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Ojalá tu piel se sintiera siempre tan suave como cuando te acabas de afeitar o de depilar todos los días. Pero no, los vellos siempre volverán a salir, en tu cara, en tus piernas y en tus axilas… es normal. El verdadero problema es cuando los vellos no crecen para afuera como normalmente deberían, sino que crecen para adentro o debajo de la piel. Estos son los famosos vellos enterrados o vellos encarnados. ¿Por qué sucede y qué puedes hacer?

El deshacerse de los vellos del cuerpo es todo un arte y todos usamos diferentes estrategias: cuchilla o navaja de afeitar, cremas depilatorias, cera, máquinas que arrancan los vellos de raíz, pinzas depiladoras… Gracias a estos inventos podemos deshacernos temporalmente de los vellos que nos desagradan. Pero hagamos lo que hagamos, siempre existe la posibilidad de que crezcan vellos enterrados o encarnados en nuestra piel, y que así se arruinen nuestras ilusiones de tener la piel tan suave y tersa como queremos.

¿Qué son los vellos enterrados?

Son vellos rebeldes que, después de cortarlos, crecen en una dirección diferente al resto. En lugar de salir por fuera de la piel, se enredan y crecen debajo de ella, o salen y se vuelven a enterrar, provocando así que la piel se inflame (se hinche) un poco y aparezcan pequeños “bultos”.

Cuando eso sucede, el cuerpo cree que son agentes extraños y envía todas sus defensas; por eso a veces los “bultos” de los vellos enterrados se vuelven rojos y duelen, o se llenan de pus y parecen granos de acné.

Los hombres sufren bastante debido a los vellos enterrados en la zona de la barba y el cuello, que es donde más se afeitan. Y las mujeres los tienen generalmente en las axilas, las piernas o en la línea del bikini.

¿Por qué se entierran o encarnan los vellos?

Hay muchas razones que explican el comportamiento de estos vellos rebeldes.

Para comenzar, el tipo de vello tiene mucho que ver. Entre más gruesos y crespos sean tus vellos, más fácilmente se van a encarnar cuando los cortas, ya que crecen con curvas y nunca logran salir a la superficie, o salen pero se vuelven a enterrar. Por eso es tan común en los latinos y las personas de raza negra. Y eso también explica porqué sucede frecuentemente en la zona del bikini en las mujeres o en la barba en los hombres, pues es donde se encuentran este tipo de vellos.

Pero aparte del tipo de vello que tengas, las afeitadoras también pueden aumentar la cantidad de vellos enterrados en tu piel. El afeitarte al ras con cuchilla es muy fácil y práctico, pero puede causarte muchos vellos enterrados si eres susceptible a ellos. Por ejemplo, la afeitadora de hoja doble jala el vello para luego cortarlo a ras, pero lo que queda se retrae dentro de la piel fácilmente y se puede enterrar o enconar.

Otro problema común de las afeitadoras es que dividen la punta de los vellos al cortarlos o los deja muy afilados, especialmente cuando están secos, y por eso cuando crecen se vuelven a enterrar fácilmente en la piel. O te pueden cortar la piel y el vello no podrá crecer hacia fuera con facilidad.

Sin embargo, las afeitadoras no son las únicas culpables de los vellos enterrados. Las pinzas, las máquinas que arrancan los vellos de raíz y la cera, también dejan algunos fragmentos del pelo bajo la piel y por eso los vellos vuelven a crecer en esta rara ubicación sin salir a la superficie.

En definitiva, es tan fácil que un vello se entierre que a cualquiera le pasa. Si no te ha sucedido alguna vez en la vida, puedes considerarte muy afortunado o afortunada.

¿Qué puedes hacer para evitar los vellos enterrados?

  • Evita afeitarte a ras, ya sea con la afeitadora o la máquina eléctrica
  • Siempre moja tu piel y usa jabón o jalea para proteger la piel
  • Selecciona afeitadoras de cuchilla simple y que esté bien afilada
  • Afeita o depila tus vellos en el sentido en el que crecen, nunca en el sentido contrario
  • No jales tu piel al afeitarte o depilarte
  • Prueba con otro método de depilación

¿Y para solucionarlos?

  • No uses el estropajo o tu esponja de baño para remover la piel bruscamente y liberar los vellos atrapados, porque así estás rompiendo tu propia piel. Y por nada del mundo te pellizques la piel.
  • Hazte masajes circulares con alguna crema o jabón que tenga exfoliantes suaves, para hacer que la capa más superficial de la piel se remueva y de paso al vello atrapado.
  • Si ves fácilmente el vello bajo tu piel, usa una aguja esterilizada con alcohol para liberar la punta del vello.
  • Si un vello enterrado se ha convertido en un gran problema para ti, y uno de los “bultos” rojos ha crecido más de la cuenta o se ha infectado y te duele, pide el consejo de tu médico. Un dermatólogo puede aplicarte una pequeña inyección de cortisona para reducir la inflamación, o sacarte el vello y recetarte antibióticos para combatir la infección.

Como vez, hay muchas opciones para recuperar la suavidad de tu piel. Inténtalas una a una hasta encontrar la fórmula que te funcione mejor.

Si los vellos enterrados son demasiado frecuentes, puedes considerar alguna técnica de depilación permanente como la electrólisis o la depilación con láser. Y así podrás liberarte de ellos definitivamente.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Big Ryan

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