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¿Cuánto tiempo pasan tus hijos frente al televisor? Es hora de que comiences a tomar cartas en el asunto: un estudio de Dartmouth College, publicado en el medio profesional Cerebral Cortex, ha demostrado que los comerciales de comida estimulan desproporcionadamente el cerebro de los adolescentes — incluyendo las partes del control del placer y el gusto — favoreciendo los malos hábitos alimenticios.

Dicen que la televisión informa, pero también educa, inculca y estimula. A medida de que nuestros hijos se desarrollan mental y físicamente, son influenciados por lo que ven y escuchan. Una de esas influencias es la televisión, no sólo por el contenido de los programas más populares, sino también por los anuncios, y es a un tipo de ellos que hay que prestarle mayor interés: a los de la comida. Quizá te interese leer, una columna que publicamos previamente acerca de los malos hábitos que perjudican a los adolescentes.

En una sociedad que vive tan rápido como la nuestra, que padece estrés y tiene poco tiempo para analizar su estilo de vida, los bombardeos de anuncios de comida rápida están a la orden del día. Con todo esto, parece muy difícil combatir y evitar uno de los principales problemas que están sufriendo los adolescentes de nuestro tiempo: la obesidad.

En los últimos 30 años la obesidad juvenil ha crecido dramáticamente en el mundo entero, y uno de los factores señalados que ha dado pie a este problema de salud es la televisión, específicamente los comerciales de comida que se lanzan en las horas más populares de transmisión, los cuales están cargados de mensajes que promueven el consumo de comida poco o nada saludable, y que están dirigidos directamente a su cerebro.

En el estudio realizado por Dartmouth College en los adolescentes, los resultados arrojaron que las zonas del cerebro que regulan la atención, la concentración y los sistemas de recompensas se activaron más cuando los adolescentes observaban comerciales de comida, que cuando eran de otros temas.

La sorpresa más grande fue encontrar que los comerciales de comida también activaron en los adolescentes con sobrepeso la zona del control de la boca. Esta zona es parte de un sistema sensorial que es importante para el aprendizaje a través de la observación.

“Este hallazgo sugiere la intrigante posibilidad de que los adolescentes con sobrepeso simulan comer mentalmente mientras ven los anuncios de comida. Estas respuestas cerebrales pueden mostrar factores por los cuales los comportamientos alimenticios poco saludables quedaron reforzados y se convirtieron en hábitos que potencialmente dificultan la capacidad de que una persona baje de peso en el futuro”, dijo la investigadora principal de este estudio, Kristina Rapuano.

Los adolescentes obesos de hoy son los adultos obesos de mañana

Según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.

La obesidad en los niños y en los adolescentes está asociada directamente con la obesidad, la muerte prematura y la discapacidad en la edad adulta. Aunado a estos riesgos, los niños obesos padecen dificultades respiratorias, aumentan su riesgo de desarrollar problemas en los riñones, enfermedades cardiovasculares (la primera causa de muerte en todo el mundo), hipertensión, resistencia a la insulina y también efectos psicológicos.

Todo parece indicar que el problema es mucho peor de lo que pensamos:

  • De 1980 a la fecha, la obesidad a aumentado a nivel mundial
  • En 2014, más de 1,900 millones de adultos de 18 años o mayores tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos
  • En 2014, el 39% de las personas adultas de 18 años o mayores tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas
  • La mayoría de la población mundial vive en países en donde el sobrepeso y la obesidad causa la muerte de más personas que el peso bajo (o sea, estar por debajo del peso mínimo saludable)

La buena noticia es que la obesidad puede prevenirse desde una edad temprana. Así que la próxima vez que veas a tu hijo viendo la televisión pregúntate cuántos anuncios de comida ha visto y si esos mensajes han afectado sus decisiones, y las tuyas, a la hora de sentarse a comer.

Te invitamos a leer otra de nuestras columnas: El futuro de un preescolar con sobrepeso puede ser un adolescente y un adulto obeso.

Prevención de la obesidad

El doctor Scott Lynch, director del Centro Bariátrico de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, asegura que prevenir la obesidad es posible siguiendo algunas pautas de alimentación:

  • Aumentar el consumo de comida fresca y disminuir los alimentos procesados.
  • Disminuir las colaciones más comunes como galletas, papas fritas o dulces, sustituyéndolos por frutas y vegetales.
  • Hacer ejercicio para mantener el peso, no para bajarlo. Aumentar el ejercicio, además mejora otros aspectos de la vida como dormir mejor, tener más fuerza y vivir más.
  • Reducir las calorías para bajar de peso.
  • Reducir el sodio, el azúcar y la grasa saturada en los productos alimenticios puede ciertamente ayudar a mejorar la salud.

Puedes encontrar otras recomendaciones de una dieta balanceada en esta columna. Pero recuerda, cuando se trata de los adolescentes, muchos de sus hábitos empiezan con lo que aprenden en la infancia, es importante que prestes atención a lo que llevas a la casa, al ejemplo que les pones y que supervises el tiempo que pasan frente al televisor. También es importante que los estimules a hacer una actividad física, como un deporte. De esta forma pasarán menos tiempo frente al televisor durante la adolescencia y se mantengan activos durante toda su vida.

 

Imagen © iStock / Juanmonino

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