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Si te cuesta trabajo conciliar el sueño o te despiertas varias veces en el transcurso de la noche, no estás solo, es algo muy común. Esta condición se conoce como insomnio y afecta tu ánimo, tu salud física y mental, tu desempeño en el trabajo y tu calidad de vida. ¿De qué se trata el insomnio y qué se puede hacer para combatirlo? En Vida y Salud te contamos por qué te podría suceder y cómo puedes recobrar tus horas de sueño perdidas.

Te acuestas cansado(a) y empiezas a dar vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Por más que quieres dormir, no puedes. De repente, te quedas dormido(a) y te despiertas al rato sin haber descansado. Las noches se hacen eternas, y los días, también. El cansancio no te deja rendir bien en el trabajo, tienes problemas para concentrarte y estás empezando a enfermarte. Sin embargo cuando te vas a la cama, no puedes dormir. ¡No hay peor pesadilla! La falta de sueño es un problema preocupante. Es una condición llamada insomnio.

Síntomas del insomnio

Si no estás seguro(a) de si tus problemas para dormir pueden clasificarse como insomnio, abre los ojos ante estos síntomas:

  • Dificultad para quedarte dormido cada noche
  • Despertarte muy temprano y despertarte varias veces durante la noche
  • Sentirte cansado, como si no hubieras dormido nada
  • Irritabilidad, depresión o ansiedad
  • Fatiga y somnolencia durante el día
  • Problemas para concentrarte
  • Aumento en el número de accidentes
  • Ansiedad cuando se acerca la hora de irse a dormir
  • Problemas gastrointestinales.

Causas del insomnio

Pero, si el sueño es algo tan necesario para nuestra salud, ¿cuál puede ser la causa de perderlo? ¿qué puede hacer que esté interfiriendo con tu capacidad para descansar? El insomnio es con frecuencia una consecuencia de otro problema de salud. Algunas causas comunes del insomnio, incluyen las siguientes:

  • Depresión: cuando estás triste y deprimido(a) por algo, tienes problemas para dormir o puedes dormir demasiado a horas que no son las normales. Esto se debe a que hay un desequilibrio químico en tu cerebro que impiden que te relajes y concilies el sueño.
  • Estrés y ansiedad: las preocupaciones sobre el trabajo, la salud, la familia y/o la escuela pueden hacer que tu mente esté demasiado activa durante la noche, haciendo que sea difícil dormir. Además, si estás pasando por momentos estresantes de la vida, como la pérdida de un trabajo, el rompimiento de una relación o la salud de un ser querido, puede que sufras de insomnio.
  • Cafeína, nicotina y alcohol: el café, el té, las gaseosas (de cola) y otras bebidas que contienen cafeína son estimulantes y hacen que no te duermas fácilmente. Además, si fumas, el tabaco y la nicotina también son estimulantes que causan insomnio. El alcohol, a diferencia de lo que muchas personas creen, te ayuda a que te duermas, pero te impide a que lo hagas profundamente. Esto hace que te despiertes varias veces durante la noche y no descanses bien.
  • Condiciones médicas: Algunas enfermedades que están relacionadas con el insomnio o la dificultad para dormir son la artritis, la diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas, dificultad para respirar, apnea del sueño, problemas de tiroides, reflujo gastrointestinal (ERGE), Parkinson y Alzheimer. Esto es porque puedes sufrir de dolor crónico, tener ganas de orinar durante la noche o dificultad para respirar. Si tratas estas condiciones con los medicamentos y los tratamientos indicados (pastillas para el dolor, control de tu diabetes, etc.) seguramente podrás dormir mucho mejor.
  • Medicamentos: Los medicamentos recetados como los antidepresivos, medicinas para la alergia o la presión arterial pueden afectar el sueño. Los medicamentos de venta libre pueden contener cafeína y otros estimulantes, que te van a dejar toda la noche con los ojos abiertos. Esto incluye algunas hierbas y suplementos también.
  • Cambios en tu horario y estilo de vida: el viajar por trabajo, tener un turno muy temprano o muy tarde en el trabajo, pueden afectar el ritmo de tu cuerpo y pueden causarte problemas para conciliar el sueño.
  • Comer demasiado y muy tarde en la noche: Seguro te ha pasado antes. Estás en una cena con amigos y la comida es abundante. A pesar de que la pasaste bien, cuando llegas a la casa te sientes demasiado lleno(a) y no puedes conciliar el sueño. El proceso de la digestión tarda, puede que te de acidez y eso te mantenga despierto(a). Por eso, mejor come temprano y si te da hambre luego de la cena, pica una botana ligera, como un vaso de leche descremada, un yogurt o una fruta.

¿Qué puedes hacer para recuperar el sueño?

De acuerdo con tu caso, el médico podrá recomendarte terapias para combatir el insomnio o pastillas para dormir, las cuales se usan por lo general sólo durante un tiempo. Lo ideal es que mediante técnicas de relajación, horarios fijos de irte a la cama y otras técnicas como privación de sueño (para que te canses más y quieras dormir) tu organismo recobrará la capacidad de descanso.

Seguramente te recomendará:

  • Irte a la cama siempre a la misma hora.
  • Si no estás durmiendo, no te quedes en la cama. Ve a otra habitación a leer un libro o a ver televisión hasta que te de sueño.
  • No duermas siestas.
  • Disminuye tu consumo de bebidas con cafeína y alcohol.
  • No trates demasiado de quedarte dormido(a). Esto sólo hará que te despiertes más.
  • Practica algún ritual relajante antes de dormir, como tomar un baño, meditar, poner música suave.
  • Haz ejercicio diariamente, pero no cerca de la hora de dormir.

Si estás entre el grupo de personas que sufren de insomnio practica estas recomendaciones. Pero, si el no dormir está afectando tu vida diaria, busca ayuda profesional. Recupera tu sueño y ¡dile adiós a la pesadilla del insomnio!

 

Imagen © iStock / Katarzyna Bialasiewicz

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