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Los investigadores no dejan de sorprenderse con los beneficios de las células madre. Y esta vez el turno fue para el corazón. Estudios recientes han descubierto que las células madre que se extraen de la médula ósea son clave para recuperarse de un ataque al corazón y evitar que se repita. ¡Entérate!

A finales del 2009 la Asociación Americana del Corazón publicó un estudio realizado en Alemania y en Suiza sobre el uso de las células madre que se extraen de la médula ósea, en pacientes que acababan de tener un ataque al corazón.

Los investigadores revelaron que su estudio les permite pensar que el trasplante de estas células reduce la posibilidad de que los pacientes sufran un fallo (o insuficiencia) cardíaco luego de haber sido sometidos a un procedimiento de stent (que es cuando después de hacer una angoplastía para dilatar una arteria del corazón, se deja un tubito para que permanezca abierta). Y que además, reduce la posibilidad de sufrir un nuevo ataque al corazón.

¿Cómo llegaron a estas conclusiones? A continuación te lo explico con más detalles.

Comencemos primero por recordar qué son las células madre. Son una especie de células “originales” que nuestro cuerpo guarda en diferentes partes, y que tienen la capacidad de regenerar cualquier tipo de tejido u órgano. Son algo así como un “cheque en blanco” celular. Las células de la médula ósea también son células madre. Pero, a diferencia de las que se recogen del cordón umbilical durante un parto, éstas se pueden sacar en cualquier momento de la vida, se encuentran en un estado más avanzado de desarrollo y se convierten más rápidamente en células adultas.

Volviendo al estudio, los científicos querían comprobar hasta qué punto estas células ayudaban a regenerar los tejidos de las arterias y de los vasos afectados durante un ataque al corazón, y así no sólo ayudar en la recuperación, sino evitar que los pacientes tuvieran complicaciones en el futuro.

Para comprobarlo, 101 pacientes recibieron un transplante de células madre de su propia médula ósea, y 103 recibieron solamente un placebo. Dos años después, los resultados fueron sorprendentes:

  • Ninguno de los pacientes que recibió el trasplante de células sufrió un nuevo ataque al corazón, mientras que siete pacientes que recibió el placebo sí.
  • Sólo 3 pacientes con trasplante murieron, comparado con el fallecimiento de 8 pacientes con placebo.
  • 25 pacientes con trasplante necesitaron nuevas re-vascularizaciones, comparado con 38 pacientes con placebo que también las requirieron.
  • Finalmente, sólo 1 paciente con trasplante fue hospitalizado por insuficiencia (falla) cardíaca después del tratamiento, mientras que 5 pacientes con placebo tuvieron que ser internados.

¡Impresionante! Los científicos dicen que aún se tienen que hacer más estudios para confirmar los resultados antes de que este tratamiento pueda utilizarse con todos los pacientes que han tenido infartos al corazón. Pero al menos ya hay una pequeña esperanza en el horizonte.

Para aumentar la esperanza, hay otros estudios en Estados Unidos que también están investigando el uso de medicinas que incluyen células madre para recuperar los daños en los tejidos del corazón después de un infarto. Y al parecer los resultados son igualmente positivos, aunque preliminares todavía.

De todos modos, recuerda siempre que los infartos pueden evitarse con hábitos de vida saludable como alimentarte bien, hacer ejercicio y hacerte controles médicos permanentes. ¡Todo sea por mantener saludable a tu corazón y así tener mucha más vida y salud!

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