Skip to main content

Un estudio reciente relaciona la postura física con el nivel de autoestima y la sensación de poder de las personas. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo y te damos algunas recomendaciones para mejorar la percepción que tienes de ti mismo/a, o la llamada autoestima.

Luisa es muy alta y tiende a encorvarse para disimular su altura. Alejandra, por el contrario, es bajita y por temor a pasar desapercibida ha desarrollado un carácter fuerte, para hacerse notar. Las dos creen que la estatura afecta cómo el mundo las percibe y cómo ellas perciben al mundo.

La realidad es que la vida sí se ve distinta en uno u otro caso. Haz la prueba: elige un paisaje y párate sobre una silla o un banco que te de más altura; luego ponte de rodillas y mira la misma escena, ¿cómo se ve antes y después?

Así como la estatura real cambia la forma en que vemos el mundo, la postura que adoptamos al caminar y al sentarnos, independientemente de la estatura, también habla a gritos sobre cómo nos sentimos con nosotros mismos. A esto se suman otros aspectos como la expresión de tu cara, tus reacciones, las miradas, los movimientos y otro tipo de conductas no verbales que también hablan de ti.

Teniendo esto en mente y siguiendo la idea de que en la especie animal la postura es la que indica poder o supremacía entre unos y otros, un grupo de investigadores de las universidades de Columbia y Harvard se preguntaron si ocurriría algo similar entre las personas, y encontraron que quienes tenían posturas expansivas (con las extremidades más distendidas y que ocupaban más espacio con su cuerpo) tenían más sentimientos de poder y una mayor predisposición a arriesgarse que aquellos que tenían posturas más cerradas y contraídas (con las extremidades tocando el torso y minimizando el espacio que ocupaban, adoptando posturas encorvadas o hacia adentro).

¿Habías pensado en esto antes? ¿cómo es tu postura y cuál es la percepción que tienes de ti mismo/a? La autoestima es la forma en la que te ves y te consideras a ti mismo/a. Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propio valor y están orgullosas de sus capacidades, sus habilidades y sus logros. Las personas con baja autoestima, por el contrario, se sienten inseguras, creen que no le gustarán a nadie y que no son buenos en nada. Fíjate en la diferencia de lo que transmite una persona que camina con la mente en alto y otra que lo hace mirando para el piso.

La autoestima cambia a lo largo del tiempo. Por eso es posible  que en algún momento de tu vida te sientas con autoestima baja, pero si buscas la forma de pensar positivamente, posiblemente puedas modificar tu opinión sobre ti mismo/a. A veces, si no puedes lograrlo solo, es preferible que pidas ayuda profesional para tener una autoestima elevada que te permita desarrollarte de una manera sana en todas las actividades que tengas en la vida diaria.

Algunos estudios han demostrado que hacer ejercicios al aire libre, como caminar, andar en bicicleta e incluso dedicarse a la jardinería, ayuda a elevar la autoestima. Y lo mejor de todo es que cinco minutos diarios de estar expuesto a la naturaleza podrían ser suficientes para darle ese empujón a tu salud mental.

Otras recomendaciones para mejorar tu autoestima incluyen:

  • Evita tener pensamientos negativos sobre ti mismo/a. En vez de concentrarte en tus defectos empieza a pensar en tus aspectos positivos.
  • Identifica qué cosas de las que no te gustan de ti mismo/a puedes cambiar y cuáles no. Si hay algo que puedas cambiar, no esperes para hacerlo; pero si no es posible, empieza a trabajar para quererte tal cual eres.
  • Acepta tus errores y la posibilidad de cometerlos y considéralos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
  • No trates de ser perfecto. Algunas personas se presionan tanto por lograr la perfección que terminan paralizadas por ello.
  • Ponte objetivos que puedas concretar y trata de cumplirlos en el tiempo en que te los has propuesto. Sigue tu plan de trabajo y no olvides anotar tus logros y tus progresos.
  • Realiza actividades nuevas que te permitan desarrollar tus habilidades, busca las que te hagan sentir mejor y disfruta de tus logros.
  • Siéntete orgulloso de tus opiniones y de tus ideas. Exprésalas sin miedo.
  • Colabora en algún trabajo social o ayuda a los demás, aunque sea en pequeñas cosas. Sentir que aportas algo y que se reconoce tu ayuda es una de las mejores maneras para aumentar tu autoestima.
  • Disfruta pasando más tiempo con personas que significan algo para ti y haciendo cosas que te gustan. No dejes que tus inseguridades le pongan un freno a tu vida.

Recuerda que nunca es tarde para construir una autoestima positiva y sana. Y como la autoestima influye en casi todo lo que haces, es importante que aprendas a quererte, a valorarte y a que hagas el tiempo necesario para que te cuides, tanto física como emocionalmente.

Imagen © Shutterstock.com / geralt

Comentarios de nuestra comunidad