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Ya está, la operación ha pasado, te has hecho un bypass gástrico y ha comenzado una nueva vida para ti. Seguramente ya estás notando los cambios en tu cuerpo y con el tiempo irás viendo los resultados. Ahora, entre otras cosas, es momento de redefinir tus hábitos alimenticios. He aquí algunas recomendaciones que debes recordar para llevar con éxito tu dieta luego de la cirugía de bypass gástrico (o de derivación gástrica).

Te has realizado un bypass gástrico y ha comenzado una nueva etapa en tu vida. A partir de ahora deberás modificar y tener en cuenta ciertos hábitos alimenticios: qué, cómo y cuánto comes será diferente a partir de ahora. “Hay que aprender a comer de nuevo, vas incorporando la comida poco a poco, como si fueras un bebé”, me dijo Ana cuando, luego de varios meses sin verla, la encontré notablemente delgada, coqueta y sobre todo feliz y sonriente con su nueva imagen. Yo lo sabía, y tu lo aprenderás, si estás considerando someterte a una cirugía de bypass gástrico para perder peso. Esta operación no significa que una vez que te la realizas pierdes peso y dejas de hacer dietas. Es necesario modificar la forma en que comes. Especialmente al principio.

En efecto, la dieta luego de un bypass gástrico comienza con alimentos líquidos y de a poco se van incorporando nuevos ingredientes a tu alimentación diaria. La razón para que sea así tiene que ver con la naturaleza de esta cirugía. El bypass gástrico es un procedimiento mediante el cual se reduce el tamaño del estómago y permite que la comida se salte parte del intestino delgado (lo que hace que disminuya la absorción de los alimentos). Pero obviamente, las personas comen menos y se sienten satisfechas con pequeñas porciones de alimentos.  Esta operación se hace en personas que sufren de obesidad.

Ahora, te estarás preguntando ¿por qué tienes que seguir una dieta si justamente te has operado porque estabas cansada/o de hacer dietas sin éxito? Este caso es diferente. Si bien te ayudará a perder peso y a evitar que vuelvas a excederte en kilos, la dieta post-operatoria es necesaria, entre otras cosas, para evitar complicaciones o efectos colaterales, como posibles vómitos, intolerancia a ciertos alimentos y/o diarreas. Además permitirá que la cicatriz se forme sin estirarse por la comida que ingieras y te ayudará a acostumbrarte a las nuevas pequeñas porciones que tu estómago puede digerir.

Así, para que tu estómago -en su nueva forma y todavía inflamado por la operación- se vaya poniendo fuerte, durante el primer mes es recomendable que sigas una dieta basada en purés, compotas, sopas, caldos y cualquier tipo de líquidos. En general, puedes comer “de todo” pero triturado o transformado en puré.

Por ejemplo, puedes triturar o hacer puré con carnes desgrasadas, porotos o frijoles, pescado, clara de huevo, yogurt y vegetales y frutas blandas, mezcladas con agua, jugos sin azúcar, caldos desgrasados y leche descremada.

Pero no te preocupes, esto no será así por mucho tiempo. Sólo las primeras semanas (alrededor de seis). Luego, el médico realizará un control para corroborar que todo esté bien con el estómago y el intestino, y a partir de entonces podrás volver a ingerir alimentos sólidos.

¡Pero espera! No es que puedes abalanzarte sobre un plato de comida, recuerda que tu estómago es distinto ahora y está recién operado. La alimentación debe ser de manera progresiva, ten en cuenta que recién a los tres meses de haberte hecho el bypass gástrico estarás comiendo “casi” de todo.

Durante este período, los alimentos sólidos deben ser blandos (una buena forma de definir cuán blando debe ser es que pueda ser aplastado con el tenedor). Puedes incorporar pequeños daditos de carne magra, fruta fresca y vegetales cocidos.

Una vez pasado este período, y con la aprobación de tu médico, entonces sí podrás ir incorporando gradualmente alimentos sólidos.

Lo aconsejable es que empieces poco a poco, ir probando las comidas de a una por vez para detectar si el estómago las tolera bien y, en lo posible, evitar comidas con muchas especies o de textura crujiente, como nueces y semillas, palomitas de maíz o granola, frutas secas, vegetales fibrosos (como el brócoli y el coliflor) y gaseosas o bebidas con un alto contenido en carbohidratos. Por supuesto, también hay que evitar las bebidas alcohólicas, que son muy altas en calorías y poco nutritivas.

Otro dato importante que debes tener en cuenta a la hora de comer luego de haber tenido una cirugía de bypass gástrico, es la cantidad.  Recuerda que tu estómago ya no es el mismo y puede almacenar menos comida que un estómago normal. Al principio sólo puede almacenar una cucharada de alimento y luego se irá agrandando pero sólo podrá almacenar el equivalente a una taza de comida masticada (un estómago normal puede almacenar hasta 4 tazas).

Por eso, será necesario que te olvides de los platos abundantes, repletos de comida. Verás que con pequeñas porciones te sentirás satisfecho(a) rápidamente. ¡Deja de comer apenas te sientas saciado(a)!

Por esto mismo, además, es preferible que comas seis pequeñas comidas a lo largo del día, en vez de tres comidas grandes, y no tomes refrigerios entre comidas.

Una vez que estés consumiendo alimentos sólido, recuerda comer despacio y masticar cada bocado lentamente y por completo (no lo tragues hasta que esté blando ya que la abertura entre la nueva bolsa del estómago y los intestinos es muy pequeña y el alimento que no se mastica bien puede bloquearla).

También ten en cuenta que algunos alimentos que no se llevan bien con el bypass gástrico, como la pasta, el arroz, el pan, las verduras crudas, las carnes y cualquier alimento seco, pegajoso o fibroso. Estos pueden causar un poco de dolor o molestias.

En cuanto a las bebidas, puedes beber hasta 8 vasos de agua u otros líquidos que no tengan calorías todos los días, teniendo en cuenta que no debes tomar nada ni una hora antes ni después de ingerir alimentos sólidos o mientras estés comiendo (ya que el estómago se llenará de líquidos y puede impedirte que consumas los nutrientes que necesitas).

Al beber es preferible que des sorbos pequeños y no es aconsejable usar popotes o pitillos (pajitas) ni tomar gaseosas, ya que éstas introducen aire en el estómago.

Si sigues estas recomendaciones, probablemente en poco tiempo comiences a ver los beneficios de haber pasado por el bypass gástrico y notarás más cambios en tu cuerpo. Pero recuerda que si no sigues las recomendaciones puedes tener varios efectos negativos e incluso con el tiempo puedes volver a subir de peso. Por eso, antes de tomar la decisión de someterte a esta cirugía, infórmate acerca de lo que significa las posibles ventajas y desventajas y qué seguimiento deberás tener tanto médico como en cuanto a tu dieta.

Como siempre te aconsejo, antes cualquier duda, consulta con el médico que te practicó la operación.

Imágen © iStockphoto.com / Andy Nowack

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