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Un panel de expertos en Estados Unidos le ha recomendado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de dicho país (FDA, por sus siglas en inglés) regular estrictamente el uso de los medicamentos con testosterona ya que dicen que la terapia de testosterona puede poner en riesgo la salud cardiovascular y su uso se ha expandido sin controlar ni evaluar la salud general de los pacientes. Otros expertos tiene un punto de vista diferente.

Cuando llega la crisis de los 40 o de la mediana edad, muchos hombres recurren a la terapia de testosterona porque quieren aumentar su virilidad, mejorar la memoria, su masa muscular y hasta su estado de ánimo. En resumidas cuentas, la usan para sentirse mejor “como hombres”. Por supuesto, también lo hacen los hombres que ya tienen 60 años o más, con el ánimo de sentirse más jóvenes.

Sin embargo, un panel de expertos en Estados Unidos ha advertido a la agencia federal que regula los medicamentos (FDA) que es necesario hacer estudios detallados para saber si los hombres que recurren a la terapia de testosterona, podrían estar aumentando su riesgo de desarrollar cáncer de próstata y problemas cardiovasculares como la formación de coágulos o trombos. Es decir, sugieren que se establezcan regulaciones más estrictas para recetar estos medicamentos.

La FDA había aprobado la utilización de medicamentos con testosterona en algunos casos y cuando el caso particular lo exigía. Sin embargo, el uso de la terapia de testosterona se ha extendido desde el principio de la década en los hombres de 40 años, y se estima que uno de cada 25 hombres de 60 años los toma. En 2013, se reportó que 2,3 millones de estadounidenses estaban recibiendo terapia de reemplazo de testosterona, según el panel de expertos.

Esto es alarmante si se tiene en cuenta que la quinta parte de los hombres que están recibiendo terapia de testosterona ni siquiera se han sometido a una prueba para determinar su nivel de la hormona masculina. A esto se suma que por lo general, quienes recetan los medicamentos con testosterona son médicos generales, o de atención primaria y sólo en el 20% de los casos lo hace un especialista (urólogo o endocrinólogo).

Muchos endocrinólogos indicaron en el panel que la testosterona se está recetando sin una  indicación clara, o para hombres que no la necesitan en absoluto.

La terapia con testosterona, incluso cuando se da siguiendo las indicaciones al pie de la letra y en pacientes que la necesitan, puede tener consecuencias serias para la salud cardiovascular, de acuerdo al reporte presentado a la FDA.

En concreto, un estudio reciente encontró que el riesgo de apoplejía (ataque cerebrovascular) y/o ataque cardíaco aumentó 30 por ciento en un grupo de hombres a quienes se les habían recetado de forma reciente, medicamentos con testosterona. Otro estudio encontró que los hombres mayores de 65 años duplicaron su riesgo de tener un infarto luego de tres meses de tomar medicamentos con testosterona, según datos proporcionados por la FDA.

En base a esto, la FDA advirtió a las compañías farmacéuticas a principios de año que deben poner etiquetas en los medicamentos con testosterona advirtiendo sobre los riesgos de accidentes cerebro vasculares.

Por otro lado, un estudio de más de 25,000 hombres por investigadores del University of Texas Medical Branch at Galveston  publicado en Science recientemente, no encontró un aumento en la incidencia de los ataques al corazón en pacientes mayores de 65 años a los que siguieron durante 8 años. Y ha habido otros estudios que parecen contradecir los hallazgos de los estudios iniciales.

Es más, el Androgen Study Group (Grupo del Estudio de Andrógenos), que es un grupo multidisciplinario formado por urólogos, endocrinólogos, médicos familiares y científicos que se dedican a la investigación, trató de instar a la FDA a esperarse antes de poner esa etiqueta a principios del año. Ellos no reciben dinero de ninguna compañía farmacéutica y no tienen intereses financieros. Basaron su petición en estudios previos de 30 años que han demostrado justamente lo inverso, el riesgo cardiovascular de los hombres con deficiencia de testosterona y su mejoría cuando recibían la terapia de testosterona. Y en el hecho de que los dos estudios en los que basaron su preocupación acerca del riesgo del aumento en enfermedades cardiovasculares, tenían problemas en cómo se habían realizado y a uno le faltaba el grupo control.

Es posible que estudios prospectivos de buena calidad, de varios años de duración nos den las respuestas definitivas. Y probablemente también es cierto que no es lo mismo un hombre joven con hipogonadismo y niveles de testosterona por debajo de lo normal (confirmada con el diagnóstico realizado correctamente) que un hombre de 70 años con niveles de testosterona en niveles bajos normales.

¿Qué podrías hacer mientras se resuelve la controversia?

Esto es lo que sugiere el Dr. Pallais de Harvard:

  • Si te sientes cansado, con libido bajo, hay que descartar otros problemas antes de considerar la terapia de testosterona como el primer tratamiento. Quizá dormir más, comer mejor, aumentar el ejercicio, descartar otro problema médico (depresión), mejorar la relación de pareja, etc.
  • Medir el nivel de testosterona en dos ocasiones (entre las 7 y las 10 AM) en dos días diferentes. Antes de iniciar tratamiento, obtén la opinión de un endocrinólogo.
  • No empieces el tratamiento con testosterona sin consultar al especialista si has tenido un problema cardiovascular (ataque al corazón, ataque cerebrovascular, o tienes problemas del corazón) o si has tenido cáncer de la próstata o tienes problemas de la próstata o no estás seguro.

 

Publicación original: 2014

Ultima revisión: 2017

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Imagen © Thinkstock / stokkete

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