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Estoy de acuerdo que parece injusto que si tienes artritis reumatoide además tengas que preocuparte de un mayor riesgo de ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares. Pero si es así: se debe al proceso de inflamación que se crea en el cuerpo por la artritis reumatoide.

Sin embargo, tú lo puedes evitar.  Aprende qué puedes y debes hacer.

¿Qué es la artritis reumatoide?

Muchas personas cuando piensan en artritis piensan en la abuelita o el abuelito, pero cuando se trata de la artritis reumatoide, generalmente tiende a afectar a personas jóvenes (entre los 40 y los 60 años). La artritis reumatoide puede iniciar a cualquier edad, y muchos de los que la padecen, no tienen antecedentes familiares de artritis en la familia.

Esta es una condición inflamatoria crónica que afecta no sólo a las articulaciones o coyunturas del cuerpo. Puede dañar la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y/o los vasos sanguíneos, los riñones, la médula ósea y otras áreas del cuerpo.

¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

Se desconoce exactamente qué causa la artritis reumatoide. Como es de conocimiento,  el sistema inmunológico (o de defensa) del cuerpo empieza a atacar los tejidos propios como si fueran extraños.

Específicamente la membrana que recubre el interior de las articulaciones (inicialmente) y en 40% de las personas otros tejidos.  Se cree que pueden haber factores ambientales, como lo son:  fumar, la exposición a asbestos o a sílice y la obesidad, entre otros ejemplos que parecen aumentar el riesgo.

Puede ser  genéticos (si hay otros miembros en la familia que la padecen) y hormonales (ya que las mujeres tienden a desarrollarla con mayor frecuencia que los hombres).

Los síntomas y las señales de la artritis reumatoide podrían incluir:

  • dolor en las articulaciones
  • rigidez en las articulaciones que dura más de 30 minutos, especialmente en las mañanas y después de estar sedentario
  • las articulaciones pueden inflamarse (hincharse) y aumentar de temperatura
  • cansancio, falta de energía
  • pérdida de peso
  • fiebre

Las articulaciones que se afectan en la artritis reumatoide primero tienden a ser las de las manos y las de los pies. Estas tiende a ser simétrica, o sea, es de ambos lados del cuerpo. Con su progreso, pasa a las muñecas, las rodillas, los tobillos, y otras articulaciones de cuerpo.

La severidad puede variar y desgraciadamente no tiene cura, más se puede controlar,  Con el tiempo en los casos severos las articulaciones se pueden deformar.  Las personas con artritis reumatoide tiene periodos de actividad en que tienen síntomas y periodos de remisión (o sea, en que pueden desaparecer), en otras los síntomas son constantes.

Casi la mitad de las personas (40%) desarrollan signos y síntomas en otros lugares del cuerpo (mencionados anteriormente).

Tu médico puede hacer una serie de estudios tanto de sangre como radiografías que confirmen el diagnóstico de artritis reumatoide. Entre ellos: el factor reumatoide, los anticuerpos anti-CCP, la velocidad de sedimentación y la proteína C-reactiva (estos últimos para determinar el grado de inflamación) y una biometría hemática para establecer si hay anemia. Estas pruebas se utilizan para monitorear la condición y los resultados del tratamiento también.

Las radiografías ayudan a confirmar el diagnóstico y a determinar si hay destrucción de las articulaciones por la artritis reumatoide, así como a monitorear el progreso de la enfermedad. El especialista que trata la artritis reumatoide es el reumatólogo(a).

Afortunadamente existen varios tratamientos.  Es importante detectarla lo antes posible y tratarla no sólo para disminuir los síntomas, sino para evitar la destrucción de las articulaciones y preservar la habilidad del funcionamiento del individuo y su independiencia. También porque la inflamación de las articulaciones, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Desde el 2008, dos estudios encontraron que las personas con artritis reumatoide duplicaban su riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca. Esto de forma similar a las personas con diabetes tipo 2 y el riesgo aumentaba en mujeres con artritis reumatoide  y con menopausia antes de los 45 o en la post-menopausia; esto se confirmó con estudios adicionales en el 2013.

Entre más tiempo se tenga y más severa sea, mayor es el riesgo. Las buenas noticias, es que el riesgo disminuye si la enfermedad se controla.

La relación entre la inflamación y un ataque al corazón

De acuerdo a los investigadores, la inflamación que aparece en el cuerpo de las personas con artritis reumatoide (no sólo en las articulaciones) es lo que probablemente contribuye al aumento en el riesgo no sólo de ataques al corazón, pero de accidentes cerebrovasculares (ACVs) también.

Se ha visto que los diferentes tratamientos han dado resultados muy positivos en la reducción de estos eventos. Unos estudios en personas que tomaban anti-TNF (una de las terapias), demostró que la disminución de los ataques al corazón fue de 24% al año; de 42% a los dos años y de 56% a los tres años. Este tiene que ser un incentivo importante para controlar tu artritis reumatoide y recibir tratamiento regularmente.

Por otro lado, aunque las personas con artritis reumatoide van con su reumatólogo(a) regularmente y controlan este problema. Sin embargo  a veces, no se le presta atención a la cuestión cardiovascular como se debiera ya que muchas veces no da ningún síntoma.

Es muy importante chequear el colesterol con todas sus fracciones, asegurarse que la presión arterial está en los límites normales, que no se fuma, que se lleva una alimentación saludable, si se está en sobrepeso – procurar llegar a un peso sano.

Además, trata de disminuir el estrés, si se tiene diabetes es especialmente importante tener el A1C controlado, e idealmente, al controlar la artritis, que puedas mantenerte activo.

Quizá pienses que no debieras tener que preocuparte de tu corazón cuando ya estás agobiado con la artritis reumatoide. Pero, desgraciadamente no seleccionamos lo que nos toca.

Lo que si puedes hacer si tienes artritis reumatoide es procurar controlar la enfermedad, llevar un estilo de vida saludable.  Chequea tu corazón periódicamente para prevenir complicaciones. ¡Buena suerte!

¿Sabes si calificas para opciones de cobertura médica?

Si no tienes seguro médico y vives en Estados Unidos, eres ciudadano o tus hijos nacieron aquí, podrían calificar para cobertura médica gratuita o a bajo costo. Infórmate.

Quizá califiques con las opciones de cobertura médica para personas de bajos ingresos para Medi-Cal o Medicaid, puedes obtener información en una agencia de departamentos humanos de tu localidad.

Si vives en California puedes obtener información en www.CoveredCalifornia.com/es, en el resto del país visita https://www.cuidadodesalud.gov/es/.  Puedes visitar el intercambio de seguros médicos de tu estado.

En California puedes ir a www.CoveredCA.com/es o llamar al 1-800-300-0213. Los centros comunitarios de salud en tu comunidad, podrían ayudarte a tener acceso a servicios médicos, si no calificas para un programa de cobertura de salud. En California podrías encontrar un centro de salud en www.californiahealthplus.org.

 

Imagen © Shutterstock / Marc Bruxelle

 

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