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La depresión es una condición que le roba al que la padece la energía y las ganas de vivir.  Lo afecta todo: desde el trabajo hasta las relaciones personales, incluyendo la relación de pareja. Por suerte, muchos pacientes reaccionan positivamente al tratamiento con antidepresivos, pero éstos, a su vez, pueden tener entre sus efectos secundarios una reducción del apetito sexual. Puede que te venga a la mente aquello de “palo porque bogas, palo porque no bogas”, pero hay soluciones. No te resignes ¡y búscala!

Según informes del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) solamente en los Estados Unidos, una de cada 20 personas reporta haber sufrido depresión en algún momento de su vida.  Cuando ésta se vuelve crónica, una forma efectiva de combatirla es la combinación de medicamentos antidepresivos y terapia psicológica.

Efectos secundarios de los medicamentos antidepresivos

Los medicamentos antidepresivos funcionan cambiando y balanceando ciertos químicos en el cerebro, causando en algunas personas, como sucede con algunas medicinas, algunos efectos secundarios que pueden incluir fatiga, náuseas e irritabilidad (que generalmente desaparecen al cabo de algunos días de tratamiento), u otros efectos más duraderos, como la pérdida del deseo sexual (que podrían causar dificultades en tu relación de pareja).

Resulta un tanto paradójico que tanto la condición como su tratamiento podrían surtir el mismo efecto: dificultar la relación sexual tanto en los hombres como en las mujeres. Se trata de uno de los efectos secundarios más comunes, pero los médicos no escuchan a sus pacientes quejarse por ello muy frecuentemente en sus consultas, en parte por desinformación, en parte por pudor o vergüenza. Entre estos efectos se incluyen:

  • Incapacidad de lograr una erección
  • Incapacidad de eyacular
  • Dificultad para lograr el orgasmo (o no lograrlo en absoluto)
  • Falta de lubricación
  • Falta de deseo e interés sexual

¿Un problema permanente?

Si los medicamentos antidepresivos se tomaran como los antibióticos, digamos entre 7 y 10 días, tanto los pacientes como sus parejas podrían lidiar con una disminución temporal del deseo o el desempeño sexual.  Pero por lo general, los tratamientos contra la depresión son más prolongados,  y en los casos de depresión crónica, se requieren por meses o por años. Muchas personas, se sienten tan angustiadas por el trastorno en su vida amorosa, que hasta dejan de tomar los medicamentos súbitamente sin informarle a su médico. ¡Tú no hagas eso! Estarías empeorando el problema solamente.

Existen soluciones

Los expertos en farmacología psiquiátrica que participan en las reuniones anuales de la American Psychiatric Association (Asociación Americana de Psiquiatría) han abordado el tema y han discutido las posibles soluciones:

  • Crear una “historia sexual” del paciente.  Si el medicamento antidepresivo que se le receta al paciente podría tener efectos secundarios negativos en el desempeño sexual, se le debe informar al paciente. Además, para poder comparar el grado de los efectos secundarios, se recomienda llevar un registro del tipo de experiencia sexual previa (si el paciente ha experimentado dificultad previamente con la erección, el orgasmo, la eyaculación, la lubricación, o el interés en el sexo). Eso permite determinar si el problema se debe en realidad al medicamento o a dificultades de la relación en sí que podrían solucionarse con terapia de pareja.
  • Cambiar el medicamento o la dosis (siempre que sea posible, ya que la prioridad es sacar al paciente de la depresión).
  • Indicar estimulantes o medicamentos que contrarresten los efectos negativos, como medicamentos para la disfunción eréctil.
  • Una vez estabilizada la depresión, es posible tomar “descansos” del antidepresivo. Durante esos “descansos”, cuya duración determina el médico,  el paciente recupera su interés y desempeño sexual.  Estos “descansos” han demostrado ser efectivos en el caso de pacientes que han tomado Zoloft (Sertraline), Paxil (Paroxetine), pero  no con Prozac.

En cualquier caso, la comunicación con el doctor es fundamental.   Si estás en una situación semejante, y notas una decaída en tu desempeño sexual, consulta con tu doctor acerca de la posibilidad de cambiar el medicamento que estás tomando sin perjudicar el tratamiento de depresión. Existen antidepresivos que no tienen efectos secundarios negativos relacionados a la vida sexual, como el Wellbutrin (Bupropion). Nunca dejes de tomar el medicamento por tu cuenta, eso podría traer consecuencias mucho peores,  y serios problemas asociados con la interrupción del medicamento.

El tratamiento y la curación de tu depresión no tiene que ser sinónimo de “eliminar” tu vida sexual. Ambas pueden lograrse si te comunicas con tu médico y buscan alternativas. Verás que con paciencia te sentirás mejor y encontrarán la solución para una vida sexual satisfactoria sin depresión y/o controlando la depresión.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Slobodan Vasic

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