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Seguramente cuando tienes sed no te pones a pensar que existen diferentes tipos de agua y que, de acuerdo con el tipo, pueden tener mayores beneficios y/o algunos riesgos para la salud. De eso se trata esta columna.

Obviamente, la hidratación es crítica para el funcionamiento del cuerpo humano, por lo cual el agua es esencial. El agua limpia y fresca es la bebida más natural que existe y la bebida ideal. Se puede beber directamente de la llave (del grifo) si es potable, se puede filtrar, si se desea, o se puede comprar embotellada.

Pero hay personas que prefieren beber agua con burbujas, carbonatada, seltzer o club soda; otras prefieren beber agua con sabores, que incluso dicen “naturales”; otras prefieren beber agua “alcalina”. Eso discutiremos en esta columna. En qué consisten estas aguas y si tienen algunos beneficios y/o riesgos para la salud.

El agua con burbujas, carbonatada, el seltzer o club soda y tu salud.

El agua con burbujas o el agua con gas es agua corriente a la que se le inyecta bióxido de carbono para formar las burbujas. La diferencia con el agua carbonatada, el club soda, el agua “seltzer” y las aguas minerales es que éstas contienen minerales agregados. Algunas de las aguas carbonatadas de sabores también contienen azúcar agregado o edulcorantes artificiales. 

Las bebidas carbonatadas se han asociado con la densidad baja en los huesos de las adolescentes y hasta con fracturas de los huesos. Unos investigadores de la Tufts University decidieron hacer un estudio para determinar esta asociación en 2.500 hombres y mujeres de entre 49 y 69 años dentro del estudio de Osteoporosis de Framingham. Para lograr esto, evaluaron la dieta y midieron la densidad ósea (BMD, por sus siglas en inglés), que determina si hay osteoporosis – o sea, si el hueso está debilitado o no – en la columna y en la cadera.

Encontraron que las bebidas carbonatadas que no contenían sabor, no se asociaban con una disminución en la densidad de los huesos. Pero el consumo de bebidas con cola, se asociaba con una densidad baja a nivel de la cadera, pero no de la columna vertebral, en las mujeres, pero no en los hombres. Entre más bebidas carbonatadas con cola tomaba la mujer, más baja era su BMD (densidad en los huesos). Las mujeres que bebían más bebidas con cola no bebían menos leche, pero si consumían menos calcio.

Otro estudio pequeño publicado en el British Journal of Nutrition comparó a un grupo de mujeres sanas después de la menopausia que bebían aproximadamente 4 tazas de agua sin burbujas diariamente con otro grupo de mujeres postmenopáusicas saludables que bebían la misma cantidad de agua carbonatada, con burbujas o seltzer. El estudio duró ocho semanas. Los análisis de sangre y de orina para determinar el recambio óseo que determina el riesgo de osteoporosis o de fractura fue el mismo.

Los estudios sugieren que la asociación entre el consumo de bebidas con cola y con cafeína contribuyen a la disminución de la densidad ósea. Probablemente el beber sodas o refrescos en vez de consumir bebidas con alto contenido en calcio, como la leche, puede ser otro factor en el desarrollo de la osteoporosis. Especialmente en las adolescentes.

En cuanto a los niños, el exceso de azúcares, especialmente en la forma de bebidas azucaradas, es una de las causas principales de caries en los niños de EE. UU. De ellas, las bebidas carbonatadas, las bebidas energéticas, las bebidas deportivas y las bebidas de fruta encabezaban la lista en los niños y los adolescentes entre los 6 y los 18 años.

Si se elige club soda u otras de las bebidas con minerales, es importante ver la cantidad de sodio que contienen. Algunas pueden contener 100 mg. de sodio por 12 onzas. De acuerdo con las Recomendaciones Dietéticas establecidas entre 2015 y 2020, idealmente un adulto no debe consumir más de 3.400 mg de sodio por día. Y, si la persona padece de presión alta, la Asociación Americana del Corazón recomienda consumir máximo 1.500 mg. de sodio al día.

También es importante revisar el contenido de azúcar, si se consumen bebidas carbonatadas con sabor. Esta es una de las fuentes principales de calorías en la dieta de las personas que consumen sodas o refrescos. Se asocia al sobrepeso, a la obesidad, al desarrollo de la diabetes tipo 2, y a enfermedades cardiovasculares y del riñón, además de a las caries dentales. Y los edulcorantes artificiales tampoco son buenos para los dientes ya su acidez desgasta el esmalte de los dientes.

Finalmente, aunque mantenerse bien hidratado es saludable para todos y ayuda a la prevención de las piedras en el riñón, si tienes predisposición a formar piedras en el riñón, habla con tu médico ya que probablemente te recomiende que evites el tipo de agua que contienen minerales.

El agua de sabores y la salud

El agua de sabores puede incluir:

  • Las bebidas endulzadas como las bebidas deportivas, las bebidas energéticas, las bebidas de fruta, otras aguas endulzadas (que incluyen al té y al café).
  • Las bebidas con sabores que dicen “de dieta” o “sin azúcar” que son las que contienen edulcorantes artificiales.
  • Las bebidas alcohólicas

Algunas de las bebidas de sabores de bajas calorías o sin calorías en moderación, como el café o el té, pueden ser parte de una dieta saludable. Incluso, si no existen contraindicaciones, es aceptable consumir bebidas alcohólicas, mientras lo hagas con moderación. De acuerdo con las Dietary Guidelines para los adultos, esto equivale a 2 bebidas o menos al día para los hombres y a una bebida o menos para las mujeres.

En cuanto a las bebidas endulzadas, recuerda que contienen calorías, pero no te proporcionan nutrición. En este grupo se encuentran varias de las bebidas deportivas que además contienen minerales y, a veces, vitaminas. Y si elijes las de dieta como estrategia para perder peso, su efectividad a largo plazo es dudosa. 

El agua alcalina

Generalmente se produce el agua alcalina con un “ionizador”, un dispositivo que cambia la composición química del agua. El cuerpo no necesita que bebamos agua alcalina, afortunadamente es una máquina maravillosa que tiene mecanismos que le permiten mantener una condición interna estable, una homeostasis o equilibrio en lo que se refiere a la acidez o alcalinidad. Por ejemplo: si la sangre se vuelve demasiado ácida, la respiración ayuda eliminando más bióxido de carbono. 

Y si la persona tiene problemas respiratorios o del riñón que no le permitan crear este equilibrio, el tratamiento no sería agua alcalina y beberla podría agravar su condición.

Además, a pesar de las promesas de los que la promueven o la venden, frecuentemente una vez que el agua alcalina llega al estómago, el jugo gástrico con su acidez puede neutralizar su efecto. 

Lo más importante es que no hay estudios científicos que comprueben que el agua alcalina tenga beneficios para la salud. El cuerpo, en general prefiere mantener un pH más cercano a lo neutral (no alcalino). Y el cambiar el pH en cualquier dirección, ya sea creando grados de alcalinidad o de acidez extremos puede causar problemas de salud.

 

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Imagen: ©Shutterstock / ShotPrime Studio

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