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Hacer ejercicio es muy saludable y practicar algún deporte no solo puede ser divertido sino que, además, fomenta el sentido de la responsabilidad y fortalece los vínculos en grupo. Sin embargo, todos los excesos son malos. Un nuevo estudio ha detectado que los jóvenes atletas que entrenan más de la cuenta pueden sufrir lesiones físicas. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre este tema.

Los excesos son malos y no sólo en la dieta. Así como comer demasiadas calorías puede llevar a la obesidad o el exceso de sal en tus comidas puede aumentar tu presión arterial, e incluso, si tienes la predisposición genética llevarte a desarrollar hipertensión, hay otros trastornos que pueden ocurrir si realizas un movimiento repetitivo con frecuencia digamos, en el trabajo (que cause el síndrome del túnel carpiano).

O es lo que ocurre cuando alguien desarrolla el denominado codo del tenista o del golfista, que es una inflamación en los tendones del codo y del brazo, provocadas por un movimiento repetitivo e intenso de esa parte del cuerpo. Son trastornos que suelen presentar este tipo de deportistas, y por eso llevan su nombre, pero que también pueden desarrollarse por otras causas y les pueden suceder a las personas que no son deportistas, como quienes usan mucho un teclado y/o un  ordenador (una computadora) o por cargar maletas muy pesadas.

Ahora, un estudio reciente por unos investigadores del Centro Médico de la Universidad de Loyola, en Chicago, Estados Unidos, ha detectado que los niños y los adolescentes que entrenan para un solo deporte de manera excesiva pueden sufrir más lesiones serias, como fracturas por estrés y daños en los ligamentos. Por eso, recomiendan que las horas de entrenamiento semanales no excedan la edad de los jóvenes. Por ejemplo, un niño de 12 años no debería jugar al fútbol más de 12 horas a la semana.

Para llegar a estas conclusiones, que fueron presentadas en la reunión anual de la Sociedad Médica Americana para la Medicina del Deporte, que este año se realizó a mediados de abril en San Diego, los investigadores consideraron los datos de más de 1,200 atletas de 8 a 18 años de edad, que fueron atendidos por lesiones deportivas entre 2010 y 2013.

Al analizar los datos, encontraron que se registraron más de 850 lesiones en total; más de 550 provocadas por un exceso físico y, entre ellas, casi 150 fueron lesiones graves, como fracturas por estrés de la espalda o las extremidades, daños en los ligamentos del codo y problemas en los cartílagos. En todos estos casos, los daños fueron tan graves como para hacer que los deportistas interrumpieran sus prácticas por seis meses o más.

Al analizar  en qué situaciones se provocaron estos problemas físicos, los investigadores detectaron que los jóvenes atletas que sufrieron las lesiones más serias por exigirse demasiado físicamente ocupaban un promedio de 21 horas semanales ejercitando (ya sea por deporte o por diversión), de las cuales al menos 13 horas correspondían a entrenamientos deportivos.

Por el contrario, los atletas que practicaban un promedio de 18 horas de ejercicios físicos por semana, de las cuales sólo 9 eran destinadas a un entrenamiento deportivo, fueron los que mostraron tener menos lesiones.

Como estos resultados fueron presentados en un congreso, deben ser considerados como preliminares hasta que hayan sido revisados por colegas profesionales y se publiquen en una revista médica especializada. Y mientras la ciencia sigue buscando más datos sobre los riesgos que puede provocar el exceso del deporte en los niños y en los jóvenes, recuerda que siempre es bueno que acompañes e incentives a tus hijos a practicar alguna actividad física, pero como en otros ámbitos de la vida, la moderación es la clave.

Además, toma nota de las sugerencias en esta columna que publicamos previamente en VidaySalud.com para evitar lesiones en los deportes. También ayuda a tus hijos a practicar esa actividad que tanto les gusta, de manera segura y responsable:

  • Deja siempre un día libre a la semana, en el que no haya entrenamiento.
  • No le exijas que únicamente entrene en un solo deporte antes de la adolescencia.
  • No es recomendable que participen en torneos o en competencias durante todo el año, sin interrupciones. Es importante que, al menos, descansen de uno a tres meses al año (no necesariamente consecutivos).
  •  Averigua y enséñales a usar el equipo de seguridad apropiado para la actividad que han elegido, como un casco para la protección de la cabeza y la cara y un protector para la boca.
  •  Ayúdalos a comprar y a elegir el calzado deportivo apropiado, de acuerdo a sus condiciones y al deporte que practica.
  •  Mantente alerta y enséñales a reconocer las señales que puede enviarles el cuerpo, para que puedan distinguir las lesiones de los dolores propios del ejercicio.

Lo único que resta es que les recuerdes que no se olviden de disfrutar lo que hacen. Y por supuesto, además de dejarlos jugar en grupo con sus amigos, no te olvides de programar actividades junto con tus hijos que también potencia el vínculo que tienes con ellos.

Imagen © iStockphoto.com / Howard Klaaste

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