Skip to main content

Cuando pensamos en la canela, lo más común es que se nos pase por la mente un postre, un té o cualquier antojo que evoque lo dulce y caliente a la vez. De hecho, la canela es usada en la medicina china para aumentar la temperatura en el cuerpo y promover el calor. Pero su uso va más allá de la cocina y tiene profundas raíces medicinales desde tiempos ancestrales.

Es originaria de Sri Lanka, una isla del pacífico muy cerca de India y aunque actualmente se produce en muchos países de aquella región como India, Malasia, Indonesia o Myanmar, es todavía su tierra de origen el principal productor y exportador.

Se extrae de la corteza de unos arbustos muy aromáticos, es de la misma familia del laurel y el alcanfor y crece en lugares cálidos.

Su uso medicinal tiene orígenes muy antiguos, tanto así que aparece en varias partes de la biblia, se conoce desde hace mucho en la medicina china y ayurveda (India) y después se extendió por Europa y Occidente.

Tradicionalmente se ha usado para aliviar trastornos digestivos como diarreas, indigestión, gases o mal aliento. También se dice que tiene efectos benéficos para enfermedades respiratorias, pérdida de apetito y molestias menstruales como cólicos. Las mujeres debemos ser cuidadosas con las cantidades de canela que tomamos porque se dice que puede ser abortiva.

Se consume de diferentes maneras, normalmente molida o en trozos para dar sabor a la comida, pero también en cápsulas, tés, aceites o extractos. Y aunque todo este tiempo se haya usado con propósitos médicos, poco ha podido comprobar  la ciencia sobre sus beneficios para la salud.

Por ejemplo, en el caso de la canela cassia (hay varios tipos de canela) por una parte sí ha demostrado tener efectos positivos para ayudar a controlar la diabetes tipo 2 y por esto mismo, en muchos casos se receta y se recomienda para bajar los niveles de azúcar en la sangre; pero por otra parte, los resultados son preliminares y los investigadores no están seguros de que esos beneficios sean duraderos.

Esta idea comenzó en 2003, luego de un estudio que se publicó y tomó auge en los medios de Estados Unidos, donde se decía que los suplementos de canela complementaban muy bien los tratamientos contra la diabetes. A raíz de esto muchos estudios se han hecho, hasta en países como Pakistán y los resultados han variado: algunos han reportado mayores descensos de la glucosa en la sangre que otros.

Y dentro de este debate, se sugiere que la forma de usar la canela para un tratamiento contra la diabetes tipo 2 es solamente así: complementando a los medicamentos convencionales. Justamente en la investigación que se realizó en Pakistán en 2004 encontró que con sólo 1 mg diario de canela en cápsulas reducía la glucosa, los niveles de lípidos, los triglicéridos, el colesterol e inclusive la presión arterial alta en pacientes diabéticos.

¿Cómo se usa la canela? ¿Es segura?   

Una de las ventajas de usar canela es su bajo costo y que el peligro de contraindicaciones es relativamente bajo. Al tomarla en pequeñas dosis (máximo 6 gramos diarios por menos de 6 semanas) suele ser segura para la mayoría de las personas y sólo algunas desarrollan reacciones alérgicas.

La canela podría interactuar con otros medicamentos que adelgazan la sangre pues tiene este efecto también, así que debes ser cuidadoso si tienes algún riesgo de sangrar, por ejemplo, una cirugía en puerta.

No se recomienda tomarla a largo plazo porque también puede dañar el hígado, sobre todo si ya estás tomando medicamentos u otro tipo de suplementos que afecten el hígado. Juntas pueden potencializarse y agravar tu salud.

Por eso mismo, hay que ser muy precavidos para usarla en el embarazo y lactancia, ya que no hay muchos estudios que comprueben totalmente su seguridad y, una vez más, vigilar siempre las reacciones de tu cuerpo si la estás tomando y tienes diabetes, algún problema de hígado o te vas a someter a una cirugía.

Es muy importante que no comiences un tratamiento complementario sin alertar antes a tu doctor y que él o ella sepa qué otros medicamentos estás tomando para saber si puede o no haber interacciones entre ellos y las dosis o la frecuencia con que debes seguir tu tratamiento. Recuerda que tu vida es lo más importante y aunque las plantas parezcan seguras, siempre es mejor tener la opinión de un experto para tomar mejores decisiones. No te auto mediques.

 

Publicación original: 2011

Ultima revisión: 2019

Copyright © 2019 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.

Imagen © iStock / ChamilleWhite

Comentarios de nuestra comunidad