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¿Tienes dificultades con tus riñones? El que funcionen bien es un elemento clave para la salud general, ya que los riñones sirven para eliminar los productos de desecho del cuerpo. Si sufres de insuficiencia renal o falla renal, es importante que sigas una dieta especial para detener el avance de la enfermedad y para mantener a tu organismo en las mejores condiciones posibles.

Una dieta adecuada ayuda a los pacientes con insuficiencia renal o falla renal a que tengan una buena nutrición, a base de alimentos que hagan más lenta o que retrasen la progresión de la enfermedad, a que mantengan en equilibrio sus electrolitos, sus minerales y sus líquidos y a que reduzcan la acumulación de productos de desecho en el cuerpo. Es esencial que sigas las indicaciones de tu médico y de un dietista calificado, pero en términos generales, estos son los puntos principales que debes tener en cuenta a diario:

  • Limita la cantidad de líquidos (no solamente las bebidas sino alimentos como sopas, consomés, gelatinas o sorbetes)
  • Reduce la cantidad de proteína (si no estás en diálisis)
  • Restringe la sal
  • Ingiere suficientes calorías si estás perdiendo peso

Las guías siguientes, ofrecidas por la National Kidney Foundation pueden servirte de ayuda para planear tus comidas e incluir o reducir ciertos grupos de alimentos en tu dieta.

Proteína. Debe estar limitada a 1 gramo (0.04 oz ap.) al día por kilogramo de peso. Si la limitas así, es posible que se alivien algunos síntomas como náuseas, vómitos, mal sabor en la boca y pérdida de peso.
Aquí tienes ejemplos de la cantidad de proteínas que contienen algunos de los alimentos más comunes: 1 huevo, 7 gramos 0.25 oz de proteína; 1 muslo de pollo, 14 gramos (0.5 oz ap.); 8 onzas (1 taza) de leche descremada, 8 gramos (0.28 oz ap.); 1 rodaja de pan, 2 gramos (0.07 oz ap.); 1 taza de arroz cocido, 4 gramos (0.14 oz ap.); 1/ 2 taza de maíz, 2 gramos (0.07 oz ap.).

Calorías. Debes consumir las calorías adecuadas para mantenerte saludable y para evitar el deterioro de los tejidos. Lo ideal, según la National Kidney Foundation: 35 calorías por kilogramo (2.5 libras) al día para los menores de 60 años, y 30 calorías para los mayores de 60 años. Las calorías se encuentran principalmente en los carbohidratos, las proteínas y las grasas.

Carbohidratos. Son una buena fuente de calorías y de energía. Si debes seguir una dieta baja en proteína, puedes sustituirla por carbohidratos, como frutas, panes integrales, granos, verdura, miel, jalea y azúcar, que también proporcionan energía al organismo.

Grasas. Son una buena fuente de calorías, pero debes usar grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (aceite de oliva o de canola) para mantener sanas a tus arterias y también para proteger a tu corazón.

Sal o sodio. Los alimentos altos en sal o sodio aumentan la presión arterial, una de las causas principales de las enfermedades renales. Algunos alimentos con alto contenido en sodio que debes evitar: tocino, jamón, cesina (tasajo, machaca, carne de res seca), salchichas, pizza, comida china, comida chatarra, pepinos encurtidos, queso, salsa de soya (soja), sopas en conserva y papas fritas de paquete. Al comprar los alimentos, busca esta información en las etiquetas:

  • Bajo en sodio
  • Sin sal agregada
  • Libre de sodio
  • Reducido en sodio
  • Sin sal

Revisa la etiqueta para ver cuánta sal contiene por porción.  Los productos que te convienen son los que contienen menos de 100 mg por porción. Si la sal encabeza la lista de los ingredientes, no te conviene. Otras recomendaciones son:

  • No agregues sal a los alimentos (para evitar tentaciones, no pongas el salero en la mesa). Para agregar sabor a las comidas, agrega hierbas aromáticas que son seguras y que puedes agregar sin limitaciones.
  • Evita usar sustitutos de la sal ya que contienen potasio y debes limitarlo.

