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Cualquier pinchazo resulta molesto y hasta doloroso, pero si por razones médicas necesitas inyectarte o extraerte sangre, esto tiene una función beneficiosa. Pero si el pinchazo ocurre por accidente, con una aguja, una jeringuilla o una lanceta que ha estado en contacto con sangre ajena, entonces se convierte en un peligro porque implica un contagio potencial con un virus que podría causarte mucho daño. Para evitar ese tipo de accidente, conviene que los enfermos que usan esos dispositivos y las personas que los cuidan sepan como desecharlos siguiendo unas cuantas medidas básicas de seguridad.

Marisol visita con frecuencia a su hermana mayor que es diabética y ya no ve muy bien para ayudarla con las tareas domésticas.  Hace poco, mientras echaba unos papeles al bote de la basura se le cayó una pulsera dentro.  Al ir a sacarla se dio un pinchazo en el dedo con una de las agujas que usa su hermana para inyectarse insulina.  Por suerte para Marisol, su hermana no lleva en su sangre ningún virus contagioso como el de la hepatitis C o el del VIH pero muchas personas están expuestas a diario a este tipo de accidente,  que se puede prevenir en un 100%.

Miles de personas usan a diario en la comodidad de su casa agujas, jeringas y objetos puntiagudos (lancetas) para controlar una variedad de condiciones: diabetes, alergias, infertilidad, artritis, hepatitis, VIH, migrañas, cáncer y enfermedades que afectan la coagulación de la sangre. Estos objetos punzantes de uso médico, también se utilizan para administrar medicamentos a las mascotas y a los animales de granja.  El propósito de estos objetos es mejorar la calidad de la vida de los que los usan y a veces, ¡hasta salvárselas!, pero si no se descartan adecuadamente, se pone en peligro la vida de otras personas: los trabajadores que recogen la basura, las personas que se encargan de las tareas domésticas, los niños y otros miembros de la familia.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente  (EPA por sus siglas en inglés) calcula que unos 9 millones de personas en los Estados Unidos usan este tipo de objetos, lo que equivale al uso de unos 3 mil millones de agujas y jeringuillas desechables y 900 millones de lancetas cada año que muchas veces van a parar directamente a la basura.

Para la protección de todos, la FDA (Agencia Federal de Medicinas y Alimentos) advierte que estos objetos no deben tirarse ni en los botes de basura del hogar ni en los de los lugares públicos, ni tampoco se deben arrojar en la taza sanitaria, ni en los contenedores de reciclaje. También advierte que las personas que se cortan o pinchan con ellos accidentalmente están en peligro de contagiarse con las enfermedades que se transmiten por estar en contacto con la sangre, y recomiendan que se realicen las pruebas necesarias para descartar la posibilidad de contagio.

¿Cómo deben desecharse estos objetos?

Existen contenedores aprobados por la FDA específicamente diseñados para recoger y desechar agujas, jeringuillas y objetos puntiagudos. Están elaborados con material plástico resistente que impide que las puntas los atraviesen, y están hechos de tapas firmes que permiten introducirlos, pero evitan que se salgan.  Se adquieren en las farmacias, en las compañías que venden productos médicos, a través de las oficinas de los médicos y de los proveedores de salud y en Internet.  Cuando la persona utiliza una aguja, una  jeringuilla desechable o una lanceta para pincharse y para medir el nivel de su glucosa, debe colocarla en ese recipiente inmediatamente después.  Si no puede obtener este tipo de contenedores, puede usar  por ejemplo, un envase de detergente plástico vacío. Cuando se llene hasta unas tres cuartas partes de capacidad, se debe llevar el envase a uno de los puntos en donde los recogen establecidos en la comunidad. Estos pueden ser:

  • Contenedor para desechos médicos: situadas en las consultas de los médicos, hospitales, farmacias y en estaciones de policía o de bomberos.
  • Centros de colección de desechos peligrosos, que son sitios públicos en los que se desechan productos tóxicos como pinturas, aceites para el motor y que también aceptan este tipo de objeto.
  • Servicios que recogen desechos a domicilio o de envío por correo. Estos programas funcionan con una cuota mínima y se intercambia el contenedor lleno por otro vacío. Los de envío por corre tendrán las instrucciones acerca de cómo enviarlos correctamente.

Empieza por informarte acerca de los servicios disponibles en tu comunidad. Llama a tu departamento de colección de basura o consulta con tu médico o tu farmacéutico. Ellos te podrán brindar la información que necesites para usar estos objetos punzantes de la manera correcta y para desecharlos sin peligro.  El camino más fácil no siempre es el correcto. Así que si te sientes tentada(o)  a tirar una de esas agujas a la basura, piénsalo bien. Debes evitar que otros se expongan y debes tratar la salud de las otras personas con el mismo respeto que querrías para la tuya. Si todos ponemos de nuestra parte, nuestro hogar y la comunidad serán sitios mucho más seguros.

Imágen © iStockphoto.com / Kary Nieuwenhuis

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