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El sangrar durante el embarazo siempre es angustiante. ¿Qué está sucediendo? ¿Es normal? ¿Está a salvo tu bebé? Miles de preguntas como estas invaden tu cabeza. La Placenta Previa puede ser una de las respuestas al sangrado durante el embarazo. En Vida y Salud te contamos qué es para que estés alerta si te sucede.

La placenta es un órgano que crece dentro de tu útero desde las primeras semanas de tu embarazo y tiene la muy importante misión de servir de puente entre tú y tu bebé.

Tan pronto sucede la concepción, la placenta se empieza a formar pegada a las paredes de tu útero y se conecta a tu bebé a través del cordón umbilical para pasarle nutrientes y oxígeno, y limpiar los desechos que tiene en su sangre. Generalmente la placenta se forma cerca de la parte baja del útero, y en la medida en que éste crece, la placenta se va subiendo hasta quedar en la parte superior del útero ya para las últimas semanas del embarazo.

Pero, cuando la placenta no sube y se queda en la parte baja del útero, tapando parcial o totalmente la apertura al cuello uterino por donde ha de salir tu bebé en el momento del parto, se presenta una complicación conocida como Placenta Previa. Y cuando decimos complicación, tómalo en serio, pues corres el riesgo de tener hemorragias  durante el parto o antes, me refiero a lo tener un parto prematuro (antes de las 36 semanas).

La complicación varía de acuerdo al tipo de Placenta Previa…

  • Marginal: cuando está cerca al borde del cuello uterino pero no cubre la apertura
  • Parcial: cuando cubre parte de la apertura del cuello uterino
  • Total: cuando cubre totalmente la apertura del cuello uterino

¿Qué causa la Placenta Previa? Aún no se sabe exactamente, pero al parecer puede suceder cuando la placenta o el útero se desarrollan de forma anormal, cuando tienes una placenta muy grande a causa de embarazos múltiples,  o cuando tienes cicatrices en el endometrio (el tejido que cubre las paredes del útero).

Y si eres una mujer mayor de 35 años que fuma, has estado embarazada anteriormente y te has tenido una cesárea, u otras cirugías del útero, tus riesgos de tener Placenta Previa aumentan considerablemente.

Afortunadamente la placenta previa se puede detectar bastante temprano en el embarazo, antes de que tú o tu bebé corran riesgos importantes. En la mayoría de los casos los obstetras la detectan mediante un ultrasonido como parte de tus controles (chequeos) prenatales.

Pero si no la detectan a tiempo, es probable (aunque no seguro) que la descubras mediante su síntoma más evidente: un sangrado vaginal que generalmente no duele y que puede ser desde ligero hasta severo. Este sangrado se presenta normalmente a finales del segundo trimestre, principios del tercer trimestre. En muchos casos desaparece solo, pero vuelve a aparecer después de algunos días o semanas.

Cuando el sangrado es muy fuerte puede convertirse en hemorragia, venir acompañado de dolores abdominales como si fueran contracciones y hasta provocarte un parto prematuro. Y en el peor de los casos puede poner en riesgo tu vida o la de tu bebé.

Aunque la Placenta Previa ocurre sólo en 1 de cada 200 embarazos, no sabes si te puede ocurrir a ti. Así que tan pronto empieces a sangrar, busca atención médica de emergencia y consulta con tu obstetra. No te quedes con la duda.

 

Imagen © iStock / nensuria

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