Líquidos. Debes limitarlos según vaya avanzando la enfermedad. Si tu condición renal es leve, no suele haber limitaciones.  Pero si los riñones dejan de producir orina, hay iniciar diálisis, y cambia el consumo permitido de agua para limitar la acumulación de desechos y de líquidos entre una diálisis y otra (ve los detalles más adelante).

Fósforo y calcio. Son dos minerales importantes para el cuerpo, pero debes vigilar su consumo. Si el nivel de fósforo está muy elevado en la sangre, puede bajar el nivel de calcio. Como consecuencia, el cuerpo extrae el calcio que necesita de los huesos, y éstos se deterioran. Algunos alimentos altos en fósforo que debes limitar o eliminar incluyen: leche (usa sustitutos); frijoles (porotos, habichuelas)  rojos, negros y blancos; habas limas; nueces; chocolate; yogur; queso; hígado; sardinas y postres a base de leche.

Potasio. Es un mineral necesario para mantener los latidos del corazón regulares. Si los riñones se deterioran progresivamente, hay que ir reduciendo también el consumo de potasio para que no se altere el ritmo cardíaco. ¿Dónde se encuentra el potasio? Pues principalmente en las frutas y en las verduras como melocotones (duraznos), peras, cerezas, manzanas, piña (ananás), mandarinas y sandías (melón de agua). Para no consumirlo en exceso, recuerda limitar o evitar las naranjas (y el zumo de las mismas), los kiwis, las uvas pasas o cualquier otra fruta deshidratada, los plátanos (o bananas), el melón cantalupo y las ciruelas. En el caso de las verduras, puedes comer: brócoli, col (repollo), zanahoria, coliflor, apio, pepino, berenjena, lechuga, cebolla, pimientos, berro y calabaza (ahuyama). Evita o limita los espárragos, la palta (aguacate), el tomate y la salsa de tomate y las espinacas.

Hierro. En los casos avanzados de insuficiencia renal, los pacientes suelen tener anemia por insuficiencia de este mineral, por eso, necesitan ingerir más hierro. Lo encontrarán en el hígado, la carne de res o cerdo y en los cereales fortificados. Se debe consultar al médico o un nutricionista calificado para ver si se deben tomar suplementos de hierro.

Si ya estás recibiendo diálisis 

Cuando produce insuficiencia renal o falla renal y los riñones dejan de funcionar, debes recibir diálisis para eliminar las impurezas. Como tus riñones ya no producen orina, o producen muy poca, una de las primeras medidas es limitar la cantidad de líquido que consumes para que no se acumule en tu cuerpo. En ese caso:

  • Limita o evita los alimentos que contengan mucha agua (sopas, gelatinas, helados, uvas, melones, sandías, lechuga, tomates, apio).
  • Para que no tengas sed, evita los alimentos con sal, y elige los que son bajos en sodio o no lo contienen.
  • Dale sabor a la comida con hierbas y especias.

Es cierto que si tienes una enfermedad renal avanzada debes consumir poca proteína, pero si la enfermedad avanza y requieres diálisis, vas a necesitar una mayor cantidad de proteína. Una persona en diálisis debe comer de 8 a 10 onzas (220 a 280 gramos) de alimentos ricos en proteína, como pescado, aves, carne de cerdo o huevos para reponer los músculos y los tejidos que se pierden diariamente.

Las enfermedades renales siempre son serias, y por eso es sumamente importante que te informes sobre lo que puedes comer y lo que debes evitar. Y que sigas estrictamente las indicaciones de tu médico. Recuerda que llevar una dieta adecuada a tu condición y vigilar cuidadosamente todo lo que comes es la mejor ayuda que puedes darle a tus riñones si ya no funcionan bien.  Eso hará que te sientas mejor.

Imágen © iStockphoto.com / Martin Dimitrov

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