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Si pensabas que por el hecho de no fumar tu corazón está a salvo de los efectos perjudiciales del cigarrillo, no te confíes.  Y si eres fumador y piensas que no le haces daño a los demás con el tabaco, ¡no te creas! El humo del cigarrillo es tan perjudicial para el que no fuma, como para el que lo hace.

Después de trabajar como barman (cantinero) durante varios años, Juan Carlos vino a verme porque continuamente padece de irritación en los ojos y en la nariz. A pesar de que él no fuma, el estar expuesto a diario al humo de los clientes fumadores que visitan el bar en el que trabaja parece haber comenzado a afectarle.

Para Luisa, que trabaja en una oficina donde todo el mundo fuma excepto ella, la situación es bastante complicada. Desde hace un par de meses ha sufrido de enfermedades respiratorias y se ha dedicado a pedirle a sus compañeros de trabajo que si quieren fumar, lo hagan lejos de la oficina.

Si también tú debes compartir a diario espacios con gente que fuma, te doy más argumentos para que los convenzas de que no lo hagan, y para que haya más ventilación en el lugar. Es un hecho: el humo del cigarrillo puede provocar síntomas tanto en fumadores activos como pasivos, como enfermedades respiratorias, enfisema, cáncer del pulmón, asma, disfunción eréctil, síndrome de muerte súbita, infertilidad y problemas con el embarazo.

Como si esto no fuera suficiente, hay estudios que demuestran que para el corazón el humo es humo y es perjudicial sin importar de donde provenga. Es decir que tanto los fumadores como los no fumadores tendrían el mismo riesgo de padecer de problemas cardíacos debido a la exposición al tabaco.

Esto no es un dato menor si se tiene en cuenta que, sólo en los Estados Unidos, más de 80 millones de habitantes sufren algún tipo de enfermedad cardiovascular y alrededor de 2,400 personas mueren cada día por esta causa. De hecho, la enfermedad arterial coronaria (de las arterias del corazón), que es el tipo más común de enfermedad cardiovascular, es la primera causa de muerte en este país.  También es un dato que no debe pasar inadvertido en Latinoamérica y el Caribe, donde hay cerca de 100 millones de fumadores y más de 100,000 personas mueren a causa del cigarrillo cada año.

A lo largo del tiempo, se han detectado varios factores de riesgo que incrementan las posibilidades de que una persona padezca alguna enfermedad del corazón. Como mencionamos más arriba, entre ellos se encuentra el tabaquismo, y no sólo para quienes fuman sino también para quienes respiran a diario el humo del tabaco.

Así por ejemplo, un estudio desarrollado en 2006 por el US Surgeon General (Cirujano General de Estados Unidos) detectó que los llamados fumadores pasivos tienen entre un 25 y un 30% más posibilidades de desarrollar enfermedades cardíacas que quienes no están expuestos al humo del tabaco en forma regular.

Un reporte publicado en 1997 en Circulation: Journal of the American Heart Association afirma que la exposición al tabaco ambiental en el trabajo o en el hogar prácticamente duplica el riesgo de padecer ataques cardíacos en las mujeres.

Otro estudio más reciente, que también fue publicado en Circulation: Journal of the American Heart Association, detecta que incluso los efectos de estar expuestos regularmente a un breve periodo de tiempo (entre minutos y horas) al humo del tabaco son similares en un 80% o 90% a los que posee quien efectivamente fuma.

Incluso, otro estudio que tomó en cuenta datos sobre más de mil mujeres chinas detectó que aquellas que habían estado expuestas al humo de tabaco por lo menos 15 minutos diarios durante 10 años, tenían 67%  más de posibilidades de sufrir de Enfermerdad Arterial Periférica (cuando los vasos sanguíneos fuera del corazón se vuelven más estrechos).

A pesar de estas evidencias, se estima que todavía hoy entre un 25% y un 40% de la población norteamericana es fumadora pasiva. Alrededor de 53,000 personas que no fuman, mueren cada año a causa del humo de segunda mano. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 600,000 personas en el mundo mueren cada año por aspirar el humo de otros.

Si este es tu caso, trata de hablar con los fumadores que te rodean para evitar esta situación, si es en el trabajo habla con tu empleador para que te ayude y trata de ubicarte cerca de alguna ventana o en algún lugar ventilado; si te visitan fumadores en tu casa pídeles que fumen afuera; así mismo, cuando salgas elige restaurantes o lugares para no fumadores; y si visitas amigos que fumen trata de ubicarte en lugares abiertos o ventilados de la casa.

Si fumas, no seas egoísta: piensa que tu vicio, además de matarte a ti, mata a los que te rodean. Respeta la decisión de aquellos que prefieren no fumar.

Imágen © iStockphoto.com / Trent Chambers

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