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  • Gracias al lavado de manos es posible cortar la transmisión de microbios y proteger de esta forma nuestra salud
  • Para un correcto lavado de manos es necesario dedicarle un mínimo de 20 segundos
  • El uso de desinfectantes puede ser un completo, pero nunca sustituir al lavado de manos

Hace mucho tiempo que sabemos que la higiene de las manos es fundamental para nuestra salud. Sin embargo, un gesto tan sencillo como lavárnoslas muchas veces se nos olvida. Y no solo a las personas comunes, ya que hasta a los profesionales sanitarios también se les pasa por alto este gesto con el que se pueden salvar vidas. La reciente pandemia de covid-19 ha servido para recordarnos la importancia de lavar las manos.

Ahora que la situación está mejorando, es importante mantener este buen hábito. Razones para ello hay múltiples: El lavado de manos salva vidas, es la medida más económica, sencilla y eficaz para reducir el riesgo de infecciones y hace parte de las recomendaciones en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, una de las 10 principales amenazas para la salud pública a las que se enfrenta la humanidad.

La ciencia, la investigación y los datos estadísticos respaldan esta medida. Las manos se convierten en vehículo y mecanismo de transmisión por contacto para diversos microorganismos. Por ejemplo, cuando una persona tiene gripa y tose puede ‘lanzar’ al ambiente hasta 3.000 gotas de secreciones y en ellas pueden estar diversos tipos de gérmenes, que pueden sobrevivir hasta 30 horas en superficies o fómites, dependiendo del material del que estén hechos y del tipo de microorganismo.

La propagación de los microbios

En el último siglo la esperanza de vida ha aumentado de forma muy significativa. En esto sin duda han jugado un papel muy importante las múltiples medidas de higiene que se han ido implantando con los años y entre las cuales destaca el lavado de manos, que no siempre se tuvo clara su importancia. No fue el siglo XIX cuando Ignaz Semmelweis, un médico húngaro que trabajaba en la Clínica Obstétrica del Hospital General de Viena, descubrió que con un adecuado lavado de manos se lograba disminuir de forma muy notable la mortalidad.

A pesar de su insistencia porque la comunidad médica incrementara las medidas de higiene, se encontró con una férrea resistencia y acabó condenado al ostracismo. Louis Pasteur, años después, trató de convencer nuevamente a los médicos de la importancia de lavarse las manos, teniendo más fortuna que Semmelweis.

Hoy ya sabemos que la eliminación de microbios mediante la higiene de manos es una medida esencial para prevenir muchas enfermedades infecciosas, como las respiratorias y gastrointestinales, así como de la piel y los ojos. “Salva vidas, pues hay estudios que indican que la higiene de manos puede evitar el 50 % de enfermedades infecciosas”, explica el Dr. Rafael Cuenca, jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Córdoba, en España.

Las manos al entrar en contacto con secreciones nasales u orales cuando estornudamos, con heces, objetos, comida y con otras personas, se llenan de microbios, “si cada persona se hiciera un examen de los microorganismos que tenemos en las manos nos quedaríamos asombrados de la gran cantidad que portamos”, destaca el experto. Pero esto “no debe llevarnos al miedo, ya que la mayoría de los gérmenes viven con nosotros de una manera simbiótica, es decir sin causarnos daños”. Sin embargo sí hay otros microorganismos que están en nuestras manos y que sí pueden hacernos daño, por lo que debemos lavarnos las manos con frecuencia.

Estos son algunos de los momentos en que podemos estar favoreciendo el contagio de microbios:

  • Cuando nos tocamos los ojos, la nariz o la boca con las manos sin lavar.
  • Al preparar o consumir alimentos o bebidas también con las manos sin lavar.
  • Si tocamos una superficie o un objeto contaminado.
  • Cuando nos sonamos la nariz o nos cubrimos con las manos cuando tosemos o estornudamos y luego tocamos con esas mismas manos a otra persona o un objeto de uso común.

Cómo se deben lavar las manos

Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan descubrió que solo el 5 % de 3.749 personas que participaron en la investigación se habían lavado las manos el tiempo suficiente para matar los gérmenes después de ir al baño, que un 33 % no usaba jabón y que el 10 % ni se molestaba en limpiarlas. Además, antes de las comidas hasta el 97 % de la gente no se lava adecuadamente las manos.

La manera correcta de lavarse las manos es la siguiente, según una guía cortesía de los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención:

  • Mojarse las manos con agua limpia, obviamente.
  • Frotar las manos para crear espuma. No te olvides de limpiar entre los dedos y las uñas ya que las bacterias pueden esconderse entre las grietas.
  • Hazlo durante al menos 20 segundos.
  • Enjuágate.
  • Seca con una toalla limpia. Esto quiere decir que no ha sido usada más de tres veces. Probablemente no está tan limpia como te crees, las toallas suelen ser un caldo de cultivo de bacterias. Contienen muchos requisitos para que crezcan en ellas: Ph neutro, agua, temperaturas cálidas… te puedes imaginar.

La Organización Mundial de la Salud estima que esta costumbre elimina hasta el 80% de los microbios presentes en la superficie de la piel. Esta rutina de limpieza reduce hasta el 50% los casos de enfermedades intestinales o diarreicas, y en otro 25% las infecciones respiratorias.

Cuando hacerlo debes lavarte las manos

Además de lo señalado anteriormente, las autoridades sanitarias también establecen cuándo es buena idea hacerlo:

  • Antes, durante y después de tocar la comida.
  • Antes y después de las comidas.
  • Antes y después de interactuar con alguien que está enfermo.
  • Antes y después de vendar heridas.
  • Después de estornudar o toser.
  • Si has cambiado unos pañales.
  • Si has jugado con mascotas.
  • Después de tocar basura.

¿Se puede utilizar un desinfectante?

Lavarse las manos con agua y jabón es la mejor forma de eliminar los microbios en la mayoría de las situaciones. Si no dispone inmediatamente de agua y jabón, puede usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. La forma de saber si el desinfectante contiene al menos 60 % de alcohol es leyendo la etiqueta del producto.

Los desinfectantes pueden reducir rápidamente la cantidad de microbios en las manos en muchas situaciones. Sin embargo:

  • Los desinfectantes no eliminan todos los tipos de microbio.
  • Los desinfectantes de manos podrían no tener la misma eficacia cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas.
  • Es posible que los desinfectantes de manos no eliminen las sustancias químicas perjudiciales, como los pesticidas y metales pesados.

 

Por Miguel Ramudo
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