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¿Cuál es mejor para la salud: la mantequilla o la margarina? Esta pregunta se la hacen millones de personas diariamente cuando van a cocinar o hacer las compras en el supermercado o en la tienda. Si tienes el colesterol alto o te interesa simplemente cuidar la salud de tu corazón y tu nutrición en general, sigue leyendo. Acá te despejo las dudas sobre quién sale ganador de la batalla margarina vs. mantequilla.

No hay duda que el olor del pan recién horneado con mantequilla es maravilloso. Es una de esas simples delicias de la vida que a muchos los tienta en el desayuno, o cuando van a un restaurante y les ponen en frente una canasta de deliciosos panes con la mantequilla al lado lista para ser untada. Pero quizá, cada vez que te la comes, piensas que estás haciendo algo que no deberías. Y se te viene a la mente el recuerdo de tu abuela o tu mamá cocinando con margarina, porque ‘es mejor para la salud’. ¿Cuál es la verdad sobre la mantequilla y la margarina? Empecemos analizando cuidadosamente una por una para saber en qué te benefician o te perjudican.

Margarina – lo bueno y lo malo:

La margarina tiene a su favor que está hecha de aceite vegetal, por lo cual no contiene colesterol. Además tiene un alto contenido de grasas poli-instauradas y monoinsaturadas, mejor conocidas como grasas “buenas”. Este tipo de grasas reducen el colesterol “malo” (la lipoproteína de baja densidad o LDL). Pero ten cuidado, porque no todo es color de rosa con la margarina. Su principal punto débil tiene que ver con su alto contenido de grasas trans. Estas grasas, también conocidas como hidrogenadas, son las que le dan su consistencia dura a la margarina. Así que por lógica, mientras más dura la margarina, más grasas trans contiene. En ese caso, es mejor comprar las que vienen en tubos y son más blandas o líquidas. Recuerda que las grasas trans aumentan el colesterol “malo” y además, tienden a disminuir el colesterol “bueno” (lipoproteína de alta densidad o HDL).

Mantequilla – lo bueno y lo malo:

Es la debilidad de muchas personas que la adoran y no la cambiarían por nada en el mundo. Pero esta también tiene sus debilidades, o mejor, sus puntos negativos: cuenta con dos ingredientes que aumentan el colesterol: grasa saturada y colesterol animal. Su alto contenido de grasa saturada representa un problema para la salud porque incrementa el colesterol “malo” o LDL. La grasa saturada juega un papel importante en el aumento del riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Imagínate: la cantidad ‘sana’ de grasa saturada recomendada al día es de entre 10 y 15 gramos y una sola cucharada de mantequilla contiene 7 gramos (o sea que si comes varios panes con mantequilla al día, superas fácilmente es cantidad). Pero no sólo eso: la dosis diaria de colesterol que se considera saludable, es de 200 miligramos y una cucharada de mantequilla, ya contiene: 33 miligramos. Haz la cuenta.

Entonces, ¿cuál es mejor para la salud?

En conclusión, la margarina (especialmente la más saludable), sale más favorecida en la batalla contra la mantequilla. Pero si la margarina no te gusta para nada, puedes usar alternativas como mantequilla ligera (“light”) o mantequilla líquida. También existen en el mercado algunos productos que mezclan mantequilla con aceite de oliva u otros aceites vegetales. Pruébalos, pero no te olvides de siempre leer las etiquetas con la información nutricional.

También puedes consultar con un especialista si tienes dudas o si tienes alguna condición cardiovascular especial o problemas de colesterol que te restrinjan el consumo de la margarina y/o la mantequilla.

¡Que todo sea por el bien de tu salud!

 

Ultima revisión: 2019

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Imagen © iStock / Dream79

 

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