Una embolia es una interrupción súbita del flujo sanguíneo a un órgano o a una parte del cuerpo causada por un émbolo (lo más común es un coágulo de sangre que viaja de un lugar a otro). Por ejemplo, hay embolias cerebrales. ¡Imagínate! El cerebro necesita del oxígeno que transporta la sangre para funcionar y mantenerse vivo. Si aunque sea una parte se queda sin recibirlo, las consecuencias pueden ser muy graves. En Vida y Salud te contamos más acerca de la embolia.
Imagínate que tu sangre va fluyendo libremente por todas las arterias de tu cuerpo para llevar el oxígeno que necesitan todos tus órganos y de repente ¡boom! Aparece un obstáculo que no la deja pasar. Estos elementos extraños que viajan y obstruyen el paso se llaman émbolos o coágulos y son los culpables de que la sangre no llegue a su destino. En pocas palabras es como si te quitaran por unos segundo el combustible para poder funcionar. Este corte repentino del flujo sanguíneo ocasionado por un coágulo, se conoce como embolia.
La embolia puede ser causada por uno o más coágulos en el torrente sanguíneo, por las placas que recubren a las arterias, o inclusive por partículas de grasa que se desprenden de los huesos cuando hay fracturas. También, en otros casos, la embolia es causada por el líquido amniótico, por algunos tumores e inclusive por aire cuando no se siguen los lineamientos recomendados a la hora de bucear.
Recuerda que la sangre lleva el oxígeno a las diferentes partes de tu cuerpo. Cuando existe una obstrucción de las arterias, la sangre no puede pasar y los diferentes órganos y tejidos se quedan sin recibir el combustible (el oxígeno) que necesitan para desempeñar sus funciones y para vivir.
Existe un tipo de embolia conocida como embolia paradójica. Esta sucede cuando un coágulo, que ha permanecido en una vena, entra la corazón por el lado derecho del mismo (ya que llega para oxigenarse). Estando dentro del corazón, el coágulo viaja al lado izquierdo de éste y de allí tiene libre acceso a las arterias que van a salir a proporcionar oxígeno a los órganos del cuerpo con la sangre ya oxigenada. Estando en esta situación ¿qué camino crees que puede tomar el coágulo? El coágulo puede viajar por el torrente sanguíneo y llegar al cerebro o al pulmón, ocasionando un bloqueo de la sangre en un área de estos órganos (la seriedad depende del tamaño del bloqueo, del sitio y de la duración).
Presta atención a estos síntomas que pueden empezar repentinamente o poco a poco. Esto depende del tamaño del émbolo y de la parte afectada por el bloqueo del flujo de la sangre.
Algunas personas están en mayor riesgo de sufrir una embolia. Por ejemplo, si padeces de:
Existen otras situaciones en particular que pueden predisponer a una embolia. Seguramente has escuchado algunas recomendaciones en relación a evitar permanecer sentado por muchas horas cuando viajas en avión. Revisa las siguientes condiciones, ya que también pueden incrementar tus posibilidades de sufrir una embolia.
El tratamiento de una embolia incluye ciertos medicamentos que disuelven el o los coágulo(s) y previenen la aparición de nuevos. En este caso se recetan medicamentos como los anticoagulantes (diluyentes de la sangre), trombolíticos (que destruyen el coágulo) y los anti-plaquetarios. En la fase aguda en muchos casos se requiere hospitalización y la administración del anticoagulante en la vena. Todo depende del caso, pero hay situaciones que son sumamente delicadas. Para la prevención, algunos médicos recomiendan al uso de la aspirina (ácido acetilsalicílico) para adelgazar la sangre y prevenir que se adhieran las plaquetas, que es lo inicia la formación del coágulo; si se debe a várices, se puede recomendar el uso de medias elásticas. Nuevamente depende de la causa de la embolia.
Otras personas requieren tratamientos diferentes que implican cirugías. Con estas intervenciones, se puede: en algunos casos crear una segunda fuente que permita el suministro de sangre, en caso de que la arteria esté completamente cerrada u obstruida. Mediante otras, el coágulo puede ser aspirado o extraído. Mientras que en otras, se puede poner un filtro para impedir que los coágulos sigan subiendo a través de una de las venas principales (la vena cava).
En la mayoría de los casos el tratamiento de la embolia depende del lugar en donde está localizado el coágulo y en qué tanto haya bloqueado el flujo de la sangre. Si la sangre no llega por mucho tiempo a un tejido u órgano, este se puede morir. Es importante que la embolia arterial sea tratada a tiempo para evitar una amputación de un brazo o de una pierna, por ejemplo. Se dice que el 25% de los pacientes con una embolia termina con la amputación de una de sus extremidades.
La mejor forma de evitar los coágulos en las arterias es la prevención. Recuerda que los hábitos saludables hacen verdaderas maravillas en tu salud. Lleva una dieta balanceada y nutritiva, haz ejercicio regularmente, controla el estrés, evita las bebidas alcohólicas en exceso y deja de fumar. Controlando los factores de riesgo dentro de lo posible, podrás olvidarte también del peligro de sufrir una embolia.
Imagen © iStock / JuSun
Un estudio realizado en España ha puesto de manifiesto un aumento del 50,77% en las… Leer más
Las glándulas salivales se componen de tres pares de estructuras encargadas de producir saliva. Se… Leer más
Las paperas, también conocidas como ‘mumps’ en inglés, son un conjunto en enfermedades virales que… Leer más
La reducción de la masa muscular con la edad puede conducir a problemas de salud… Leer más
Debido a que el Alzheimer afecta a más de 50 millones de personas en el… Leer más
El Alzheimer se presenta principalmente de dos formas, la esporádica, que no entendemos por qué,… Leer más
Deja un comentario