / Trifonov Evgeniy

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