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Los niveles de testosterona van disminuyendo con la edad y pueden causar síntomas como decaimiento, depresión y falta de deseo sexual. Ante esta situación, una posibilidad es seguir un tratamiento de reemplazo de testosterona, aunque no siempre se recomienda. Entonces, ¿cómo puedes saber si esta es la respuesta a tu condición?

Algunos aseguran que no existe, otros en cambio la consideran algo natural que ocurre con el paso del tiempo: estamos hablando de la denominada andropausia o “menopausia masculina”, una condición que se caracteriza por una disminución en el nivel de testosterona.

La testosterona es la hormona masculina por excelencia, responsable de las características de virilidad en los hombres. De hecho, se le conoce como la hormona masculina: la producen los hombres en los testículos y los ayuda a mantener tanto la masa muscular como la fuerza de sus músculos, además de la densidad de sus huesos. También ayuda con la distribución de la grasa en ciertas áreas del cuerpo, estimula la producción de los glóbulos rojos y de los espermatozoides y aumenta el deseo sexual.

A veces, los niveles de testosterona pueden disminuir debido a alguna medicación que estés tomando. En esos casos, habla con tu médico para que cambie la medicina, y asunto resuelto. En otras ocasiones, en cambio, la disminución del nivel de la testosterona se produce debido a la edad y al estilo de vida (hay estudios que indican que si mantienes un estilo de vida saludable y activo, el  nivel de la testosterona también se podría mantener estable).

¿Cómo puedes darte cuenta si hay alguna relación entre tus niveles de testosterona y tu condición general o algún problema? Aunque la única forma de saber si tienes bajos tus niveles de testosterona es a través de un examen de sangre que específicamente los mida, presta atención a los siguientes signos y síntomas, que no surgen de repente ni todos juntos, sino que pueden presentarse poco a poco, a medida que pasan los años (y no tienen que ser todos):

  • Infertilidad
  • Reducción del deseo sexual
  • Disminución de las erecciones espontáneas, como las que se presentan durante el sueño
  • Disminución del vello púbico o del vello del cuerpo en general
  • Reducción en el tamaño de los testículos
  • Disminución de la estatura o adelgazamiento de los huesos
  • Reducción de la masa muscular y de la fuerza
  • Oleadas de calor y sudor (bochornos)
  • Depresión y tristeza
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Disminución de la capacidad para concentrarse y con la memoria

Si has notado alguna de estas señales, especialmente si están interfiriendo con tu trabajo, en tu vida social o en la intimidad con tu pareja, consulta a tu médico para que te haga una evaluación y, si es necesario, que hablen de si necesitas tratamiento de reemplazo de testosterona. Los especialistas son los endocrinólogos y los urólogos.

Por cierto, a veces es necesario medir los niveles de testosterona en la sangre más de una vez (unas dos o tres veces). Es mejor medirlos en la mañana ya que los niveles de testosterona en la sangre fluctúan durante el día y en la mañana generalmente se tienen los niveles más altos. Te quiero decir que, la razón más frecuente por la cual se receta testosterona es para el tratamiento de la deficiencia de la testosterona (lo que se conoce como hipogonadismo), cuando está baja en los jóvenes más que en los hombres mayores. La mayoría de los hombres mayores que llegan a la tercera edad, que entrarían a lo que algunos llaman “andropausia” no tienen síntomas y no requieren tratamiento.

¿Qué es el tratamiento de reemplazo de testosterona? Como su nombre lo indica, es incorporar al cuerpo testosterona para reemplazar la que el organismo ya no produce o no produce en suficiente cantidad. Esto es muy distinto a los esteroides ilegales que utilizan algunos deportistas, ya que en esos casos suelen contener cantidades excesivas de testosterona frecuentemente combinadas con otras drogas que pueden ser muy dañinas.

El tratamiento de reemplazo de testosterona se puede hacer con parches o gel que se aplica diariamente en la piel o a través de inyecciones intramusculares que se aplican cada 2 o 3 semanas. En cambio, aunque existen píldoras de testosterona en el mercado, no se recomienda el uso oral (tomado) de la testosterona porque pueden dañar al hígado.

Los efectos del tratamiento son diferentes de un hombre a otro, en algunos casos ha dado muy buenos resultados y los pacientes indican que hasta les mejora el humor y el estado de ánimo en general. En otros casos los resultados no son tan obvios.

A veces, recibir reemplazo de testosterona también tiene efectos no deseados: como sarpullidos (erupción), picazón o irritación en la zona donde se aplica la hormona cuando se usan los parches o el gel, que tienen la ventaja sobre la inyección de dar niveles más homogéneos que la inyección en donde los niveles tienden a subir más y luego bajan más. Otros efectos secundarios que pueden suceder incluyen: acné, crecimiento de los senos, aumento en los niveles del colesterol y aumento en la cuenta de glóbulos rojos, disminución en la cuenta de espermatozoides (esto sería especialmente importante en los jóvenes en quienes podría causar infertilidad).

Siempre se deben valorar los beneficios y los riesgos de iniciar el tratamiento de reemplazo de testosterona, pero hay algunas condiciones en donde el especialista debe tener un cuidado especial, ya que la terapia con testosterona puede empeorarlas. Estas son:

Una condición que muchos especialistas consideran como una contraindicación para dar tratamiento de reemplazo con testosterona es la siguiente:

  • Cáncer de la próstata. Esto se debe a que la testosterona puede estimular el crecimiento del cáncer. O sea, se piensa que el tratamiento no lo causa pero si acelera su crecimiento.

Algo muy importante, no hay evidencia científica que indique que la terapia con testosterona en los hombres que tienen niveles dentro de los límites normales es benéfica. Y, mientras puede tener riesgos, los estudios no indican que mejore su fuerza muscular, su masa muscular ni su rendimiento físico. Por eso sólo hay que usarla si se necesita y baja supervisión médica.

¿Has notado cambios de humor recientemente, ha disminuido tu deseo sexual, te sientes cansado con facilidad? Pues como dice el dicho, “los años no viene solos”. Por eso, tal vez sea el momento de hacer una consulta con tu médico, con confianza y sin vergüenza. ¡Anímate!, y no te rindas ante el temor ni la depresión, que siempre hay algo por hacer, cuando de mejorar y sentirse bien se trata.

Imagen © iStockphoto.com / fogbird

 

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