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A diferencia de lo que se creía hasta el momento, tener sexo es seguro para la mayoría de las personas con problemas del corazón que han sufrido un infarto o pasado por una cirugía. Así lo detectó un estudio difundido por la Sociedad Americana del Corazón, según el cual menos del 1% de los ataques cardíacos son provocados por la actividad sexual.

Además de placentero, el sexo puede brindar varios beneficios para la salud: ayuda a que los pulmones se oxigenen y a quemar calorías, disminuye el dolor (en especial el de cabeza y el provocado por artritis), combate el estrés y facilita el buen descanso por las noches, entre otros.

Pero esto no es del todo correcto en el caso de las personas que tienen problemas del corazón o que han sufrido un ataque cardíaco. Al menos, eso es lo que se consideraba hasta ahora: que la actividad sexual era un riesgo para las personas que habían sufrido un ataque al corazón o que habían sido sometidas a una cirugía de ese órgano, por el esfuerzo físico que representaba.

Sin embargo, en la edición en línea del 19 de enero de la revista Circulation, que publica la Asociación Americana del Corazón, aparecen nuevas declaraciones que detallan quien está en riesgo y quien no, ya que al parecer la actividad sexual no es tan peligrosa para quienes tienen enfermedad cardiovascular y se encuentran estables.

Los especialistas de esta organización consideran que tener sexo podría ser comparable con la actividad física leve a moderada, como caminar o subir escaleras, aunque en ciertos casos, sobre todo cuando la enfermedad no está bajo control, puede ser riesgoso.

En otras palabras, si el paciente puede caminar con rapidez o subir dos tramos de escaleras sin sentir dolor en el pecho, un ritmo cardíaco irregular o falta de aire, significa que está listo para volver a disfrutar de sus relaciones íntimas. De todos modos, aconsejan que los sobrevivientes de un infarto esperen al menos una semana para reanudar las relaciones, y que los que han pasado por una cirugía aguarden entre seis y ocho semanas para volver a disfrutar del sexo.

En todo caso, y para más seguridad (y tranquilidad), los autores de este trabajo recuerdan que todos los afectados deben consultar con el médico antes de reanudar su vida sexual, ya que cada uno tiene sus particularidades específicas.

Estas declaraciones se basan en un análisis de datos en el que los investigadores detectaron que menos del uno por ciento de los ataque cardiacos se relaciona con la actividad sexual, y las probabilidades bajan aún más en las personas que hacen ejercicio regularmente. Esto quiere decir que la posibilidad  de que alguien que ha tenido un ataque al corazón vuelva a tener otro o muera durante una relación sexual es de una entre 33 mil.

Además, la investigación encontró que la muerte súbita es muy poco común durante la actividad sexual, y que – como en las películas – cuando eso sucede, casi siempre les ocurre a hombres que tienen sexo extramatrimonial, con una pareja más joven, en un ambiente desconocido y/o luego de comer y beber alcohol en exceso.

Por otro lado, la publicación también aclara que hay estudios recientes que no han conectado directamente a los medicamentos para el corazón con la disfunción sexual, como ha ocurrido con otros anteriores. Por eso, la recomendación sigue siendo que nunca dejes de tomar tus medicamentos para el corazón por temor a que afecten tu vida sexual.

Ante una situación así, siempre debes consultarlo con tu médico para que pueda asesorarte correctamente. Y este es otro de los problemas que ha detectado el estudio: al parecer, si bien los médicos deberían educar a quienes sufrieron algún episodio cardíaco, para que no teman en volver a tener relaciones sexuales, son pocos los que lo hacen porque se sienten incómodos o no tienen la información adecuada.

De todos modos, la Asociación Americana del Corazón aclara que todavía es necesario realizar más investigaciones para profundizar en la forma en que la actividad sexual puede impactar la salud cardíaca. Mientras tanto, no te avergüences de hablar con tu médico sobre tu vida y tus preocupaciones sexuales. En todo caso, es preferible que combatas la timidez y no un problema mayor que pueda provocarte el sexo, por no haberlo conversado antes con un especialista.

¡Anímate a hablar del tema y a seguir disfrutando de una actividad sexual segura, aún cuando tengas o hayas tenido un ataque al corazón o algún problema cardiovascular!

Imagen © iStockphoto.com / jez gunnell

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