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Parte de ser diabético es familiarizarse con la insulina, un ingrediente muy importante para estar bien. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y que controla la cantidad de azúcar o glucosa en la sangre. 

Cuando tienes diabetes, esta insulina o no se produce (diabetes tipo 1), o la que se produce no es suficiente o no se puede utilizar bien porque las células se vuelven resistentes a ella (diabetes tipo 2). Por eso, es necesario usarla como medicamento. En este caso, proviene del cerdo (insulina porcina) o se fabrica utilizando tecnologías genéticas para que sea idéntica a la insulina humana.

Los que padecen de diabetes tipo 1 requieren de insulina para su tratamiento, no hay alternativas. Los que padecen de diabetes tipo 2 generalmente se controlan con dieta y ejercicio y/o medicamentos orales, pero si esto no es suficiente, se combina con insulina. Las mujeres con diabetes gestacional, la que se desarrolla durante el embarazo, también usan insulina para su control pues en este periodo no se recomiendan medicamentos orales.

Si tu médico te recomendó insulina, es indispensable que estés familiarizado con su aplicación correcta:

  • Debes aplicártela inmediatamente después de cargar la jeringa ( a menos que sea de los que tienen los cartuchos cargados )
  • Limpia la piel con un algodón mojado con alcohol
  • Con los dedos pulgar e índice, pellizca la piel y el tejido subcutáneo (la grasa que hay debajo de la piel)
  • Forma un pliegue para introducir la aguja de forma ligeramente perpendicular
  • La inyección debe ser subcutánea, es decir, debes aplicarla en la grasa que se encuentra debajo de la piel.
  • Es muy importante que verifiques que no hayas pinchado un vaso sanguíneo. Para asegurarte, tira un poco del émbolo y checa que no aparezca sangre dentro de la jeringa. Luego puedes aplicar la insulina.
  • Es aconsejable que te inyectes la insulina en sitios diferentes para evitar que la piel se resienta o se formen abultamientos. Estas partes incluyen: parte externa de los muslos, parte externa de los brazos, glúteos y abdomen. Ve rotando.
  • Relájate. No tienes por qué asustarte ni angustiarte. Es una aguja muy pequeña que no causa mayor dolor. Además, piensa que estas inyecciones te ayudarán a sentirte mejor. Acéptalas y haz que se conviertan en una parte normal en tu vida.

Hay varios tipos de insulina, de acuerdo al tiempo que tarda en empezar a actuar y cuánto dura su efecto. Tu médico te recomendará la que sea mejor para ti. Lo importante es lograr mantener los niveles de glucosa estables en el transcurso del día y de acuerdo a tus actividades.

Durante un tiempo se utilizó un inhalador para administrar la insulina de corta duración en EEUU pero su uso se descontinuó. En este momento la única forma segura de aplicarse insulina es inyectada. Pero hay investigadores buscando otros métodos y te mantendré informado.

Para más información, te recomiendo que también leas este artículo.

 

Imagen © Thinkstock / Creatas Images

 

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