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La diabetes puede afectar tu salud visual de diferentes maneras. A veces, puede afectar la retina y entonces se produce la llamada retinopatía diabética. Para su tratamiento, existen diversos métodos. Aquí te contamos uno que incluye un tipo de rayo láser nuevo.

Una de las complicaciones que puede provocar la diabetes especialmente cuando no se controla, es la denominada retinopatía diabética, una afección de la vista que lleva a la pérdida gradual de la visión y puede terminar en ceguera.  En varios casos, puede provocar el desprendimiento de la retina (que es una situación de emergencia).

Un grupo de especialistas del Instituto del Ojo Truhlsen del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, en los Estados Unidos, ofrece un tratamiento nuevo con rayos láser avanzado, para combatir enfermedades de la retina y prevenir la ceguera en pacientes en condiciones graves. Según los especialistas, se trata de un láser con luz amarilla, el único de ese calibre en los Estados Unidos y sólo hay otro similar que se usa en el mundo, en este momento.

A diferencia de los rayos láser tradicionales, que son limitados en el número de modelos y pulsaciones a los cuales se los puede ajustar, este nuevo láser permite aplicar más puntos de luz en diferentes formas o patrones. Esto lo hace más efectivo y, según consideran los especialistas, posiblemente más seguro.

Este láser, cuyo nombre completo es Supra Scan Multi-spot Laser (fabricado por Quantel Medical, una empresa con su casa central en París, Francia), también ofrece tratamiento para otras enfermedades de la retina, como la oclusión de las venas, el glaucoma neovascular y los desgarros de la retina. Además, su uso puede combinarse con otras terapias para tratar el edema macular diabético, que es la causa más común de pérdida de la visión moderada en las personas con diabetes.

Recuerda que la retinopatía diabética se produce debido a cambios y el deterioro de los vasos sanguíneos que llevan la sangre a la retina. Cuando los vasos sanguíneos están debilitados, es posible que se inflamen (se hinchen) y, de ese modo, se escape líquido o sangre y que se formen ramas frágiles en forma de cepillo, que pueden agrandarse en ciertos lugares. Eso se conoce como retinopatía no proliferativa o retinopatía diabética no proliferativa, y en general es la etapa más temprana de la retinopatía diabética.

Otras veces, los vasos debilitados se obstruyen (se tapan) y entonces no dejan que llegue suficiente sangre al ojo. Esto se conoce como retinopatía diabética proliferativa. Para resolver esta situación, la retina produce vasos sanguíneos nuevos, en un proceso que se conoce como neovascularización, pero esos vasos sanguíneos nuevos que crecen en la superficie de la retina son anormales, y tampoco permiten que la sangre llegue adecuadamente a su destino.

Las personas que han padecido de diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 por más de 10 años, tienen un gran riesgo de desarrollar retinopatía diabética de cualquier tipo. Para tratarla, actualmente existen distintos tratamientos y medicinas, y tu oftalmólogo (el médico especializado en la vista) te indicará cuál es el más apropiado para ti. Aun así, lo mejor es tratar de mantener la diabetes bajo control (así como tu presión arterial).

Para eso,  es muy importante que sigas el tratamiento tal como te lo ha indicado tu médico: una dieta sana y balanceada, el descanso necesario, una rutina diaria de ejercicios apropiada y las medicinas que te recomiende. Y recuerda, que parte del cuidado de la diabetes incluye visitas regulares al oftalmólogo. La retinopatía diabética temprana no causa síntomas.

Afortunadamente las investigaciones continúan para encontrar tratamientos cada vez más efectivos para la retinopatía diabética, como este novedoso rayo láser, pero lo mejor, cuando es posible, sigue siendo la prevención.

Imagen © iStockphoto.com / Peshkova

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